Al mismo tiempo que el mundo enfrentaba una pandemia desde todos los órdenes de la sociedad civil, en los laboratorios bullía una tormenta de acción para lograr obtener el remedio que contuviera esa pandemia.
¿Por qué la vacuna que se usa contra la covid-19 se obtuvo tan rápido? Esa pregunta es muy común, pero así de natural como surge la pregunta de la misma forma se genera la incredulidad ante la calidad de la vacuna.
Pero la incredulidad nació desde el mismo momento en que los laboratorios que estaban listos para entregar la vacuna emitieron momentos antes un certificado de “yo no me hago responsable de lo que suceda” que muy rápido se hizo viral o que fue conocido muy rápido sin ninguna explicación adicional. Solo lo que parecía un ‘lavado de manos’ ante las consecuencias de la vacunación.
Esa advertencia de los laboratorios generó la duda. Por ello una de las principales inquietudes de la población fue la confiabilidad en las vacunas. Frente a esa incredulidad, los expertos ratificaron que las tres etapas de verificación del ciclo vacunación no fue improvisada, fue un proceso riguroso y rápido porque el mundo afrontaba una pandemia.
Este fue uno de los temas que se desarrolló en la quinta actividad pedagógica de vacunación dirigida a la comunidad “ABC de vacunación para la covid-19”. Fue una participación virtual grande y con muchos interrogantes. Más de 100 personas se conectaron a través de las cuentas de Facebook y YouTube de la Facultad de Salud de la Universidad Industrial de Santander – UIS – y enviaron sus interrogantes para que los profesores expertos en el tema respondieran sus inquietudes.
“Cuando inició la vacunación, hace 2 siglos, se inició con la vacuna de la viruela para contrarrestar lesiones generadas por la vaca. En ese momento se crearon pinturas burlescas para desacreditar la vacunación y esto es un poco lo que se repite en la actualidad”, expresó, el Pediatra-Infectólogo Luis Miguel Sosa Ávila, profesor de la Escuela de Medicina UIS.
Cuando se genera una vacuna, el fundamento principal, es ingresar en el cuerpo una fracción del virus para que se genere una defensa que contrarreste éste.
Una de las principales inquietudes de la población fue la confiabilidad en las vacunas. Frente a ello, los expertos ratificaron que las tres etapas de verificación del ciclo vacunación no fue improvisada, fue un proceso riguroso y rápido porque el mundo afrontaba una pandemia.
Los eventos adversos de la vacunación fue otra de las principales inquietudes, frente a ello, los expertos los clasificaron en leves y graves. “Los efectos dependen de cada sistema inmunológico, una vez ingresa al cuerpo ese enemigo simulado. Los leves son enrojecimiento, hinchazón, fiebre, sensación de cansancio. Los graves, mareo, cambio del ritmo cardíaco, dificultad para respirar y vomito. Estos se dan muy pocas veces. Una vez se generan es importante determinar si tienen relación directa con la vacuna o con una patología de base”, argumentó el doctor Sosa.
Si bien, se han generado múltiples controversias respecto a la vacunación, los expertos señalaron que después de la aplicación de la vacuna continúa una revisión rigurosa y un seguimiento a los pacientes.
“Uno de los principales temores de la vacunación es ser expuesto a modificación de ADN. Las vacunas de RNA mensajero, no entran al núcleo, por lo tanto, no hay interacción con los genes. Las vacunas son seguras. Fueron hechas con el mayor rigor de la ciencia. Por favor, hay que vacunarse”, precisó el profesor UIS, doctor Luis Miguel Sosa Ávila.
¿Cómo funciona la vacuna?
La segunda conferencia de la jornada, estuvo a cargo del doctor Héctor Amaya, Infectólogo Foscal y profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud, UNAB. Durante su intervención, precisó “las diferentes formas para adquirir defensas contra una infección son natural (infección), adquirida (vacunación), natural (anticuerpos- madre e hijo), adquirida (anticuerpos). Ahora bien, inmunizar a un paciente con las vacunas es una estrategia prolongada”.
La respuesta celular generada por las vacunas provoca una protección gracias a los anticuerpos neutralizantes que se unen a las proteínas del virus; esto hace que cuando llegue el SARS-COV-2 al cuerpo, la protección generada le impida continuar su camino.
Es posible que alguien que haya tenido el virus no refleje en sus exámenes anticuerpos. Sin embargo, las células tienen memoria y aunque no se reflejen en exámenes de laboratorio si tiene la capacidad de combatir con el virus en caso de tener una reinfección.
“Con las vacunas se producen proteínas que se parecen a la espiga de la corona del virus y hacen que se genere una respuesta inmune y éste quede inactivo. Es en ese momento que se generan defensas”, aseveró el doctor Amaya, profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud, UNAB.
La actividad finalizó con un mensaje contundente “entre más número de vacunados exista, mayor inmunidad se logra. Es un cuidado individual y colectivo.