Por: Fredy Horacio Chinchilla Reyes/ La solidaridad es sin duda alguna uno de esos más preciados valores del ser humano y es altamente grato en cualquier momento y lugar pues muestra la riqueza interna del ser humano.
En este orden de ideas podríamos decir que todo es color de rosa, pero recibir “solidaridad”, si entre comillas, es el equivalente a la historia de un bovino hembra que deja cae una voluminosa cascarita de vaca sobre un pollito para evitar que esta fuera devorado por un hambriento gavilán, pero dicha cascarita (cagadita bovina) estaba ahogando al pobre pollito y muy “solidario” y con gran “bondad” se ofreció el “pobre” gavilancito a ayudarlo, pero infortunadamente el “gavilancito” si ese “pobre gavilancito” se merendó al pollito.
Lo anterior podría, ojo con eso, tal vez, a lo mejor, quien sabe, parecerse a la ayuda de ciertos países a otros con gravísimos problemas económicos, sociales y políticos, a salir del montón de cagadita bovina que les cayó encima y ese gavilancito está muy atento a colaborar “desinteresadamente”. Es decir cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia ¿A qué se les parece está muy tierna pero triste historia?
Pero mientras eso ocurría en Cúcuta tratando de brindar ese gesto solidario con los hermanos venezolanos, un tema en el que no entrare en detalles si es bueno o malo, pues eso lo dejaré a la opinión de los que quieran polemizar sobre este terrible tema y drama que vive el sufrido pueblo de Venezuela, en Colombia pasando muy de agache y casi que a escondidas como hampón tras de su botín, el Congreso de la República en sus Comisiones Conjuntas Económicas de Cámara y Senado empiezan la discusión del Plan Nacional de Desarrollo, el cual orientará los próximos cuatro años de la vida económica, social y política entre otros aspectos de la vida nacional.
Pero lo grave del asunto es la manera tan solapada y a escondidillas como se está haciendo -y digo esto- pues el espectáculo montado en Cúcuta y con la complicidad ruin de importantes medios de comunicación montaron una gran caja china, una gigantesca cortina de humo. Pues la discusión del Plan Nacional de Desarrollo que está en curso en el Congreso impactará de forma muy fuerte la vida de todos los colombianos pues nos piensan clavar otra vez esos nefasto tres huevitos que los han denominado con nombres distintos para atrapar pendejos incautos e ignorantes políticos que no entenderán que es el mismo pan hecho por otro panadero y me disculparan los panaderos por la analogía
Pero lo que se discute en el Congreso de la República con esa gran cortina de humo y el espectáculo fronterizo con concierto abordo en relación con el Plan Nacional de Desarrollo, ¿qué es?
Son tres pactos que fueron socializados “yo con yo”, es decir. el gobierno con él mismo y algo mucho más grave no dejaron entrar a nadie a las instalaciones del Congreso de la República a presenciar los debates del Plan Nacional de Desarrollo (población civil ni medios de comunicación). ¿Qué será lo que quiere el negro? ¿Qué quiere el gobierno?
1- Pacto por la legalidad equivalente a la seguridad democrática que ya conocemos los resultados, más de 10.000 falsos positivos entre otras perlitas, es decir sangre, lágrimas y muerte, masacres por todo el territorio nacional de los diferentes actores armados legales e ilegales de nuestra patria. Este es el huevito número uno, solo esperemos que no y de hecho ya el derramamiento de sangre y muerte es casi a diario de líderes sociales que reclaman sus derechos que van desde recuperar sus tierras arrancadas a punta de muerte y amenazas hasta negarse a ser parte de la nefasta industria del narcotráfico, es decir están destinados a ser exterminados y la historia así lo ha mostrado
2- Un segundo pacto que es por el emprendimiento, suena tal cual a la confianza inversionista muy celebre en un tal gobierno entre el año 2002 a 2010 que llenó de exenciones tributarias de miles de millones y hasta de billones a grandes multinacionales, no en vano el periodo presidencial 2002-2010 el déficit fiscal fue de $21 billones, el más alto en la historia del país, mientras miles de Pymes veían pasar los ríos de dinero en favor de grandes emporios empresariales y estas Pymes luchando para sobrevivir en ese salvaje mundo de la competencia y puja por un mercado, que para ser claros, les resulta muy complejo competir con semejante desproporción de capacidades frente a las multinacionales con un costalado de exenciones tributarias y apalancamientos financieros descomunales. Regalazo tributario a las grandes multinacionales… ¿Y las Pymes qué? ¿Y las Pymes pa’ cuándo? ¿Otra feria y/o festín tributario a multinacionales como Odebrecht? Contrato que el Estado colombiano firmó con esta multinacional ¿Entrega de los recursos naturales a mano tendida? Defender el sector empresarial es fundamental para el desarrollo y el empleo de una nación, pero alejados de un serio compromiso social y ambiental.
3- Un tercer pacto por la equidad, la famosa inclusión social del Gobierno de Álvaro Uribe Vélez que, entre muchas cosas, aplastó literalmente derechos con la reforma laboral del año 2002 y un impacto ambiental que sumados estos dos y otras variables crearon una situación de iniquidad que tiene a millones de colombianos en la miseria, en la pobreza absoluta, contrario a tan cacareados anuncios de reducción de la pobreza que se contradicen con una realidad irrefutable y que solo atinan poner espejo retrovisor para evadir responsabilidades.
Finalmente vemos como un espectáculo de “solidaridad” que no se debe perder y que bien merecen nuestro hermanos venezolanos, termina siendo una caja china, una cortina de humo, un engaña pingos y factor de distracción perfecto para una población políticamente ignorante.
Twitter: @fredy_asesor