Por: Claudia Acevedo/ Reflexionemos: Muchas veces nos sentimos sin energía, sin ganas de hacer nada, en cansancio de cuerpo y mente, todo esto puede derivar de un estrés psicológico, causado por depresión, estrés excesivo o ansiedad, y producir dificultades de concentración.
Este tipo de sensaciones que producen debilidad psicofísica se llama astenia, lo cual indica el grado máximo de cansancio. A diferencia de la fatiga, que aparece después de cansarse y tras una carga de trabajo, se manifiesta también en condiciones de reposo. Las personas los describen como una fatiga que no mejora con el reposo y que empeora con la actividad física y el esfuerzo mental. Su origen puede ser de tipo psíquico o físico, pero no debe considerarse como una enfermedad, sino un síntoma que puede desarrollarse como efecto secundario de algunos medicamentos.
La astenia emocional se produce cuando se siente una fuerte falta de energía física y mental y no se logran realizar acciones elementales y básicas. Algunos de estos síntomas son las personas se sienten abatidos, vaciados y tiene dificultades para realizar cualquier tipo de acción, aunque no sienta dolor o no tenga limitaciones de tipo físico. Un ejemplo de esto es, las personas con depresión se sienten a menudo cansadas y fatigadas. En efecto, las personas que sufren estrés laboral muy intenso pueden experimentar episodios prolongados de astenia. Este malestar se conoce como el síndrome de burnout, una verdadera forma de agotamiento o desgaste derivado de la naturaleza de algunas tareas profesionales.
Es conocida por ser una respuesta fisiológica a la acumulación excesiva de estrés que las diferentes situaciones de la vida pueden provocar. Según algunas investigaciones estadísticas, las principales causas de la astenia emocional son: Problemas familiares, financieros o de salud, Ataques de ansiedad repetidos o tener preocupaciones continuas, Problemas en el trabajo o en la escuela, ser víctima de una relación abusiva, La muerte de un miembro querido de la familia o de un amigo muy cercano, Trastorno obsesivo-compulsivo, asociado a la ansiedad. La sucesión de un trauma físico en una determinada área anatómica del cuerpo, Estar implicado/a en un desastre natural grave, Sufrir depresión o trastornos similares: la mayoría de estos casos se originan debido a estrés y/o depresión.
Algunos de los síntomas más frecuentes en las personas que padecen astenia emocional es que viven en un estado constante de ausencia de fuerzas y de debilidad física y psicológica, con frecuencia sienten la necesidad de descansar y una sensación generalizada de sueño, pero no se puede eliminar, ni siquiera durmiendo, también la fuerza muscular es tan pequeña que, aunque se puedan realizar movimientos particulares, estos se hacen siempre con poca energía y lentitud.
Los principales síntomas de la astenia emocional son: agotamiento, somnolencia, falta de fuerza, hormigueo, fatiga física y mental extrema, dolores musculares y articulares, falta de memoria y dificultades de concentración, lentitud en los movimientos y trastornos de coordinación, dolores de cabeza, entumecimiento.
Como se puede combatir la astenia, hay que actuar sobre todas las fuentes de estrés que han sobrecargado nuestros circuitos cerebrales. las causas de la astenia emocional, puede ayudar a la persona a cambiar su estilo de vida, por ejemplo, que haga una dieta equilibrada y animarla a practicar ejercicio de forma regular. para el tratamiento de la astenia emocional, también es necesario poner en práctica una serie de estrategias destinadas a favorecer la relajación y la eliminación de los factores de estrés como las siguientes: establecer una rutina diaria, reducir la carga de trabajo o de estudio, dormir al menos 8 horas por noche, seguir una alimentación sana y equilibrada, practicar meditación o yoga, ingesta de complementos alimenticios de magnesio y potasio y omega 3, siempre bajo indicación médica, realizar pausas frecuentes durante el trabajo o el estudio. descubre otras maneras de ser proactivo en el trabajo, evitar la ampliación de la lista de tareas pendientes o de trabajo.
No olvides que la mejor opción para mejorar y equilibrar tu vida es asistir a cita con el psicólogo y así iniciar a su tratamiento no fijarse en el enfoque que le apliquen sino en que este le aporten a mejorar en la problemática que presente y tratar también el manejo del estrés, manejo del tiempo, planificación de actividades diarias y así tener una mejor salud mental.
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*Psicóloga y Co-fundadora de la LICMA Liga del Conocimiento y Salud Mental.
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