Por: Eugenia Aguilar Rueda/ Diligente, pero ineficaz la medida tomada por el AMB para combatir el transporte irregular. La solución a tomar debe ser integral, previendo resultados a corto y largo plazo, con énfasis en el componente de planeación, con entereza y determinación, es decir haciendo gala de autoridad para reorganizar el transporte público colectivo -TPC- en sus diferentes modalidades y sin dar palos de ciego contra la piratería, sin repetir la hazaña del alcalde que, del Sistema solo tomó la construcción de los portales, algunos muy mal ubicados, o del sucesor que se hizo el pingo, y menos el que ni fu ni fa.
A un año de vencerse la concesión se tiene que hacer una transición, permitir que el transporte convencional regrese a los barrios de donde fueron sacados de la noche a la mañana. Aquí todos ponen: la ciudadanía, haciendo uso del servicio legal; las empresas, acelerando su modernización; el nivel directivo tomando el control total del funcionamiento; el propietario no se entienda con el conductor del vehículo, reposición del parque automotor con puerta izquierda, piso alto, tarjeta inteligente, información al ciudadano sobre rutas, paraderos, horarios, transbordo de usuarios del Sistema con el mismo boleto en rutas que no se pisen entre sí. El masivo resignándose a servir solo la troncal, mejorando frecuencias y el parque automotor, el Gobierno haciendo los ajustes a trazados de rutas, frecuencias, autorizando la integración, un recaudo centralizado con múltiples puntos para recargar la tarjeta, control de flota, caja única para el manejo del recaudo bajo dominio del privado e interventoría de la autoridad.
La recuperación de las estaciones es el último eslabón dentro del plan contra la piratería y la mejora del servicio, el pico y placa no es la solución, debe acompañarse de medidas con sentido común, como subsidiar al estudiantado clasificado para recibir el beneficio en convenio con el gremio transportador, acabar los terminalitos de cada municipio, prohibir a los taxis, particulares y motos realizar paradas en las zonas señaladas como parada TPC, generar corredores especiales para el tránsito de motos con pasajeros que no deben coincidir con las vías asignadas al TPC, reorganizar los horarios de la jornada laboral de los sectores que más usuario movilizan para que todas las personas no ingrese y salga a la misma hora y así minimizar el impacto de la hora pico y se reparta en la hora valle, acciones contundentes contra el que tiene registrado centenares de motos y las tiene a paga diario explotando a la juventud laboralmente, a su vez ofrezcan alternativas de emprendimiento a estas víctimas. La movilidad de las cuatro ciudades debe ser estimulada con medidas que den agilidad al TPC, porque el pasajero busca pasaje económico, corto tiempo de viaje entre punto de origen y destino.
Parte de la crisis se debe a la imposición del Masivo sin vías para su trazado exclusivo y por ello sacrificaron la movilidad por la carrera 15, bajo el argumento de que no podía haber paralelismo. La solución inmediata es dar garantías al TPC, porque no es fácil para el gremio que viene golpeado y desfinanciado, pero en mejores condiciones que el Masivo, solo las acciones en simultánea y cubriendo todos los flancos, reducirá la piratería.
Los mandatarios locales no solo deben complacer al juez de la causa, las medidas a tomar deben ser la solución al problema, la experiencia no se improvisa, la gobernadora del Valle del Cauca, el pasado 08 de febrero, expresó su apoyo al tren de cercanías con el cual mejora la movilidad de pasajeros entre Cali, Jamundí, Palmira, Yumbo. Todos esperamos de los actuales mandatarios visión de ciudad moderna e incluyente.
Asuman el desafío, llévenos a soñar con la posibilidad de un TPC moderno, dejen los trazados de la línea del metro Piedecuesta-Girón antes de que la conurbación lo haga imposible, estos municipios son los de mayor población dormitorio.
…
*Abogada especialista en administrativo y función publica
X: @EugeniaAguilarR