Por: Pablo Arteaga/ Fuertes intereses enmarcan el nacimiento y la historia de Barrancabermeja como municipio, hoy gracias al acto legislativo 01 del 2019 del Congreso de la República, debemos asumir la responsabilidad y el reto de un nuevo camino como Distrito Especial, Portuario, Biodiverso, Industrial y Turístico, esto, a pesar de las múltiples observaciones que los estudios técnicos por parte de las diferentes dependencias del gobierno nacional expusieron en contra de ese acto ante el Departamento Nacional de Planeación (DNP).
La pregunta es ¿quién está detrás de tan poderosos intereses?, esto acompañado de la terminación de un gobierno fuertemente cuestionado desde todas las ópticas, abren las puertas al nuevo mandatario electo Alfonso Eljach Manrique.
El desgobierno que vive la ciudad en cabeza del fuertemente cuestionado y sindicado de múltiples delitos entre ellos celebración indebida de contratos, constreñimiento al elector y concierto para delinquir entre otros delitos el Alcalde Darío Echeverri, han llevado a los habitantes a una situación de precariedad económica, social, de seguridad y de valores éticos y morales, la cual han aprovechado muy bien las grandes estructuras corruptas del municipio, la región y el departamento que desean perpetuarse en el poder, logrando así darle continuidad a sus jugosos negocios que han desangrado las arcas del municipio y finalmente lograron materializar electoralmente las necesidades de un pueblo en su beneficio.
Hoy vuelven al concejo municipal un ramillete de exinhabilitados que audazmente lograron posicionarse nuevamente, de misma forma que algunos en cuerpo ajeno que gracias a votantes de estómago, parásitos de la política y otros sin memoria, lograron alcanzar tan anhelada posición ¿o fueron los tan cuestionados escrutinios en el municipio en cabeza de la registraduría y su grupo de escrutador las que permitieron la audaz hazaña de volver al poder?
En medio de todo este bochornoso ambiente electoral vivido en compañía de unos entes de control amañados, hay un pueblo a la deriva, sin confianza en sus dirigentes, resignados a las monedas del día de elecciones entregadas por el mejor postor las cuales deberán durar hasta el próximo proceso electoral con una indolencia por su ciudad, un exceso de desprecio por lo propio, un desinterés total por temas de ciudad que atañen a todos los habitantes y sobre todo un panorama no muy claro para el próximo gobernante por falta de garantías y un concejo no muy idóneo para acabar la corrupción.
Se acerca la posibilidad del final de la horrible noche que durante los últimos años ha estado en manos de la banda criminal de los manolos y nace una esperanza respaldada de 55.815 personas en un nuevo mandatario.
Los retos a asumir por parte del nuevo mandatario Alfonso Eljach no son nada fácil. Por ese nuevo concejo protervo electo y que lo acompañará durante estos cuatro años, por el estado en el que el actual gobierno entrega el municipio, por el sin número de prioridades que hoy atañen de atención inmediata.
La problemática medio ambiental con el agua, la problemática del relleno sanitario, construcción de la gran PTAR que inició con un costo de $125 mil millones y que hoy le han hecho adiciones presupuestales sin haber comenzado que suman un total de más de $188 mil millones y que necesita de especial atención, a recuperación de las mini-ptares que hoy son un problema de salud pública en la ciudad, el inicio de las pruebas piloto de explotación no convencional, más conocido como fracking en el territorio, la problemática con la empresa Aguas de Barrancabermeja, la situación de Tránsito y Transporte, seguridad, microtráfico, la proliferación de bandas criminales en disputa del territorio, consumo de alucinógenos, deserción escolar, aprobación y puesta en funcionamiento del Plan de Ordenamiento Territorial, actualización de la planta de empleados del municipio, la reorganización administrativa, política, social y económica del nuevo distrito especial, una deuda pública con múltiples bancos que hoy asciende a más de $195 mil millones, sin mencionar el grueso fango de corrupción y malas prácticas en la que nos deja el actual mandatario.
Las expectativas son muchas frente al nuevo mandatario, en él están puestas las esperanzas de un pueblo de cambiar la historia no sólo de la ciudad, de la región, sino también de las próximas generaciones, reconstruir este maravilloso y rico municipio desde la base de los valores, el respeto, la ética y la moral. El tendrá en sus manos la responsabilidad de sentar posiciones firmes en contra de ese cáncer llamado corrupción.
Barrancabermeja es un municipio que a pesar de las circunstancias que hoy la marginan, tiene las herramientas, el potencial humano y el camino para hacer de esta la ciudad región que todos soñamos y así volver a tomar la batuta como aportante del desarrollo de país y ejemplo nacional.
En Alfonso Eljach hoy está sembrada la semilla de la esperanza no sólo de los más de cincuenta y cinco mil personas que lo acompañaron a las urnas (55.000) sino también la de todos los habitantes del nuevo distrito de Barrancabermeja, que desean de él su mejor desempeño como ese gran gerente que la ciudad necesita y a anhela, un gobernante honesto, amable, diligente y respetuoso.
Como digno representante de los barranqueños también tendrá la elección de devolverle la dignidad a su tierra, de mostrarle a los corruptos que los que amamos a esta bella hija del sol somos más.
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