Por: Leonardo Granados/ EL 18 de febrero de 1922 se inició la historia del complejo petrolero con la llegada de los primeros equipos procedentes de Talara (Perú) donde se construyó la Refinería de Barrancabermeja, inicio con un alambique diseñado para destilar crudo, fue instalado cerca de la entrada principal de la refinería, exactamente en donde hoy se encuentran las oficinas de la gerencia general.
“Los primeros procesos se realizaron con leña y su capacidad máxima alcanzaba una destilación solo de 1.500 barriles diarios”, sin embargo, la refinería luego de casi un siglo de operaciones, el complejo petrolero pasó a mantener una carga promedio sobre los 240.000 barriles diarios.
Pero su ubicación al lado de la Ciénaga Miramar, se ha convertido en uno de sus verdugos para el sistema íctico (peces) y fauna, por la contaminación con residuos de hidrocarburos que esta ha generado en más de 90 años. Al igual, el Municipio hacia los años 70, empezó a realizar vertimientos de aguas residuales generando contaminación con residuos fecales, como lo sustentaré en esta columna.

Barrancabermeja por poseer una ubicación estratégica, rodeado de humedales y con una importante refinería, es catalogado como uno de los municipios más importantes del país, pero particularmente es el único en Colombia en poseer una ciénaga al interior de la ciudad, cerca del sector comercial, con un potencial eco turístico enorme por su fauna y flora.
Pero la clase política no ha sido visionaria, la ciénaga se ha convertido en una cloaca por los niveles de contaminación con hidrocarburos y aguas residuales.
Aunque Ecopetrol -como siempre- niega sus actos ilícitos ambientales, hoy quiero publicar parte de un estudio que ha ocultado la Administración Municipal desde el año 2015, que habla de estas verdades ocultas, que son evidentes cuando cualquier ciudadano llega al malecón: sus olores ofensivos alejan los pocos turistas que llegan a la ciudad y se decepcionan al ver tanta belleza contaminada.

La Alcaldía de Barrancabermeja en 2014 contrató a la Universidad de Cartagena realización del estudio del nivel de contaminación de las ciénagas Miramar y del Opón. Las variables a estudiar fueron: aspectos fisicoquímicos y microbiológicos; análisis en agua; determinación de metales pesados en sedimentos; niveles de aromáticos policíclicos de hidrocarburos HAPs y afectación a peces, aves y reptiles por la contaminación. Este estudio fue liderado por Jesús Olivero Verbel, ingeniero químico experto en toxicología ambiental y vicerrector de investigaciones de la Universidad de Cartagena.
Para Ecopetrol y el Municipio, este estudio constituye una evidencia científica que determina su conducta sistemática y reincidente de contaminación a dicho cuerpo hídrico, lo que refleja un desacato al fallo judicial de la sentencia del Consejo de Estado (Radicación número: 68001-23-15-000-1999-2121-01(AP-14) Bogotá, D. C., 23 de febrero de 2001).
En esta sentencia declararon responsable a Ecopetrol y al Municipio por la contaminación a la Ciénaga Miramar, fallo del cual más adelante detallaré elementos fundamentales, pero en este punto quiero que lean y analicen parte de los resultados de este importante estudio en materia de metales pesados como plomo, cadmio, arsénico y mercurio en sedimentos, entre otros; que quieren ocultar y que nadie lo conozca, por ello traigo a colación los resultados de mercurio:


Estos resultados de laboratorio determinan algo muy grave: el vertimiento de residuos de las plantas de refinación de petróleo sin ningún tipo de tratamiento o con procesos de remoción de contaminantes poco eficientes, se convierten en una fuente directa de contaminación de los cuerpos de agua y suelos en las zonas cercanas a este tipo de industrias, señala el estudio.
Y es que los niveles de mercurio superan los límites permisibles y tienen mayor incidencia en la Ciénaga Miramar y obedece a los vertimientos que ha realizado la empresa Ecopetrol, pues, cuando fueron a realizar el muestreo físico químico, identificaron las trazas de crudo en el cuerpo de agua y eso es lo que vienen denunciando los pescadores cuando ingresan a Caño Picho o El Rosario y manifiestan que sus redes salen untadas de petróleo y cuando llueve salen pescados grandes con olor y sabor a petróleo, lo que viene afectando la cadena productiva de la pesca.
Si bien es cierto a ciudad vierte aguas residuales, los barranqueños no defecan metales pesados, eso obedece a la industria petrolera:

Está claro que la responsabilidad del daño ambiental de la Ciénega Miramar es compartida entre Ecopetrol y el Municipio.
Frente a este último, es responsable por el vertimiento que se genera del 40% de las aguas residuales de la ciudad en tres puntos principales, los caños Las Camelias y Las Lavanderas y el punto fijo de vertimientos del malecón frente al batallón, lo cual ha generado una grave afectación por concentración de coliformes totales, coliformes fecales, alcalinidad y oxígeno disuelto entre otros aspectos, que han llevado el cuerpo hídrico a un estado crítico por el alto nivel de concentraciones de materia orgánica, eutroficación, para evidenciar la afectación traigo a colación los resultados de coliformes fecales del estudio:

Otro aspecto grave que determina responsabilidad de Ecopetrol, es un componente altamente cancerígeno para el ser humano, como son los resultados de aromáticos policíclicos de hidrocarburos HAPs.
Para determinar el origen de los HAPs en sedimentos de la Ciénaga Miramar se emplearon índices ambientales que permiten discriminar entre la procedencia petrogénica o antropogénica de estos tóxicos, lo que evidencia el estudio es que la presencia de HAPs de origen patogénico, es decir, de residuos de petróleo, es importante analizar el resumen del estudio, que determina que Ecopetrol sigue generando contaminación con hidrocarburos a la Ciénaga Miramar, Caño El Rosario con dicha acción antrópica que raya en lo penal.

Por estas conductas flagrantes de Ecopetrol y el Municipio, fueron demandados en 1999, mediante la acción popular impetrada por Carlos Mauricio Pedraza Ruiz y la Fundación Integral para la Recuperación Ecológica y Ambiental del Magdalena Medio (Fipremag).
Resalto los siguientes elementos de la responsabilidad probada de Ecopetrol respecto de la contaminación a la Ciénaga Miramar:
“…En ejercicio de la acción popular, el señor Carlos Mauricio Pedraza Ruiz, en nombre propio y como representante de la Fundación Integral para la Recuperación Ecológica y Ambiental del Magdalena Medio (Fipremag), ha solicitado se ordene a la Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol) la ejecución de todos los trabajos, actos y obras tendientes a poner fin a la contaminación de la ciénaga Miramar, y se condene a esa empresa al pago de los perjuicios ocasionados al municipio de Barrancabermeja, por un monto igual al valor de la totalidad de los costos que genere la recuperación, salvación y conservación de la ciénaga; que se ordene un estudio a cargo del municipio de Barrancabermeja, cuyo costo deberá incluirse en la respectiva indemnización, para establecer el valor de todas las obras necesarias para salvar, recuperar y conservar el recurso hídrico, así como iniciar de inmediato los trabajos y obras que recomiende ese estudio, con los dineros producto de la indemnización que Ecopetrol habrá de pagar por el daño ecológico que ha venido causando por más de medio siglo a la ciénaga Miramar.…”
Es la de 10 de noviembre de 2000 dictada por el Tribunal Administrativo de Santander, mediante la cual accedió a las pretensiones de la demanda, consideró que los derechos colectivos invocados por los demandantes habían sido infringidos a raíz de la contaminación de la Ciénaga Miramar y que son responsables tanto Ecopetrol como el municipio de Barrancabermeja.
En consecuencia, el Tribunal declaró no probada la que fue denominada por Ecopetrol, excepción de inexistencia de la responsabilidad y ordenó a esa empresa continuara los trabajos de descontaminación que venía adelantando, manteniendo el monitoreo físico-químico de las variables, afluentes y caños que afectan la ciénaga, la preservación del ecosistema y de las riberas y la erradicación de basureros en las áreas contaminantes y realizara programas de reforestación y campañas de educación ambiental e impidiera cualquier tipo de contaminación proveniente de esa empresa.
Concedió al municipio de Barrancabermeja el término de cuatro meses contados a partir de la notificación de la sentencia para que presentara un estudio técnico y científico sobre la manera como se emprendería la tarea de descontaminación de la ciénaga y seis meses más para que lo pusiera en ejecución y lo conminó para que en forma inmediata acometiera las labores tendientes a impedir que barrios aledaños a la ciénaga y otros de donde provienen basuras sólidas y líquidas siguieran contaminándola, para lo cual el ente territorial debía emprender campañas educativas en esas zonas, suministrar recolectores de basura y todos los implementos que sirvieran para el depósito de materiales residuales, así como coordinar con Ecopetrol el apoyo que el municipio debía prestar a esas tareas.
Y para el demandante, Fipremag, dispuso el pago de un incentivo, que fijó en suma igual a 20 salarios mínimos mensuales, del cual Ecopetrol sufragaría el 30% y el municipio de Barrancabermeja el 70% restante.
Por eso tienen oculto el estudio de la Universidad de Cartagena, porque el mismo develó que ambos se encuentran en desacato y lo que configura el punible de fraude a resolución judicial y daño a los recursos naturales y contaminación ambiental, denuncia que instauré en la Fiscalía desde el año 2017 y se encuentra en trámite de imputación.
Hoy, cinco años después de realizado este estudio, la conducta es la misma, un pasivo ambiental de la industria del petróleo y la negligencia de los alcaldes de Barrancabermeja. Es momento de exigir que la empresa que dice ser de talento clase mundo con estándares internacionales, que dé cumplimiento al fallo de la acción popular, en restaurar el daño que le ha causado a los pescadores con esta contaminación.
Por eso insisto, se hace más que preciso diferenciar la ‘verdad del poder’ del ‘poder de la verdad’ como lo decía el Dr. Facoul. Es momento de hacer reflexionar al alcalde local, que debemos rescatar primero la Ciénaga Miramar para hablar de ecoturismo y no construir un malecón sobre una cloaca ambiental que termina siendo un daño fiscal, pues se están labrando un destino para ser judicializados.
*Abogado
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