Por: Alfonso Prieto García/ En principio la corrupción se semeja en varios aspectos a una pandemia por virus; se conoce de su existencia por la sintomatología que presenta, fiebre de contratos, dadivas para conseguirlos, comisiones de intermediación, contrataciones de personal no idóneo y valor exigido para ellas, suministros sin el cumplimiento de la calidad y cantidad de productos y servicios, desbordantes precios por encima de los del mercado, sustracción del inventario en depósitos o de despachos de proveedores, comercialización de productos de uso institucional, sobrefacturación, dumping en contratación de obras con posterior ajuste de contratos en cantidades y valores de obra en ejecución, compra de productos con referencias originales y despacho de usados o no originales, contratación de personal sin el cumplimiento de requisitos de formación y o experiencia, perfiles de cargo que se ajustan días antes de escoger al candidato, asignación de licitaciones o invitaciones a dedo y muchas otras formas que se van creando a medida que las oportunidades y el poder mal empleado lo facilitan.
¿Cuánto durará la corrupción? ¿Será por un periodo de tiempo superior a una pandemia? Respuesta nada difícil de dar toda vez que este vicho lleva muchos años pudiendo ser siglos, con curvas que nada muestran disminuya su presencia y contagio en el tiempo.
¿Qué planes, políticas, proyectos y medidas de impacto a corto mediano y largo plazo se han aplicado para su contención, aislamiento, contagio, nuevas olas o ahí si afirmaría evitar rebrotes?
¿Qué personal idóneo o científico ha estado estudiando su comportamiento y características, para establecer procedimientos de prevención, detección y corrección de la corrupción?
Ni las entidades que regulan la pulcritud en el manejo de los recursos del Estado que registran su ingreso gasto e inversión, que vigilan y fiscalizan sus administradores e imparten las formas de seguimiento, cadenas de custodia, aislamientos y evitan contagios, han podido mostrar indicadores de impacto que permitan demostrar cómo se atenúa este fenómeno con el tiempo y mucho menos su tendencia a cifras cercanas a cero; ¿cuál será entonces la solución?
Basta conocer experiencias de otros países donde se cambiaron las reglas de juego en el ámbito público y sus relaciones con el privado para generar propuestas por ilusas que suenen pero que permitan un renacer, nivel de vida y estado exitoso que ofrezca el confort necesario para sus ciudadanos y residentes.
A nivel de poderes, se debe generar independencia absoluta de las ramas del poder publico para evitar cualquier posible presión de uso del poder en beneficio del infractor.
Contraloría General: Convocatoria nacional a concurso desarrollada por el Consejo Nacional de Contadores, con perfil de cargo y de aspirante de experiencia en el sector público en el desempeño de cargos afines no inferiores a diez años.
Contador General de la Nación: Convocatoria a concurso por el Consejo Nacional de Contadores con perfiles de cargo no modificables dos años antes del proceso.
Procurador General de la Nación: Convocatoria a concurso gestionada por el Consejo Nacional de Abogados con experiencia y formación no inferior a diez años.
Fiscal General de la Nación: Convocatoria a concurso por el Consejo Nacional de Abogados con experiencia relacionada de mínimo diez años en el desempeño de cargos afines en el sector público.
Los anteriores cargos estarán integrando el ‘bureau’ de control y fiscalización en una mesa coordinación nacional de acciones de prevención intervención control y remisión de lo judicializable a la rama correspondiente.
En el ámbito de las decisiones de los gobernantes es preciso ajustar aspectos importantes como:
Elección con voto obligatorio: Requisito para cualquier cargo elegible.
Formación profesional en administración pública, derecho, economía, carrera básica o complementaria en el perfil del aspirante que le permita conocer de la planeación la presupuestación y ejecución del erario.
Crisol de hoja de vida: Todo aspirante a cargo público elegible o nombrable deberá demostrar la inexistencia de sentencia ejecutoriada en su contra, lo cual lo inhabilita de por vida para la aspiración y desempeño.
Planta de funcionarios del orden municipal, departamental y nacional: Definir mediante estudio técnico la necesidad real de planta de personal por dependencia, convocar a su concurso por una única vez a todos y por necesidad de vacantes los posteriores, para evitar las nóminas paralelas por CPS o nominas ocultas en diferentes proyectos.
Crear un órgano de control con autoridad de intervención para asistir los procesos licitatorios, convocatorias abiertas, internas etc., evitando las llamadas asignaciones previas de los ganadores.
En próximas entregas no solo aspiramos encontrar las vacunas sino las acciones para al igual que el Covid-19 podamos erradicar en todo o en buena parte el problema de la corrupción. Su aporte es valioso.
*Economista, Magister en Administración de Empresas, exconcejal de Bucaramanga y exdirector seccional UCC Bucaramanga
Twitter: @AlfonsoPrietoG3