Por: Eugenia Aguilar Rueda/ En estos días, la W Radio en las mañanas ha transmitido unos informes especiales encaminados a informar los avances en los proyectos adelantados por una APP entre Cementos Argos y diecisiete empresas más en Montes de María, donde habían comprado más de 6.000 hectáreas en la época de la expropiación y despojo de tierras y ahora entregan 400 hectáreas para desarrollar el cultivo de bosque seco tropical; Colombina, en el Pacífico, también le apuesta a proyectos sociales; Promigas y Argos, con Misión Guajira, intentaran resolver la escases de agua potable en forma sostenible, seguridad alimentaria, educación y turismo, y por su parte, Nutresa apuesta a la agroindustria de cacao con inversiones de $1.5 billones, que en voces del accionista mayoritario responde al mensaje de Petro: “Hoy tenemos un campesinado que quiere salir de la producción de la hoja de coca”, deciden aprovechar “un potencial de 2,8 millones de hectáreas aptas para el cultivo de cacao, que tiene el 100% de mercado asegurado y queremos que el cacao sea una potencia de ingresos y de buen trabajo”.
También ha servido para comprender que los escándalos por corrupción no son de un partido, porque los picaros están repartidos y se mimetizan en la gama de colores que nos ofrece la democracia, sin querer ceder un ápice y la evidencia está en la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres desde su creación, y al igual que esta entidad, otras tantas instituciones desde la capital permean los territorios con malos manejos del recurso público e ilusionan a mandatarios locales para hacer de las suyas.
Dicen que el orden de los productos no altera el resultado, pero en esta oportunidad pareciera que se equivocó el Gobierno del Cambio en el orden en que presentó las reformas y debió darle prioridad a la reforma a la justicia, la reforma política y un verdadero estatuto anticorrupción. Mientras al Congreso sigan llegando los que usan los dineros mal habidos para hacerse elegir, y al Gobierno Nacional los manilargos, poco ejemplo tendrán los territorios.
En su entrevista, Sneyder Pinilla de la UNGRD afirmó: “a mí me nombran allí por que sé obedecer”. Analicen ustedes, mientras el Congreso tiene 296 congresistas, que dedican más tiempo al debate de control político sin resultado efectivo y sin legislar para resolver los verdaderos problemas, la Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema cuenta con seis magistrados para investigarlos por los presuntos delitos. Será por ello que tanto a congresistas como funcionarios públicos les resulta estimulante tomarse miles de millones de pesos y luego se van por el camino del preacuerdo con la Fiscalía, devuelven una migaja, cuando lo hacen, y en pocos años salen a vivir sabroso.
Como está el sistema no habrá talanquera que pare la corrupción, tampoco será el legislador el que promueva la reforma, sino han pasado las reformas que poco afectan su estatus, solo por cumplirle a sus patrocinadores como en la salud, o por lealtad a su expresidente como la laboral, o a los gremios como la de pensiones, miren no más las presidencias del Senado y Cámara, menos imaginar un mea culpa, como lo viene haciendo el sector privado que empieza a entender en qué consiste la responsabilidad social empresarial y que se hace patria de la mano de su clase trabajadora y no de los políticos que terminan enredándolos.
Como diría un personaje de la televisión: denuncie pueblo, no se quede callado y siga yendo a las marchas si eres un convencido que podemos reducir el hambre y la miseria, cuidar el medio ambiente y proteger los páramos, promover energías limpias, igualdad de género, reforma pensional que abrace al adulto mayor, que el impuesto que pago es mi contribución para la distribución de la riqueza y no para enriquecer a unos pocos que saben como llegar al poder y mantenerse en él. Las calles son del pueblo y no se las dejó arrebatar. El mismísimo Primero de Mayo hicieron demostración de ello. Pero sí de verdad estás resignado a creer que lo vivido por años es lo que toca y nada por hacer, que millares de jóvenes sigan en el mototaxismo y no en las universidades, centenares de mujeres en las calles consiguiendo el pan del día, o preso de miedo, confundido y lo mejor es seguir con lo que teníamos, en fin, si ninguna esperanza te motiva a darle tiempo al tiempo para ver los resultados de este Gobierno, dale al cacerolazo. Como Frank Sinatra, a su manera. Lo importante es la expresión de la ciudadanía, sin agresión física ni verbal, que realmente se madure en democracia.
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*Abogada especialista en administrativo y función publica
X: @EugeniaAguilarR
Felicidades mi doctora amiga Eugenia , por tus publicaciones ,
Tienes algo sobre el tema de la igualdad ,
Debemos de tener presente que
la igualdad no puede ser administrada por unos cuantos , es un derecho propio
Un abrazo