El buen cantante Rubén Blades, en la letra de su canción dice: “Decisiones, cada día, alguien pierde, alguien gana, ¡Ave María! Decisiones, todo cuesta, salgan y hagan sus apuestas, ciudadanía” La toma de decisiones no es una ciencia; pero las abarca todas»
Por: Jesús Heraldo Rueda Suárez/ Haré referencia a unos hechos muy recientes, para colocar en contexto la importancia que tiene tomar decisiones.
Un joven motociclista de tempranos 22 años; eligió invadir con su vehículo, un carril exclusivo para transporte masivo.
Un miembro de la autoridad de tránsito, tomó la decisión de detenerlo con un procedimiento no reglamentario.
El candidato de un partido político, tomó la decisión de aceptar dineros de forma irregular para su campaña.
Las consecuencias inmediatas de estos tres episodios en el orden narrado, fueron: La pérdida de la vida del joven motociclista. Una asonada sin control con pérdidas materiales no calculadas por parte del gremio de motociclistas.
En cuanto al político, una crisis dentro de su partido, la pérdida de confianza y credibilidad de quien se tenía como referente moral de aquel movimiento, la inestabilidad política de todas las personas cercanas a aquel proyecto político y un remezón cataclismo en las altas esferas de la clase política tradicional.
Cada uno de nosotros hace sus reflexiones sobre las decisiones buenas o malas que hemos tomado en el curso de nuestra vida, después de haber asumido las consecuencias.
¡Y es que tomar decisiones es una constante en la vida! Coloquemos un ejemplo: Vamos de excursión por la montaña, decidimos tomar el sendero que consideramos correcto…Todo va bien, hasta que una parte de la ruta se bifurca hacia la derecha y hacia la izquierda. Difícil decisión, ¿Verdad? Puede ser que una de esas rutas sea un camino agradable, en donde sólo encontremos desniveles o animales ofensivos o inofensivos, pero… ¿Y el otro camino? podemos encontrarnos con todo tipo de amenazas y contratiempos… O quizás no.
-La elección. Esto es aplicable a nuestras vidas. La mayoría de las alternativas, tienen un grado mayor o menor de incertidumbre, pero debemos decidir. La vida nos obliga a Elegir.
-Elegir: Palabra que define las decisiones continuas de las que se compone nuestra existencia. A veces el miedo a equivocarnos nos detiene, sale al escenario la Indecisión, que es sarcásticamente la decisión de no hacer nada.
-El Riesgo. La vida nos obliga a elegir continuamente y a tomar decisiones, pero a veces el miedo a equivocarnos nos detiene, ¡y eso no es malo¡, lo malo es que nos impida tomar la decisión, nos pasamos el día tomando decisiones casi sin darnos cuenta: desde qué comer hasta cómo vestirnos o qué hacer por la tarde o en la noche, lo cierto es que no todas las decisiones son igual de relevantes, hay muchas en las que no se puede dar marcha atrás y que, además, dan un giro de 360º a nuestra vida; de ahí que el miedo a equivocarse sea el temor más frecuente ante el riesgo de tomar una decisión, y nos lleva al punto de analizar la consecuencia y esta es el producto insospechado de cualquier decisión, lo que convierte a la elección en un riesgo y surgen preguntas como:
– ¿Será la opción más acertada? – ¿Qué consecuencia habrá? – ¿Podré rectificar, si no llego a sentirme a gusto? – ¿cómo me afectará? Son tan solo algunos de los interrogantes que deambulan en nuestra mente cuando tenemos que hacer una elección.
-El Azar. Miles de dudas nos sumergen en una mezcla de inquietud, incertidumbre, angustia y responsabilidad. El miedo a equivocarnos es una realidad que nos afecta a todos …A unos más que a otros.
Hay decisiones que se toman a base de un análisis concienzudo… ¡Las importantes! Ser capaces de valorar que tan importante es una decisión, nos coloca en control de nuestra vida y ser responsables de nuestras acciones nos hace autónomos, es decir podemos conducir nuestros valores y anhelos que son auténticamente propios. Si lo hacemos, forjaremos una identidad propia que garantiza gran parte de nuestro crecimiento personal.
Las decisiones que tomamos, son las que nos permiten aprender de nuestros errores y experiencias, las cuales son claves para que fortalezcamos nuestro carácter, en el curso de nuestra vida, las grandes decisiones marcan un antes y un después para nuestro desarrollo personal.
Tomar decisiones es siempre una situación relevante la cual jamás debe ser tomada a la ligera, ya que según lo que elijamos nuestra vida quedará marcada de una forma u otra, sin embargo, tomemos esta situación como algo novedoso, como una forma de cambiar esa vida monótona y predecible, quién sabe, quizá en un futuro esa decisión puede cambiarnos tanto personalmente como profesionalmente.
Otra importancia de tomar decisiones es que nos ayudan a alcanzar nuestros objetivos personales, al elegir una alternativa entre varias, empezamos a progresar hacia lo que añoramos, claro está, siempre y cuando sean decisiones acertadas y coherentes con lo que deseamos.
Tenemos el mal hábito de etiquetarnos, de definirnos, de auto asignarnos adjetivos a través de los cuales construimos nuestro propio concepto y es así como a lo largo del día hablamos más de nosotros en innumerables ocasiones, y no siempre en positivo, cuando digo hablar, también me refiero al diálogo interno, acostumbramos a definirnos a partir de nuestras cualidades y experiencias negativas. “Siempre fui mal estudiante”, “no tengo suerte en el amor”, “desde pequeño he sido tímido y vergonzoso”. ¿Cómo sentirnos bien con nosotros mismos si nos definimos así?
Nuestra esencia, nuestro valor intrínseco, nada tiene que ver con nuestro desempeño en situaciones puntuales, somos más que los compañeros que no nos aceptaron en el colegio, más que la relación de pareja que no funcionó, somos más que aquel empleo para el que no nos seleccionaron o aquel otro del que nos despidieron, somos más que las amistades que perdimos a lo largo del camino, y más que los miedos que aún no logramos superar.
Para terminar, el tomar decisiones nos enseña a afrontar los problemas de la vida al permitirnos tomar una posición frente a ellos y es que decidir es crucial para vivir plenamente, Por eso, una vida madura y comprometida implica tomar decisiones, también es claro que no siempre acertaremos, pero actuando podemos ganar, si no actuamos tendremos que conformarnos con ser atropellados por los acontecimientos de la vida.
…
*Profesional en Mercadeo
Twitter: @heraldoru
