“Tanto va el cántaro al agua que por fin se rompe”. El abogado Leonardo Granados denunció por meses lo que pasaba con el agua de su ciudad, Barrancabermeja y el riesgo de que el veneno que mató a los peces llegara por las llaves del agua a las casas de 250 mil barranqueños.
En repetidas columnas publicadas en Corrillos, el profesional del derecho abogaba para que algo se hiciera frente a lo que pasaba con los presuntos responsables de contaminar el agua que surte al acueducto de Barrancabermeja.
Su grito no solo se explayaba en las columnas, también acudió a los tribunales locales, regionales y nacionales. Algunas batallas ganó, pero la guerra continuaba porque el riesgo era cada vez mayor.
La mortandad de peces en la ciénaga fue un aviso contundente para indicar que Granados no se había metido en una fantasía. El riesgo no era inminente, el riesgo ya estaba presente y ya dejaba víctimas.
La citación a audiencia
Y por fin Granados parece que, como en un oasis, ve en la distancia las formas de la justicia. El 28 de febrero será la imputación de cargos.
Al despacho del abogado y columnista de Corrillos llegó hace apenas unas horas la citación de la Fiscal 08 Especializada Eje Temático de Recursos Naturales y Medio Ambiente Dirección de Fiscalía Especializada Contra Violaciones a Derechos Humanos.
Señala el escrito que esta es apenas la citación a audiencia preliminar de formulación de imputación.
Al imputado se le dirá por qué delitos se lo investiga y el mismo responderá si acepta o no los cargos. Aceptar los cargos permite un juicio rápido. No aceptar los cargos significa entrar en un berenjenal en donde cada parte expondrá sus argumentos, de un lado para acusar, del otro lado para defenderse.
Para Granados una de las decisiones que debería darse de inmediato es suspender o revocar la licencia de Rediba mientras se cumple el juicio.
Labrar el camino a la cárcel
La citación de la Fiscalía a Granados señala que se le cita por parte del Juzgado Primero Penal Municipal de Barrancabermeja para el día viernes 28 de febrero de 2020 a una audiencia preliminar de formulación de imputación prevista para comenzar a las once de la mañana.
El abogado es citado como representante de las víctimas, es decir de los 250 mil barranqueños que están en riesgo.
Dijo Granados en fecha reciente en columna que puede leerse completa en Corrillos que “glorificar los delitos de Rediba como Director labra un camino seguro para la cárcel, por eso hemos solicitado a la Fiscalía que cite a imputación al Director de la CAS (Juan Gabriel Álvarez) por los actos ilícitos que viene cometiendo como autoridad ambiental, que se instituyó para defender el medio ambiente, ser el perro guardián de aquellos que quieran destruirlo, máxime cuando el DRMI San Silvestre fue creado por la CAS para garantizar el suministro de agua a Barrancabermeja”.
La licencia en área protegida
El Distrito Regional de Manejo Integrado DRMI Humedal San Silvestre no es otra cosa que la fuente que entrega el agua a Barrancabermeja.
El asunto es que dentro de esa área protegida de 70 mil hectáreas le dieron la licencia a un operador para que depositara los residuos sólidos, es decir toda la basura que produce el municipio.
La paradoja, la misma Corporación Autónoma Regional de Santander CAS fue la que creó el DRMI Humedal San Silvestre.
Lo obvio, la CAS es un nombre, una entidad, que manejan personas, y que son dirigidas por personas.
En conclusión, esas personas que dirigen la CAS pecaron al licenciar una operación que destruye o envenena el agua que consume Barrancabermeja.
El 15 de octubre de 2019 en La FM radio escribieron: “Una fuerte emergencia ambiental fue denunciada por pescadores del Magdalena Medio, quienes aseguraron que debido a la contaminación en la Ciénaga San Silvestre, se está presentando una mortandad de peces, las especies más afectadas son la pácora, la arenga y las rayas”.
El mismo 15 de octubre de 2019 en Caracol Radio le dieron la palabra a Juan Gabriel Álvarez, Director de la CAS, quien aseguró que «los técnicos de la Corporación ingresaron al campo, tomaron las muestras, pero además recibieron algunas quejas de la comunidad quienes manifestaban que esta mortandad pudo haber sido por la contaminación, la falta de limpieza y porque algunas personas la están ensuciando».
Se crea el DRMI Humedal San Silvestre
Dice Granados en su más reciente columna en Corrillos que “en el año 2006 mediante Acuerdo 058 de 2006, la CAS creó el Distrito Regional de Manejo Integrado DRMI Humedal San Silvestre, convirtiendo en área protegida 70 mil hectáreas, para garantizar la conservación de la Ciénaga San Silvestre y garantizar el agua potable a los 250 mil habitantes de Barrancabermeja, como al igual, proteger las especies en vía de extinción como el Manatí Antillano, Jaguar Americano, Mico Cariblanco, Mico Aullador, entre otras especies”.
El primer relleno sanitario que le metieron al DRMI fue el antiguo relleno La Esmeralda, “un botadero de basuras a cielo abierto, con graves impactos ambientales, como vertimientos de lixiviados, destrucción de caños innominados que terminaron contaminando la Ciénaga San Silvestre”.
El abogado Granados escribió además que en “área protegida de especial importancia ecológica, que establece en sus determinantes ambientales resolución 1432 de 2010, que en el DRMI se prohíbe la disposición final de residuos sólidos”.
La exdirectora de la CAS Flor María Rangel, expidió la resolución 000792 de 2013 y le negó la licencia ambiental a la empresa Rediba porque el predio estaba dentro del DRMI Humedal San Silvestre.
Pero ¡oh sorpresa! Pese a la existencia de la misma normatividad, la señora Rangel otorga la licencia ambiental a Rediba mediante la Resolución del 28 de noviembre del 2014 con Radicado DGL. No. 00001121, en la Vereda Patio Bonito del corregimiento La Fortuna del municipio de Barrancabermeja.
En otro sitio, pero dentro del DRMI Humedal San Silvestre.
Los peces fueron los primeros
Escribe Granados que en la licencia ambiental del relleno sanitario, en su concepto de hidrología pag. 5 dice: “Hidrología: El predio se encuentra influenciado por varios caños innominados y todos discurren sus aguas a la quebrada El Zarzal”. Es decir, todo lo que se vierta en los caños que rodean al relleno llega a la Ciénaga San Silvestre”.
Los peces fueron los primeros en notarlo y por eso empezaron a abandonar el agua. Murieron.
Con licencia de la CAS, la empresa inicia su operación el 2 de enero del año 2015. No tardó, por obvias razones, en el vertimiento de lixiviados a cuerpos hídricos. En el mismo de mes de inicio de operación se tuvo la primera mortandad de peces en los caños de Patio Bonito. La gente también se quejó porque del caño tomaban el agua. No olvidar que allí no hay acueducto.
La CAS reaccionó en noviembre de 2015 e impuso medida preventiva a Rediba de suspensión inmediata de la disposición final de residuos sólidos en el relleno sanitario denominado Ecoparque-Rediba.
En abril de 2016 la CAS, formuló cargos contra Rediba por incumplimiento a la resolución 001121 de 2014, a la etapa pre-operativa y operativa del relleno, vertimientos de lixiviados con aguas lluvias que por escorrentía terminaban en los cuerpos de agua, por no contar con canales perimetrales y dejó en firme la suspensión provisional de la disposición final de residuos sólidos en el relleno por continuar los incumplimientos de la licencia ambiental.
Alcaldía se pasó por la faja la autoridad
Escribió Granados que la Alcaldía de Barrancabermeja, por encima de la autoridad ambiental, expidió un decreto de emergencia sanitaria para autorizar a la empresa a que no parara su trabajo de disposición de basura dentro del DRMI Humedal San Silvestre.
Cometió la Alcaldía, desacato a la autoridad ambiental, o como se conoce en penal, fraude a resolución administrativa.
Rediba continuó. La CAS mediante resolución N°00323 de abril de 2017, impuso una sanción a Rediba por valor de 2.400 millones de pesos, por los incumplimientos de la licencia ambiental del año 2015.
Pruebas aportadas a la Fiscalía permitieron que la Fiscalía imputara cinco delitos a la gerente de la empresa Rediba, Liliana Forero Cala.
La CAS desconoció la comisión de los siguientes delitos probados: contaminación ambiental, daño a recursos naturales, invasión de área de especial importancia ecológica, fraude procesal, ocultamiento y destrucción de material probatorio, escribió el abogado.
Y más adelante escribió que las peticiones de solicitud de la revocatoria de la licencia ambiental a Rediba se sustentaron jurídicamente a la CAS.
Siendo Directora de la CAS la señora Rangel fue capturada por la Fiscalía General de la Nación y asumió como director Juan Gabriel Álvarez el año 2017.
Nuevo Director con obligaciones
Al nuevo Director de la CAS, Juan Gabriel Álvarez, la ley le impone varias obligaciones: La Ley 1333 de 2009 establece que la autoridad ambiental debe imponer sanciones por cada infracción ambiental realizada por el beneficiario de la licencia. Pero Rediba siguió operando.
El Director de la CAS (Álvarez) dio declaraciones a la prensa donde se comprometía a actuar.
A la fecha solo se impuso una sanción de 400 millones de pesos, cuando en rigor debía imponer una multa por más de 6.000 millones y revocar la licencia por cometer delitos ambientales, ratificados por la Fiscalía.
Álvarez incurriría presuntamente en ilícitos como prevaricato por acción, y daño a recursos naturales por omisión, entre otros.
La audiencia de imputación está convocada para el 28 de febrero. En su más reciente columna en Corrillos, Granados encabezó con: “Irregularidad de la CAS al no revocar la licencia del relleno de Rediba, hoy Veolia”.