A escasas dos semanas de las elecciones para elegir senadores y representantes al Cámara, las encuestas privadas -y filtradas-, los análisis de expertos y las cábalas, dejan por fuera de un posible triunfo a varios candidatos considerados ‘fuertes’ en Santander.
Por un lado, la proyectada disminución de curules en los partidos tradicionales, así como el desgaste político de algunas casas políticas, están llevando al elector a buscar una renovación política, lo que podría derivar esa baja sensible en las mismas.
Los casos más emblemáticos de una posible derrota se darían principalmente en los partidos Conservador, Liberal, Centro Democrático y Cambio Radical. Esas colectividades -según los cálculos de expertos- llevarían la peor parte en las justas del 13 de marzo.
Los Aguilar, sin maquinaria por fuera
La candidatura al Senado de José Alfredo Marín por el Partido Conservador, está condenada a la derrota. Al menos así lo expresan los 500 líderes de opinión que participaron en el focus group realizado por la Fundación Observatorio para la Excelencia Pública (FOEP) y cuyos resultados serán publicados por Corrillos en su edición ‘Favoritos 2022’.
Según los expertos, Marín, quien está ‘patrocinado’ por la casa Aguilar, no contará con los votos necesarios para alcanzar una de las credenciales ‘azules’.
Hace cuatro años, los ‘azules’ obtuvieron 15 credenciales al senado, la última obtenida por Soledad Tamayo Tamayo con 59.149. Sin embargo, la colectividad terminó con 13 senadores.
Se calcula que, con la presencia de nuevas coaliciones políticas como el Pacto Histórico y Verde Centro Esperanza y el surgimiento de algunas colectividades como Nuevo Liberalismo, Salvación Nacional y Fuerza Ciudadana; los partidos tradicionales perderán representación en el Senado.
En el caso específico del Conservador, este partido pasará de 15 curules en 2018 a 9 en 2022, lo que significa que, para obtener posibilidades de arañar una de ellas, los candidatos deberán obtener no menos de 80.000 votos.
Aunque es claro que los Aguilar, quienes llevan al hombro a José Alfredo Marín, son fuertes dentro de Santander porque tienen en su poder ‘el lapicero’, pero con lo sucedido con Hugo Aguilar y Richard Aguilar, ambos privados de la libertad; se han visto cortos para buscar por fuera del departamento los 30.000 votos que podrían hacerle falta a su candidato.
La quinta de Durán no será la vencida
El actual senador liberal Jaime Durán Barrera ha sido elegido directamente por cuatro ocasiones como congresista de la República. Su primera elección fue como representante a la Cámara en 2002 y fue reelecto en 2006; luego dio el salto al Senado en 2014 y cuatro años después se reeligió. Pero en 2022 -según los expertos- su proyecto político tiene más posibilidades de hundirse que de triunfo.
Quien conoce al veterano político -quien nació en la escuela del desaparecido Hugo Serrano Gómez- sabe de su trayectoria y de su capacidad política dentro de Santander. Hoy, según él mismo ha expresado a sus más cercanos amigos, maneja con el dedo 26 a alcaldes del departamento -según él- los mismos que le garantizarán una votación no menor a los 40.000 votos.
El problema para Durán Barrera es que su partido -al igual que el Conservador- también sufrirá una disminución en el número de curules en las próximas elecciones. Hace cuatro años el político sangileño sumó 69.487 sufragios con lo cual obtuvo la curul 9 entre 14.
Si se cumple lo expresado por los expertos en el focus group, los ‘rojos’ solo obtendrán 8 credenciales en Senado, para lo deberá buscarse al menos 12 mil votos más por fuera de lo que obtuvo en 2018, tarea que para muchos tiende a ser complicada.
Una fuente cercana a la campaña de Jaime Durán le dijo a Corrillos que la campaña en Santander es positiva, pero por fuera del departamento es un desastre, especialmente porque el candidato de un tiempo para acá ha estado dedicado más a la parranda festiva que a sus deberes como legislador y las tareas propias como candidato.