Por: César Camilo Hernández Hernández/ Las regiones deberán tomar conciencia e iniciar el transito a los proyectos integralmente sostenibles, donde se involucren los aspectos ambientales, sociales y financieros. El mes de febrero empezó con buenas noticias para América Latina y el Caribe, con el lanzamiento de la Coalición de Economía Circular.
Para Colombia, es prometedor el futuro en estas nuevas practicas de economía circular, teniendo en cuenta que es uno de los países del comité directivo, en cabeza del Ministro del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Correa Escaf, lo que permitirá participar en la hoja de ruta con visión regional en la implementación del nuevo modelo.
La Economía Circular, es un paradigma novedoso en el uso de los recursos, disminución de residuos y eficiencia energética. El mundo por muchas épocas ha establecido un manejo lineal, afectando diferentes fuentes como los recursos naturales y combustibles fósiles; es así, que se debe tornar hacia esquemas responsables con el medio ambiente y la sociedad.
Cuando hablamos de este modelo, no es solo enfocarnos en las 4R, Reducir, Reutilizar, Reciclar y Recuperar, la iniciativa es lograr el aprovechamiento integral de los recursos, convirtiéndose en una fuente desarrollo y empleo, cumpliendo con procesos inteligentes y sostenibles.
Un ejemplo de lo aplicable a los diferentes sectores, es en la tecnología, donde ojalá pudiéramos establecer el sistema circular de los aparatos, donde los obsoletos se devolvieran a sus fabricantes, para que ellos pudieran utilizar las partes que sirven y trasformar lo inservible en otros productos de su misma línea.
Este concepto vincula una variedad de instituciones que están convencidas de su implantación en la coalición, encontramos entre otros, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), el Foro Económico Mundial (WEF), por lo tanto hay que llevar la socialización de las medidas a abordar a los diferentes los territorios y sus actores.
El cambio de chip debe provenir de todos los agentes y actividades económicas, productores, comercializadores, gobierno, gremios, academia y principalmente la sociedad que es el usuario final. Debemos salir de ese mundo de recursos de un ciclo de vida, a explorar alternativas de economías donde los productos e insumos son parte de una cadena circular.
Dentro de la reactivación económica y el crecimiento de país, este concepto económico puede inferir en el cambio de rumbo de la producción de las regiones, desde su contexto genera cadena de valor y ventaja competitiva, siendo una motivación del gobierno, empresariado y los mas beneficiados: el ser humano y la tierra.
El compromiso conjunto es por un futuro sostenible y vivible, tal como lo expresa el Objetivo de Desarrollo Sostenible numero 12 de consumo y producción sostenibles. Las acciones dentro del patrón de la economía circular deben estar alienadas con innovación, tecnología, infraestructura y ciencia en los cambios a realizar.
El proceso de la trasformación del pensamiento y actuar de los interesados debe ser resiliente, y aprovechar la cantidad de involucrados en el éxito de la estrategia económica, dentro de un marco de acompañamiento durante la ejecución de las practicas de cada uno de los participantes en los diferentes aspectos.
El cumplimiento del objetivo es abolir o trasformar en gran medida los productos o recursos de un solo uso, y darle un buen manejo a cada una de las partes de forma eficiente, aprovechable y regenerativa, generando una maximización de producción biodegradable y biológica.
Es urgente, por el bien de los hogares de las futuras generaciones y de una concepción empresarial más amigable, empezar a desarrollar procesos de economía circular desde la casa, pasando por la empresa y terminando en el comercio, la tarea es ahora para verla concluida en el futuro.
*Ingeniero Industrial, Especialista en Gerencia de Proyectos y Magister en Administración.
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