La salida de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud fue una de las últimas decisiones polémicas de Donald Trump como presidente y una de las primeras en ser reversadas por su sucesor Joe Biden.
El nuevo titular de la Casa Blanca anunció este miércoles 17 de febrero, a través de su secretario de Estado, Antony Blinken, que pagará más de 200 millones de dólares al organismo por concepto de obligaciones atrasadas y actuales.
Pero más allá del monto, que representa poco menos del diez por ciento del presupuesto anual de la OMS, el pago representa el compromiso de Washington de seguir siendo miembro del organismo multilateral.
Durante una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Blinken subrayó que esta medida «refleja nuestro compromiso renovado de asegurar que la OMS tiene el apoyo que necesita para liderar la respuesta internacional a la pandemia, incluso mientras trabajamos para reformarla».
En julio de 2020, Trump inició el proceso oficial para retirarse de la OMS con el fin de “canalizar los recursos a otras necesidades urgentes”, un proceso que estaba previsto para durar un año. Desde entonces, congeló temporalmente los aportes.