El cónclave más internacional para elegir al sucesor del papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril a los 88 años, inicia este miércoles en el Vaticano. Más de 130 cardenales de 71 países se reunirán en la Capilla Sixtina para votar a un nuevo pontífice.
Jorge Mario Bergoglio diversificó el colegio cardenalicio y ahora África, Asia y América Latina tienen más peso. Entre los 17 sudamericanos habilitados para votar —que deben ser menores de 80 años— solo hay un colombiano: Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá y expresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia.
Rueda nació en San Gil (Santander) hace 63 años. Fue ordenado sacerdote en 1989 y se hizo teólogo en Roma. Durante sus casi 20 años como párroco, lideró iglesias en varios municipios de su departamento natal, como Barichara, Albania o Pinchote. En 2012, el papa Benedicto XVI lo nombró obispo de la diócesis de Montelíbano, un municipio de Córdoba, una de las zonas más golpeadas por el conflicto armado.
Fue allí, en el noreste del país, donde conoció de primera mano los efectos de la violencia. En varias ocasiones, cuando el país debatía la negociación entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y la entonces guerrilla de las FARC, se pronunció a favor de la paz.
Según el arzobispo, la Iglesia católica está “llamada a denunciar” la violencia que produce el narcotráfico o la corrupción. También apoyó a los líderes sociales y a las víctimas del conflicto.
Gracias a esa postura se hizo conocido en la región y en el país, notoriedad que cimentó en 2018 cuando el papa Francisco lo designó arzobispo metropolitano de Popayán, en el Cauca. Se dirigió a otra zona que ha sufrido desde hace décadas los embates del conflicto armado.
Dos años después se convirtió en el líder de la arquidiócesis de Bogotá, la más numerosa del país, con más de 4 millones de fieles bautizados.
El prelado no se corta al hablar de política. Ha sido crítico con algunas de las propuestas del Gobierno de Gustavo Petro. Recientemente, dijo oponerse a la consulta popular que plantea el Ejecutivo para sacar adelante la reforma laboral.
“No me parece prudente realizarla en medio de un ambiente preelectoral”, señaló en una entrevista en la que también defendió que “el principio de la separación de poderes es fundamental” para mantener el Estado de derecho.
A pesar de algunos roces puntuales con el Ejecutivo, Rueda es respetado por parte del sector progresista. Varios gestos lo acercan a la visión que Francisco tenía de la Iglesia: que fuera un espacio abierto para todos.
En la pasada Semana Santa, el arzobispo y cardenal lavó los pies de varias mujeres trans y trabajadoras sexuales, una acción con mucha carga simbólica al haber ocurrido pocos días después de la tortura y el asesinato de Sara Millerey en Bello (Antioquia), un crimen que conmocionó al país.
“Pensando en las últimas mujeres trans que han muerto y que mueren como si hubiera muerto alguien de condición inferior, nos demos cuenta de que toda vida es sagrada”, afirmó.
¿Candidato a Papa?
Rueda, ordenado cardenal en 2023, será el único colombiano presente en el cónclave. Los otros dos cardenales del país, Rubén Salazar Gómez (82 años) y Jorge Enrique Jiménez (83 años) superan el umbral de edad para votar. Aunque por el simple hecho de estar en el cónclave teóricamente puede ser elegido Papa, Rueda descartó esa posibilidad antes de viajar al Vaticano. “La excluyo de antemano porque hay perfiles en la Iglesia, hombres dentro del Colegio Cardenalicio, que tienen una visión más amplia del mundo y de las responsabilidades que hay dentro de la Iglesia”, respondió la semana pasada.
El colombiano no figura en ninguna lista de papables que suelen hacer los medios italianos e internacionales antes del cónclave, a pesar de que siempre puede haber una sorpresa.
Se anticipa que el encuentro que inicia el miércoles será muy polarizado, pues desde ya se delinean dos corrientes: por un lado, los cardenales que quieren seguir el camino iniciado por Francisco de descentralizar la Iglesia y seguir con las reformas internas; por otro, los purpurados que creen que el último pontífice fue muy lejos en su visión y quieren echarle freno. Rueda ha optado por la prudencia y no ha manifestado una afinidad clara.
Controversias
Rueda no ha escapado de las controversias que giran alrededor de la Iglesia católica por los abusos sexuales. Juan Pablo Barrientos, uno de los periodistas que más ha investigado estos crímenes en Colombia, sostiene que es un “encubridor más” del episcopado nacional.
Según el comunicador, el cardenal se ha resistido a facilitar, incluso contratando a importantes bufetes de abogados, los archivos de la Arquidiócesis de Bogotá en los cuales, asegura el periodista, reposan cientos de denuncias contra sacerdotes en la capital.
Cuando se convirtió en cardenal, Rueda respondió en varias entrevistas que iba a trabajar “con transparencia” y que hasta ese momento no habían revelado ninguna denuncia porque “se requiere un riguroso trabajo de revisión para poder poner algo serio en manos de la opinión pública”, según dijo.
La Iglesia no ha divulgado, por iniciativa propia, ningún documento al respecto hasta la fecha.
