Por: Gustavo Herrera Acelas/ Muchos de nosotros pensamos equivocadamente que lo mejor que le puede suceder a nuestra hermana República de Venezuela es una intervención militar americana y no creo que esa es la más apropiada solución, lo único que podría realmente salvar a Venezuela es que el pueblo se arme de valor en una revuelta ciudadana o desafortunadamente con una guerra civil y lo veo lejos por ahora.
Venezuela es un pueblo que sufre pero que es diezmado fácilmente, les falta líderes que logren despertar conciencias, lo peor que le puede suceder a nuestra patria es una intervención americana a Venezuela, aunque no creo que eso vaya a suceder en un futuro próximo, cuando capturaron en Panamá al General Noriega murieron 2.000 civiles y ellos no tenían un solo misil.
El cartel de los soles, conformado por miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela y por el mismo gobierno venezolano y sus secuaces, cuando se vean rodeados, enviarán los Sukhoi y los misiles de alto alcance que tienen en las fronteras, los rusos junto con los chinos han sido los principales proveedores de material bélico a Caracas desde que la Revolución Bolivariana capitaneada por Hugo Chávez llegó al poder. Lo primero que van a hacer, y ya lo ha manifestado Diosdado Cabello, en ese caso, es armar el conflicto en Colombia y desafortunadamente tienen como hacerlo.
China y Rusia los armaron con misiles de alto alcance; el ejército colombiano es uno de los mejores del mundo en guerra de guerrillas con una experiencia de 60 años de conflicto interno, pero digámonos la verdad, no tiene la logística necesaria para combatir una guerra regular, el batallón antiaéreo más cercano es el de Barrancabermeja, el Nueva Granada y tiene las caucheras de hace 50 años para bajar avionetas, las guerras las pierden los más pendejos, bastantes problemas tenemos internamente para andar comprando peleas por los vecinos.
Por andar peleándonos entre cachiporros y godos en la Guerra de los Mil Días, terminamos perdiendo el departamento más próspero que tenía el país como era Panamá en 1903 y el que ganó la pelea, Estados Unidos, lleva 100 años de usufructo del canal y ahora volvieron y lo tomaron otros 100 años más. Quien no conoce la historia, está condenado a repetirla.
Estados Unidos nos indemniza en ese tiempo con 24 millones de dólares y se tardó 20 años en entregarlos a puchos y nuestros grandes políticos colombianos se los comieron creando ferrocarriles nacionales y después ellos mismos lo burocratizaron y lo acabaron. USA es experta en armar conflictos fuera de su territorio para tomarse la economía.
A propósito de Venezuela, primero quiero aclarar que no es xenofobia, simplemente es un tema de salubridad pública y solidaridad. Hoy se encuentran más de 700 venezolanos hacinados en el Parque del Agua y sus alrededores, fuera de los que deambulan por toda el área metropolitana. ¿De qué nos sirve que implanten el pico y cédula para los bumangueses y el toque de queda para los colombianos residentes en el territorio nacional si los extranjeros pueden transgredir la norma sin que nadie los regule? ¿Quién obliga a pagar un comprendo a un extranjero o a castigarlo?
Hoy es urgente enviar buses al Parque del Agua para enviar a los venezolanos residentes en Bucaramanga a la frontera con Venezuela y así se lo agradecerían las familias de estos humanos y nosotros los bumangueses, es lo mejor que puede hacer para nuestra ciudad, mientras nos quejamos que el 30% de la salud pública es para atender esta población y que sólo para el sector salud de Bucaramanga el presupuesto es de $2 mil millones anuales que salen de las arcas municipales y nacionales, esto sin contar los demás problemas que nos ocasionan en lo laboral y en la economía regional.
La pandemia nos debe enseñar que para que nuestra economía se estabilice debemos garantizar los mínimos vitales a nuestra sociedad. Cada nación debe asumir la paternidad de sus conciudadanos. Nosotros hemos sido solidarios, pero ya es el momento de hacer un alto en el camino y que cada quien asuma su responsabilidad. Señor alcalde actúe.
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