Por: Manuel Fernando Silva Tarazona/ En una mañana fría de la ciudad santandereana, me encontraba en la quinta hora de sueño, cuando una alarma me despertó repentinamente, entre los pensamientos de romper el despertador y acordarme que en 3 horas salía mi vuelo hacia Buenos Aires, Argentina, me levanté y me preparé para emprender rumbo a una nueva experiencia a la cual el canal me envió para cubrir esta noticia.
Luego de la escala en Bogotá, me topé con muchos argentinos en el vuelo y aproveche para darle vía libre a mi curiosidad, comencé con un argentino que lo toco al lado mío en el vuelo, le pregunté a que ciudad se dirigía y me dijo que iría a Rosario, dado que en las “pequeñas” ciudades la situación está mucho más estable que en las grandes ciudades como Buenos Aires, mi curiosidad me mató y proseguí a preguntar que cual era esta “difícil” situación, el comentó que en la capital la escasez de comida llegó a tal punto que cuando el gobierno va a suministrarles las carnes frías, los ciudadanos procedían a robar el mismo camión y apropiarse de esta suministración y hacer negocio, se ha visto casos de canibalismo y un aumento en las tasa de suicidio, cosa que es similar en todo el país, solo que en este caso, Rosario contaba con campos amplios lo cual calmaba el hambre de los ciudadanos y sumándole a una buena gestión del alcalde, se ha logrado estabilizar la situación pero de igual forma cuando se retrasa unos días la entrega de estos alimentos, es probable ver en las calles que desaparecen desde animales hasta seres humanos, esto me sorprendió de sobremanera así que guarde mi impresión y proseguí a tomarme un somnífero para poder soportar el viaje.
Al llegar lo primero que me topo al bajarme del avión es una supuesta protesta entre los llamados “Insurgentes” en contra de la fuerza pública argentina, mi equipo de producción me tomó de la mano y me llevaron a donde el chofer que nos estaría esperando para llevarnos al hotel donde nos hospedaríamos, en camino hacia el hotel podríamos ver como en las calles de Buenos Aires se presentaban imágenes dignas de una película, niños caminando en 4 patas y comiendo un animal crudo, solo veíamos sus caras manchadas de sangre fresca, cual depredador con su inofensiva presa, al bajarnos del carro para entrar al hotel, vimos que este mismo, estaba militarizado, porque en ningún sector fuera de alta o baja clase, se evitaba la violencia, entonces este hotel se hospedan figuras públicas y prensa.
Al día siguiente salimos hacer el recorrido escoltados por 4 militares, para poder irnos esa misma noche, los militares nos dirigieron a una plaza para poder documentar lo que sucedía en esta, pudimos ver como todo estaba devastado y familias enteras vivían en campamentos y hacían guardias para que así su familia durmiera tranquila, es muy común ver a todos armados, pero lo que me descabello, fue la siguiente escena, un joven me miro y me dijo que lo siguiéramos, mi equipo y los militares lo seguimos, el joven se dirigió a donde antes se hacía llamar “Teatro Nacional” pero el cual ahora lo único que presentaba en su cartelera eran torneos a muerte, donde los caídos eran arreglados para su consumo y para los mejores postores, también subastas de diferentes personas, cadáveres y animales para su consumo o placer sexual, nos bastó 5 horas para documentar todo esto y sin devolvernos por nuestras maletas al hotel, preferimos irnos como estábamos del tal territorio de guerra, producido por un autoritarismo ejercido desde el gobierno, el cual con sus decisiones devolvió a sus ciudadanos a una época medieval y atroz.
…
*Estudiante
Facebook: Manuel Silva
Twitter: @soymanuelsilva_
Instragram: manuel_fsilva