Por: Reinaldo Pérez Flórez/ La moral, la ética y la indignación en nuestra ciudad bonita son de corto plazo, la deshumanización de la función publica es el pan de cada día, algunos opinadores de oficio desde sus alcantarillas digitales se encargan de capitalizar situaciones que avergüenzan a toda nuestra sociedad, el problema es que la indignación es pasajera, todos olvidamos demasiado rápido, la emoción es acorde al titular, pero al final nadie es capaz de comprometerse, nadie hace lo suficiente.
Este fin de semana se revivió el caso en el que un comisario de familia en el barrio la Joya agredía a una mujer que lo estaba grabando con su celular, medio país se escandalizo, claro tienen toda la razón; las alcantarillas digitales sacaron todo su arsenal, el populismo con sus sicario digitales sumaron seguidores a los liderazgos caudillistas, todos se convirtieron en feministas, pero al final no paso nada, si a esos liderazgos les interesara el tema, la sanción disciplinaria para este funcionario no habría permitido que el comisario se presentara a otro concurso, que por “merito” gano.
Para el común denominador de la ciudadanía, el “merito” debe estar su capacidad de servicio, en el manual de funciones no debe estar el agredir a sus usuarios, la pregunta es, ¿las agresiones en la ruta de atención a la mujer son nuevas? Claro que no lo son, el concurso de “méritos” le ha entregado a la ciudad funcionarios desastrosos, el mérito académico y la experiencia es fundamental para un servidor público, pero la ética y la moral también lo son, el caso del comisario del barrio la Joya deja el tema al descubierto, excelente calificación académica en el concurso, buena experiencia en los cargos, ¿y la ética y la moral qué?
Hasta hace poco existía un comisario de familia en la Casa de Justicia del Norte, quien en su despacho recibió a una joven que le decía “me van a matar”, varias veces estuvo haciéndole la denuncia, su familia responsabiliza al comisario de su muerte, el asesinato de esta joven fue de los más sonados en el país, la brutalidad con la que fue asesinada en el barrio Colorados de la ciudad nos avergonzó a todos como sociedad, según la familia este comisario que estaba en su cargo por concurso, le daba prioridad a las pretensiones del victimario y no a la petición de protección de esta joven madre, “me van a matar, ayúdenme”, nuestra moral es cortoplacista, se que muy pocos recordaban este caso.
Este comisario de familia hace parte de la ruta de atención a las mujeres que son victimas de violencia intrafamiliar, otra dama fue a buscar la ayuda de este funcionario empoderado en su cargo gracias al concurso de “méritos”, la señora de muy bajos recursos, victima de la ola invernal y que pudo acceder a su vivienda gracias a un subsidio del Estado, denuncio a su compañero sentimental, el maltrato físico y emocional era el pan de cada día, el alcohol era el común denominador de las peleas, esta dama pensó que el techo seria su refugio, su apartamento termino siendo el refugio de su victimario y su amante.
Este comisario de familia actuando en (equidad), según él, para proteger la vida de la señora, esta debía abandonar el apartamento ya que su vida corría peligro, sacándola de su casa y dándole prelación al victimario, quien según la señora, cada vez que estaba bajo los efectos del alcohol, la golpeaba y la maltratada, la señora ya no vive en el apartamento que le entrego el Estado, ahora vive prácticamente de la caridad de su familia, pagando arriendo en una habitación en la comuna numero 14 de la ciudad.
Nuestra indignación no debe ser de corto plazo, en Francia la fraternidad es uno de los pilares de su democracia, (liberté, égalite, fraternité) esta consiste en que realmente me importe lo que suceda con los demás, si existe una vulneración de derechos debemos solucionarlo, la indignación no puede ser producto de la moda mediática o porque sea electoralmente correcto, si las rutas de atención a las mujeres victimas de violencia intrafamiliar nos importaran, el comisario que saco de su propia casa a la mujer maltratada para darle prelación a los derechos de su victimario y que pudo haber evitado el asesinato de la joven madre en el barrio Colorados, no estaría disfrutando de su nuevo cargo en una comisaria del municipio de Floridablanca.
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*Abogado, Especialista en Derecho Constitucional y Especialista en Derecho Administrativo.
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