Por: Javier García Gelvez/ El salario emocional comprende todos aquellos elementos no monetarios que las empresas ofrecen a sus empleados para mejorar su bienestar, satisfacción y compromiso desde la flexibilidad horaria y el teletrabajo hasta la formación continua, el reconocimiento público y la creación de un ambiente laboral agradable, el salario emocional busca satisfacer las necesidades emocionales y psicológicas de los trabajadores, más allá de las económicas.
En Colombia, las empresas están comenzando a entender la importancia del salario emocional como una herramienta estratégica para mejorar el desempeño de sus colaboradores, los empresarios locales están implementando prácticas de salario emocional y cuantificando su relación con la productividad.
El impacto del salario emocional se evidencia en los beneficios mutuos tanto para las empresas como para los empleados, las organizaciones que implementan estas prácticas experimentan un aumento en la productividad y la calidad de sus productos o servicios, gracias al mayor compromiso y satisfacción de sus colaboradores; además, reducen el ausentismo y la rotación de personal, lo que se traduce en un ahorro significativo en costos de reclutamiento y capacitación.
La pertenencialidad laboral hace que el empleado mejore su reputación como un excelente lugar para trabajar, atrayendo y reteniendo a los mejores talentos, por otro lado, los empleados se benefician de un mayor bienestar, un ambiente de trabajo agradable y oportunidades de desarrollo profesional, lo que fortalece su sentido de pertenencia y aumenta su motivación.
El salario emocional enfrenta diversos desafíos; uno de los principales es la persistencia de culturas organizacionales tradicionales, fuertemente arraigadas en la jerarquía y orientadas a resultados a corto plazo, esto dificulta la adopción de prácticas que priorizan el bienestar y la satisfacción de los empleados.
También, la medición del retorno de la inversión en salario emocional resulta compleja, ya que sus beneficios, como la mejora en el clima laboral o la reducción del ausentismo, no siempre son fácilmente cuantificables y por último, la desigualdad en la aplicación de estas prácticas es evidente, pues no todas las empresas cuentan con los recursos necesarios para implementar programas de bienestar integral, lo que genera brechas en las condiciones laborales y limita el alcance de esta iniciativa.
Las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) enfrentan desafíos particulares en la implementación del salario emocional, por un lado, sus estructuras organizacionales más planas y recursos limitados pueden facilitar la adopción de prácticas flexibles y personalizadas, sin embargo, la falta de recursos humanos especializados y la necesidad de centrarse en la operación diaria pueden dificultar la implementación de programas formales de bienestar.
Muchas PYMEs operan en sectores altamente competitivos, lo que puede limitar su capacidad para invertir en beneficios no monetarios, a pesar de estos desafíos, las PYMEs pueden implementar prácticas de salario emocional de bajo costo, como el reconocimiento público, la flexibilidad horaria y la creación de un ambiente de trabajo colaborativo, lo que les permitirá mejorar la satisfacción de sus empleados y fortalecer su cultura organizacional.
El salario emocional es una tendencia global que está transformando el mundo del trabajo, las empresas que quieran ser competitivas y atraer a los mejores talentos deben invertir en el bienestar y desarrollo de sus empleados, para ello, es necesario adoptar una visión a largo plazo, fomentar una cultura organizacional positiva y diseñar programas de salario emocional personalizados y adaptados a las necesidades de cada empresa y de sus colaboradores.
Hay evidencias del impacto directo en la salud mental al reducir el estrés, aumentar la satisfacción laboral y fomentar un equilibrio entre la vida personal y profesional, el salario emocional ayuda a sentir más felices y realizados a los trabajadores; empresas que invierten en el bienestar de sus empleados no solo obtienen colaboradores más comprometidos y productivos, sino que también construyen un ambiente de trabajo más sano y agradable.
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*Contador Público, Especialista en Revisoría Fiscal y Magister en Gestión de la Tecnología Educativa.
