Por: Milton Villamizar Afanador/ Con mucha preocupación, he visto como algunos adolecentes en el afán de creerse mayores, crean comportamientos que no solo no son acordes a su edad cronológica y psíquica, sino que vienen acrecentándose en los códigos de silencio que se imponen ellos mismos en los establecimientos educativos, para no terminar siendo objeto de burlas o de bullyng de sus pares compañeros.
Uno de ellos es el uso de cigarrillos electrónicos o Vaper, donde en los pasillos, en los baños de los establecimientos educativos, se reúnen a “vapear” entre varios de ellos, sin pensar siquiera en las consecuencias dañinas para su cuerpo, especialmente sus pulmones y cerebro.
Esto lo hacen secundados lamentablemente por el internet, donde a través de sus teléfonos inteligentes y en el uso de videos, pues ven a jóvenes de otros países u otros lugares de Colombia, con esas actitudes que lejos de servir como ejemplo a los niños y adolescentes, les causan grave daño a su salud física y mental.
Y es muchos niños y niñas, por emular a sus “líderes de barro”, vienen empezando a adquirir estos cigarrillos a través de las empresas de plataformas tecnológicas y llegan a sus casas o al mismo colegio a través de domicilios que ellos mismos buscan; pero en otras ocasiones son alumnos mayores y de grados más altos de escolaridad, quienes llevan estos cigarrillos a los colegios, los distribuyen y venden a sus compañeros y a adolescentes menores sin imaginar el daño tan grande que les están haciendo.
Es una situación social que está empezando a ser usada por los niños y jóvenes a escondidas; pero que si nosotros los padres de familia, a través del dialogo, el llamado de atención y de correctivos cuando sea necesario, no le paramos bolas o le ponemos freno, tendremos próximamente niños, niñas y adolescentes dando el primer paso al vicio de la nicotina a través del cigarrillo de moda el Vaper y Dios no quiera no sabemos hasta donde puedan llegar después.
Es necesario que en los colegios, a través de la coordinación de psicología, se hagan las investigaciones internas, llamados de atención y sanciones de acuerdo a sus reglamentos a quienes hacen uso de este artefacto, pero especialmente a los alumnos que lo están comercializando, pues se está generando un enorme daño a la niñez y a la adolescencia; quienes por capricho o por creerse grandes, creen que consumir nicotina; “vapear” no causara efectos desastrosos en el cuerpo, cuando se sabe claramente que la nicotina como sustancia química que es, genera un poderoso efecto en el cerebro cuando se fuma produciendo placer o reduciendo los sentimientos de ansiedad, pero con consecuencias devastadoras en el cerebro pues al ser un sedante produce placer y relajación, pero al mismo tiempo eleva la presión arterial, el ritmo respiratorio y el ritmo cardiaco, generar tos, cáncer de pulmón, ataque cerebrales; es decir, el daño es mucho en la salud de nuestros niños y niñas.
Por eso pedimos desde esta columna de opinión a las autoridades educativas, a las autoridades de los establecimientos públicos y privados actuar en favor de nuestros niños y niñas; incluso a hacer revisiones periódicas de lo que los jóvenes cargan en sus morrales, no podemos so pretexto de la violación a la intimidad, permitir que nuestro niños y jóvenes se estén enviciando hoy con nicotina, mañana con otras sustancias peores, y que los autores de este vicio sean estudiantes mayores, que por mostrar un liderazgo o crear un “negocio” estén vendiendo y comercializando estos vaper al interior de los colegios o escuelas sin ningún límite; pues lo cierto es que es prohibido hacerlo; lo que se puede convertir en un delito frente a la ley de infancia y adolescencia 1098 de 2006.
Se debe tener autoridad y, garantizando el debido proceso imponer las sanciones a que haya lugar, para que conozcan que en los colegios hay normas y reglamentos que se tienen que cumplir y que no se es rey de burlas estos códigos.
Ojo, esto está pasando hoy en los colegios públicos y privados, alertas padres de familia, alertas directivas de colegios, alertas secretarias de educación, puede convertirse en un problema de salud pública si no se actúa a tiempo. Solo quienes somos padres, nos duele en el alma situaciones como estas y que la respuesta sea el silencio del estado.
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*Abogado, especialista en Derecho Administrativo, Derecho Contencioso; Contratación Estatal; Derecho Penal; Gerencia en Salud y Maestría en Derecho Administrativo.