El multimillonario Elon Musk subió este 20 de enero, en la investidura de Donald Trump, al escenario del Capital One Arena, en Washington, entre grandes ovaciones, agitando los brazos y gritando: «Sííííí».
«Esta no fue una victoria común y corriente. Fue una encrucijada en el camino de la civilización humana», afirmó. «Esto realmente fue importante. ¡Gracias por hacerla posible! Gracias», afirmó.
Se mordió el labio inferior y se dio un golpe con la mano derecha sobre el corazón, con los dedos bien abiertos, y luego extendió el brazo derecho hacia arriba, con énfasis, con la palma hacia abajo y los dedos juntos. Luego se dio la vuelta e hizo el mismo gesto con la mano hacia la multitud que estaba detrás de él.
«Mi corazón está con ustedes. Es gracias a ustedes que el futuro de la civilización está asegurado», dijo. Sus ademanes fueron rápidamente analizados en línea.
«¿Elon Musk hizo una seña de identidad en la toma de posesión de Trump?», preguntó el Jerusalem Post.
La Liga Antidifamación, que hace un seguimiento del antisemitismo, no estuvo de acuerdo.
«Parece que @elonmusk hizo un gesto incómodo en un momento de entusiasmo, no un saludo nazi, pero, una vez más, entendemos que la gente esté ansiosa», publicó el lunes.
Musk recurre a la ironía para salir del paso
Los portavoces de Musk y Trump no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
Sin embargo, el magnate reaccionó de forma irónica el martes, sugiriendo que sus críticos hacen «mejores trucos sucios». «Francamente, necesitan mejores trucos sucios. El ataque de ‘Todos son Hitler’ está muy desgastado», dijo, en un mensaje publicado en su plataforma X.
La noche anterior, poco después de su discurso, Musk publicó en su red social X un videoclip de Fox con fragmentos de la alocución, que se cortó desde el podio cuando hizo el primer gesto frente a las cámaras. «El futuro es muy emocionante», escribió encima.
Algunos usuarios de X salieron en defensa de Musk , afirmando que Musk estaba expresando «mi corazón está contigo» y criticando las publicaciones que sugerían lo contrario.
Musk ha respaldado al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), un partido antiinmigración y antislámico que los servicios de seguridad alemanes califican de extremista de derecha, en las próximas elecciones nacionales. A principios de este mes, presentó una transmisión con el líder del partido en su plataforma de redes sociales.
Trump no jura sobre la Biblia
En otro episodio de la jornada, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prestó juramento el lunes con su mano derecha levantada, pero sin colocar su mano izquierda sobre las dos Biblias que su esposa Melania sostenía mientras estaba a su lado.
Según los académicos, el aparente descuido no tiene consecuencias prácticas, pero despertó curiosidad en internet.
A pesar de la pompa de la inauguración y de un discurso estimulante, lo más buscado por los estadounidenses en Google el lunes por la tarde en relación con Trump fue que no puso la mano sobre la Biblia, que contiene las escrituras sagradas de los cristianos y los judíos.
Lo que un presidente entrante jura sobre una Biblia no es relevante para asumir el poder, afirmó Jeremi Suri, profesor de Historia de la Universidad de Texas en Austin y experto en presidencias.
“No hay nada en la Constitución que diga que el presidente tiene que relacionar esto con Dios de ninguna manera”, advirtió. “El juramento es con la Constitución”.
«No creo que tenga ninguna influencia en el hecho de que preste juramento», añadió. Añadió que la Constitución permite que un presidente entrante preste juramento o atestigüe. Los padres fundadores de Estados Unidos «dejaron abierta la posibilidad de que lo haga alguien ateo», puntualiza Suri.
