Por: Renato Baldovino Guevara/ La mayoría de colombianos alguna vez en su vida han pensado en invertir dinero en un proyecto en la zona rural, ya sea agrícola, pecuario, artesanal, piscícola, agroindustrial, gastronómico, habitacional o ecoturístico; muchas veces sin el compromiso de tener que habitar permanentemente en ella. Plan que surge como alternativa para obtener unos recursos adicionales y de paso disfrutar de las bondades que nos da “la vida en el campo”, así sea de visita los fines de semana o en las temporadas de cosecha.
Algunas personas tienen algún tipo de afinidad con el sector agropecuario, ya sea porque sus padres o abuelos tienen o han tenido finca, viven en centros poblados rurales, estudiaron alguna carrera relacionada con el sector o simplemente quieren arriesgarse a emprender un proyecto productivo, ecológico y sostenible.
Sin embargo, a la hora de tomar decisiones para estructurar el plan de negocios, comienzan a aparecer esos detalles que pronto se convertirán en elementos claves para finalmente apostarle o no al negocio, como la ubicación, el estado de las vías, la presencia de agua, el orden público, el valor del metro cuadrado o hectárea, la topografía entre otros.
Luego de este análisis viene la evaluación de otras variables como el tipo de producción, presupuesto, mercado, clima, créditos, financiación, subsidios, mano de obra y comercialización. Es en este punto donde el emprendedor se da cuenta que tan cerca está de hacer realidad su sueño y comprende la viabilidad de su proyecto.
Los casos de aquellas personas que ya viven en la zona rural y quieren comenzar algún tipo de emprendimiento, poseen una ventaja porque ya conocen los riesgos a los que se van a enfrentar y pueden tener la capacidad de minimizarlos, de esta forma cada peso que invierten en un nuevo proyecto tiene altas probabilidades de éxito.
Lo importante es advertir que aquellas personas que se atreven a iniciar una empresa rural deben asesorarse por quienes están vinculados y tienen experiencia en este sector; si no lo hacen, lo más probable es que fracasen en el intento. Otra cuestión es invertir en un proyecto habitacional ya sea condominio campestre o lote para construir, ubicados en las afueras de los centros poblados, en donde se garantice una buena inversión a precios razonables para vivir o rentar.
En cualquier caso, los recursos destinados a este tipo de proyectos, tienen un objetivo compartido entre generar utilidades y disfrutar de las riquezas que nos da la naturaleza y es en este punto donde muchas personas se arriesgan a emprender sin importar la consecuencias de una o varias decisiones erróneas. Aunque es difícil calcular, sería interesante conocer el porcentaje de éxito y sostenimiento en este tipo de iniciativas en nuestro país.
Para la población joven que habita en zona rural, existen algunas estrategias ofrecidas entidades del Estado que les ayudan a emprender sus proyectos a través de subsidios directos como el programa “Campo Emprende” del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, en el cual se ofrece capital semilla para la creación de empresa.
El programa “Núcleo E” para acompañar y financiar a emprendimientos desarrollados por la población vulnerable es ofrecido por Innpulsa Colombia, una agencia para el emprendimiento y la innovación del gobierno nacional. Y el Servicio Nacional de Aprendizaje – Sena, tiene el programa “Emprende Rural” en el cual se ofertan cursos de emprendimiento y hacen acompañamiento en la formulación de proyectos productivos agropecuarios y agroindustriales.
Esta variedad de programas y subsidios se suman a muchos otros ofrecidos por la empresa privada y entidades de cooperación internacional, dirigidos no solo a jóvenes rurales sino también a población de escasos recursos, estudiantes, desplazados, entre otros. Pero también las personas del común, pueden acceder a las líneas especiales de crédito para este tipo de proyectos que disponen los bancos, incluyendo la compra de tierras.
Las personas que quieran emprender en el sector rural deben entender que existen riesgos predecibles e impredecibles como en todo proyecto, lo importante es tener una asesoría que le permita planificar de manera adecuada los recursos disponibles. Colombia necesita que más personas inviertan y generen productividad en un sector clave para el desarrollo y la seguridad alimentaria.
*Ingeniero Agrónomo y Magister en Desarrollo Rural
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