La incitativa, según el representante Víctor Manuel Ortiz Joya, tiene como propósito incluir al Puerto Petrolero dentro del régimen especial en materia tributaria que establece el Plan Nacional de Desarrollo 2018 -2022, “Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad”, del presidente Iván Duque.
“El propósito original del artículo 268 de la ley 1955 de 2019 (Plan Nacional de Desarrollo 2018 -2022) es atraer inversión y la generación de empleo en los departamentos y ciudades que son ZESE, y así contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida de la población de Norte de Santander, La Guajira, Arauca y, con la presente propuesta legislativa se extendería al departamento de Santander”, explicó Ortiz Joya.
A criterio del congresista, la Ley 1955 definió un régimen tributario especial, lo cual tiene por objetivo atraer la inversión nacional y extranjera a través de la generación de empleo. “La norma las denominó Zonas Económicas y Sociales Especiales (ZESE), la cual está compuesta por los departamentos de La Guajira, Norte de Santander, Arauca y las ciudades capitales de Armenia y Quibdó”, agregó.
En este marco, la Ley estableció que el principal beneficio de las ZESE es la tarifa general de renta del 0% por los primeros 5 años y del 50% de la tarifa general de renta durante los cinco años siguientes.
“Serán beneficiarios de este tipo de régimen tributario especial aquellas sociedades comerciales constituidas en la ZESE dentro de los tres años siguientes a la entrada en vigencia de la ley (25 de mayo de 2019) o las sociedades comerciales existentes constituidas bajo cualquiera de las modalidades definidas en la legislación vigente, que se encuentren ubicados en el territorio ZESE”, aclaró el autor del proyecto.
Indicó que, para el éxito del beneficio, esas sociedades comerciales deben demostrar aumento del 15% del empleo directo generado y mantenerlo durante el periodo de vigencia de aplicación del régimen tributario, el desarrollar la actividad económica dentro del territorio de la ZESE y que la mayor cantidad de sus ingresos provengan del desarrollo de actividades industriales, agropecuarias, comerciales, turismo o salud.
El Representante recordó que, aquellas sociedades comerciales que demuestren estas condiciones podrían acogerse al régimen especial tributario ZESE actualizando, –mediante autogestión– el RUT en la columna 89 (Estado actual) con el registro del código 109”.
¿Qué son las ZESE?
La zona económica y social especial (ZESE) son un impulso para las regiones beneficiarias, puesto que tal como afirmó Diana Caicedo, directora ejecutiva de la agencia de promoción de inversión Invest in Armenia, permitirían “el establecimiento de nuevas empresas que dinamizarán no sólo el empleo sino que traerán know how (saber hacer) a la región, permitirán la diversificación de las exportaciones y generarán una dinámica económica positiva para Armenia”.
Agregó que, a través de la ZESE, en su caso, Armenia, se consolidará como una metrópoli que apuesta proactivamente a la llegada de inversión nacional y extranjera en los cuatro sectores identificados como potenciales: industrias 4.0., turismo, agronegocios y logístico”.
En este sentido -recalca el congresista de Santander, Víctor Ortiz- se puede afirmar que las regiones beneficiadas de las ZESE esperan que con el avance de esta Ley se genere un impulso significativo, a saber, la posibilidad de mayor inversión nacional y extranjera permitiría una consolidación del tejido económico de las regiones y con ello, se impactaría positivamente en el mercado laboral para toda la población y la mejora en la calidad de vida.
No obstante, esta oportunidad depende particularmente del esfuerzo local en una articulación con la nación, pues cada región conoce sus fortalezas y potencialidades, como lo afirmó la Vicepresidenta de la República, Marta Lucia Ramírez, “la experiencia y la academia han demostrado que el crecimiento económico no depende exclusivamente de los incentivos tributarios que se generen, sino que aglomera un conjunto de factores en donde del cuarteto de academia, autoridades locales, ciudadanía y sector privado, juegan un papel armónico que tiene la capacidad real de identificar las apuestas claves de la región para ampliar el tejido empresarial y las posibilidades de generar producción competitiva en el mercado local e internacional”.
De allí, que la articulación institucional y la sociedad civil es fundamental para los desarrollos adecuados. Es por ello, que el proyecto tiene el apoyo de la bancada santandereana y el alcalde Alfonso Eljach.
¿Por qué Barrancabermeja?
Según lo expresa la ponencia para segundo debate, el congresista Víctor Ortiz junto con la bancada santandereana, se tuvo en cuenta Barrancabermeja por sus características económicas y sociales.
“(…) Es una zona geográfica privilegiada porque por ella pasa los oleoductos, la troncal del Magdalena que une el centro con el norte del país, el cable óptico y, el Río Magdalena que la acompaña en toda su extensión territorial, siendo este la arteria fluvial más importante y estratégica del país. Al tener una artería fluvial de suma relevancia nacional como lo es el río Magdalena, la ciudad cuenta con un terminal portuario multimodal Impala el cual ha diversificado la economía y donde se logra llevar hacía diferentes sectores del país e incluso del mundo, carga seca y líquida. Su posición le permite ser el eje de las carreteras que une las ciudades andinas.
Esta ciudad antes de convertirse en punto de referencia por la instalación del complejo petrolero en el siglo XX, fue un punto de tránsito y paso de transporte, comunicación y comercio de diferentes zonas de Santander. Sin embargo, con la aparición del petróleo, el puerto de Barrancabermeja dejó de ser un sitio de tránsito, lo cual ha significado que la vida de la región comenzó a girar alrededor del petróleo. A tal punto, que de acuerdo con la Cámara de Comercio de Barrancabermeja su economía es altamente dependiente de la industria del petróleo debido a que en este municipio se encuentra localizada la refinería más grande del país propiedad de Ecopetrol S.A. Según estimaciones la industria del petróleo le aportaba a la economía de la ciudad un 70%, los cuales representan 10,5 billones de pesos.
Por esta dependencia, la estructura económica y social está ampliamente determinada por este sector. Las connotaciones que surgen a raíz de la alta dependencia económica que el municipio posee de este sector como ancla de la economía local, donde todos los recursos y factores de producción fueron abocados, en su mayoría, a la industria del petróleo, generando como resultado una economía poco diversificada e incapaz de responder positivamente a las dinámicas oportunas de alto impacto.
Sin embargo, la volatilidad-calidad del precio del petróleo y la crisis que ha tenido que soportar el sector petrolero a nivel mundial desde el 2014, y durante el 2020 por la pandemia generada por el coronavirus, ha repercutido de manera significativa en la estructura económica y social del municipio de Barrancabermeja. Esto a pesar que Barrancabermeja para el 2013, según el DANE, era la sexta economía luego de Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena y Barranquilla, por delante incluso de Bucaramanga que quedó séptima en tal medición.
Esta dependencia está repercutiendo en la estructura social y económica. Ante ello, se requiere un cambio de mentalidad, con un estímulo (como es ZESE) para fortalecer y diversificar la economía de la ciudad, lo cual implica la posibilidad de atraer inversión, generar empleo y mejorar la calidad de vida. Es por ello que la ZESE podría ser, si articulamos institucionalmente esfuerzo y la sociedad civil, una diversificación económica como un nuevo modelo productivo capaz de enfrentar las crisis y el cambio mundial del petróleo a otras fuentes.
De igual manera, es importante considerar que Barrancabermeja ha sido históricamente impactado por la violencia por parte de diferentes actores armados que han sido responsable de un sin número de hechos violentos. Esto en un contexto nacional y regional que según el BID (Alvarado, 2018) para el año 2018 Latinoamérica fue la región más violenta del mundo con un 39% de homicidios. Esto es relevante dado que resaltar que la inseguridad y la violencia no solamente afecta el ejercicio del Estado de derecho y la democracia, posee también consecuencias negativas en el terreno socioeconómico, más aún, estas condiciones de violencia, y su afectación a la económica, repercuten negativamente en los diferentes sectores de la sociedad. sin embargo, afectan diferencialmente de forma más profunda a las poblaciones más vulnerables, exacerbando condiciones de pobreza y marginación social.
En este panorama podemos referirnos a que según el DANE para 2018 reportó que 11,61% de las personas de la ciudad se clasifican como pobres según el índice de Necesidades Básicas Insatisfechas -NBI, en tanto que el 1.81% estaba en situación de miseria. Así mismo, señalo que el Índice de Pobreza Multidimensional -IPM muestra que el 26,4% de los hogares de Barrancabermeja son pobres, mientras que en Santander este porcentaje se ubicó en 12.9%. Al desagregar por zonas, se identifica que la incidencia de la pobreza medida por este indicador es más alta en zonas rurales (28,8% en Barrancabermeja mientras que 27,7% en Santander) que en zonas urbanas (26,1% en Barrancabermeja frente a 8.3% en el departamento.
Respecto al tema de empleo se encuentra que las personas ocupadas fueron un poco más de 70 mil para 2018, el 56,2% correspondiente a hombres en edad adulta, como se evidenció en los cuadros anteriores. La mayoría de estas personas trabajan en los sectores Comercio, hoteles y restaurantes (31%), Servicios comunales, sociales y personales (26%) y Transporte, almacenamiento y comunicaciones (9%), esta situación significa que se convirtiendo a las actividades informales en un renglón considerable dentro de la estructura de la economía local.
De acuerdo a las mediciones de la Cámara Barrancabermeja en el 2016 llegó a una tasa de desempleo del 23%, y a niveles de pobreza muy altos que superan el 40%. Para el 2019, de acuerdo con los resultados DANE la tasa de desempleo en Barrancabermeja se ubicó en el 20,9%, lo que implicó una reducción de 2,2 puntos porcentuales en este indicador frente al registro de 2018, donde se ubicó en 23,1%. Sin embargo, esto era un porcentaje alto considerando que en ese momento el promedio nacional fue de 10,9%, es decir, casi el casi el doble.
Otro aspecto relevante, es que, de acuerdo con la Cámara de Comercio de Barrancabermeja, en el 2016 se generó un mayor número de empresas insostenibles, por lo tanto, deben salir del mercado, afectando la generación de empleo (…)”.