Por: Carlos Andrés Mahecha Silva/ Ya casi se termina el primer mes de 2019, un mes en donde el país no tiene claridad de lo que ha de venir, las entidades públicas llenas de incertidumbre ya que sienten que el gobierno no termina de aterrizar en una administración pública que está estancada, confundida. Ya que mucha de la contratación necesaria no se ha dado torpedeando procesos y perjudicando cientos de colombianos.
Un mes en donde se ha sabido grandes escándalos al mejor estilo de James Bond con cianuro, evitando que se sepa la verdad y posibles responsabilidades del señor Sarmiento Angulo, donde como fiel escudero encontramos a un fiscal desprestigiado por abusar del poder.
Ahora un atentado a la escuela de policía que opacó todas las investigaciones de caso Odebrecht y otros cuantos que estaban pasando por aquellos días; dudas, preguntas, etc., claro porque lo que es mal nunca saldrá bien por más que se planifique, cada quien tendrá su opinión.
Es preocupante cómo el gobierno sigue buscando qué empresa pública o en las que participa como socio vende -según para cuadrar el déficit que tenemos- generando cada vez más menos participación pública en negocios que generan utilidades. Bueno mal o bien son estilos de gobierno y no es raro, la verdad se espera.
Creo que ya sabemos cómo van a estar las cosas, no queda más que seguir y esperar que pasa en estas elecciones regionales, mientras tanto esperanzarnos en la Copa América, ya que son de esas cosas que nos generan cierta felicidad. Qué nos falta para que Colombia responda con la misma actitud, fuerza, unión, pasión, cuando juega la selección, para que cuando el gobierno esté tomando dicciones trascendentales, el me importa un culismo, la individualidad, la indiferencia no aparezca en cada uno de nosotros.
Solo nos preocupamos o tomamos partido cuando es con nosotros, cuando nos tocan el bolsillo, los intereses, el orgullo, etc. Por esto es que en Colombia es tan fácil robar, cometer delitos, que nos gobiernen personajes nefastos y que la ignorancia no nos permita progresar.
Y recordemos que las causas no son de individuos si no de colectividades que estas están más allá de cualquier lucro político, que no seamos bobos útiles o inútiles ya que muchas ocasiones hacemos de los dos, que nadie nos quite la posibilidad de soñar y luchar por lo que queremos, creemos que es lo mejor.
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