By using this site, you agree to the Privacy Policy and Terms of Use.
Aceptar
CorrillosRCorrillosRCorrillosR
  • Nacional
  • Capitales
  • Economía
  • Política
  • Informe
  • Análisis
  • Regional
  • Internacional
  • Descubrir
Lectura: Esa maravillosa bebida que llaman café
Compartir
Notificación Mostrar Más
Aa
CorrillosRCorrillosR
Aa
  • Nacional
  • Capitales
  • Economía
  • Política
  • Informe
  • Análisis
  • Regional
  • Internacional
  • Descubrir
  • Nacional
  • Capitales
  • Economía
  • Política
  • Informe
  • Análisis
  • Regional
  • Internacional
  • Descubrir
Tiene una cuenta existente? Signo En
Suscribirse con NOSOTROS
  • Advertise
© 2022 Foxiz News Network. Ruby Design Company. All Rights Reserved.
CorrillosR > Blog > Opinión > Esa maravillosa bebida que llaman café
Opinión

Esa maravillosa bebida que llaman café

No sé a ciencia cierta qué tan pecadores eran nuestros paisanos ancestrales, pero si nos atenemos que la región empezó a encabezar la producción nacional y el café se convirtió en el primer renglón de la economía local, debemos inferir por mera lógica que lo que cargaban entre pecho y espalda era una conciencia no muy diáfana que digamos.

CORRILLOS
Última actualización: 2024/03/24 at 10:55 PM
CORRILLOS hace 1 año
Compartir
COMPARTIR

Por César Mauricio Olaya Corzo/ En estos días y con motivo del comercializado, pero poco efectivo “Día del Hombre”, mi hija quiso hacerme una invitación a cenar, pero debido a un viaje ya agendado le tuve que agradecer y decirle que para mí lo importante era el detalle y disfrutar de su compañía, para luego cerrar diciéndole: invítame a tomarnos un café.

Mis apreciados lectores, les puedo asegurar que no hay bebida, no hay espacio, no hay momento, no hay en conclusión algo tan maravilloso para compartir o para disfrutar en soledad que un café, esa bebida que es importante que lo anoten, para confirmar que lo que nos tomaremos es un buen café, la primero es dejar que éste entre por los ojos y observar su color, pues sino es color “café”, literalmente lo mejor es lo viertan por la cañería porque lo que usted se va a tomar es todo, menos un buen café.

Ya entrando en conversa con mi hija, ella me preguntaba que porqué esa extraña decisión de cambiar un almuerzo o una cena por un café y les cuento que me picó la lengua, iniciando una larga diatriba narrativa alrededor de este grano, símbolo de nuestra nacionalidad agropecuaria, como el producto estrella de Colombia ante el mundo.

Sembrar café como penitencia

El café, un arbusto cuyo fruto se cosechó y se hizo bebida en la región de Kaffa en Etiopia (África), de donde igualmente proviene su nombre, llegó a nuestro país a mediados del siglo XVII, por cuenta de la comunidad religiosa de la Compañía de Jesús, que a pesar de sus ingentes esfuerzos por promover su siembra, esto no fue posible sino pasados los primeros tres lustros del siglo XIX y la primera región donde la planta empezó a sembrarse y cosecharse fue en las provincias de Pamplona y Ocaña, por entonces parte del Gran Santander.

Así que con orgullo podemos decir que el café en Colombia vio la luz de vida en Santander y no en el eje cafetero, tema que trataré más adelante o quizá en una siguiente edición. Pero bien, volvamos a esa infancia del café en nuestras geografías porque en un pueblito de Norte de Santander llamado Toledo, un curita camandulero, nombrado en pila bautismal como Francisco Romero, le puso la lupa a este cultivo y guardando una buena porción de semillas entre su sotana, empacó maletas y tomó rumbo a Bucaramanga, recientemente elevada a la categoría de Villa y en proceso de apuntarle a convertirse en capital del Estado Soberano.

Presto a hacer florecer el guardado que había traído en su peregrinación por una capilla donde oficiar sus misas, encontró la fórmula indicada para lograrlo: cambiar absolución de pecados por siembra de café y de manera increíble, su curiosa artimaña le dio resultados y en los campos vecinos los cafetales empezaron a verse bien cuidaditos, porque de lo contrario el pecado quedaba en saldo en rojo.

Comercio del café en Bucaramanga en inmediaciones de la plaza de San Mateo. Su autoría en versión original corresponde al fotógrafo italiano Quintillio Gavassa Minelli.

No sé a ciencia cierta qué tan pecadores eran nuestros paisanos ancestrales, pero si nos atenemos que la región empezó a encabezar la producción nacional y el café se convirtió en el primer renglón de la economía local, debemos inferir por mera lógica que lo que cargaban entre pecho y espalda era una conciencia no muy diáfana que digamos.

Muchas historias más se podrían ir tejiendo a partir de esta historia, entre ellas la íntima relación con los caminos, pues el interés principal del cultivo antes que echarlo a la olla, era su comercialización y sacarlo de estas montañas para llevarlo a los puertos sobre el Magdalena y de ahí para sus destinos finales, exigían trazados que facilitaran el movimiento de las cargas a loma de mula.

La guerra se cargó el café

Muy bravos decían de los santandereanos, pero a esa bravura toca resignadamente aceptarle una carga de torpeza o en nuestros términos, de pingadas, porque de qué otra manera se entiende que siendo Santander una de las economías más fuertes de la época, optaran por agarrarse a darse bayoneta por cuenta de la política.

La llamada Guerra de los Mil Días y sus guerritas previas y posteriores de finales del siglo XIX, implicó que todos los corajudos varones, con pelotas o sin ellas, debieron dejar sus cultivos para ir a ponerle pecho a la guerra, combatiendo y matándonos entre paisanos por defender los proyectos de la godorria que propugnaba por un gobierno centralista y los cachiporros que defendían lo exitosamente probado de mantener vigente los Estados Federales.

Lo puntual y concreto tras la guerra, fue nada más y nada menos que la guerra se cargó la mano de obra existente y sin quien arara, pues adiós a los cultivos y bienvenida la ruina económica y el fin de la gloria de una región.

Así las cosas, viene una novedad muy interesante que está consignada en la base de una bella obra escultórica que adorna un parque de Manizales en homenaje a sus fundadores. Allí su artista creador, maestro Guillermo Vallejo manifiesta que la obra representa la llegada de una gran migración desde Santander de hombres, mujeres y niños que le huían a la guerra que se vivía en su tierra y que hacen parte sustancial de la nueva colonización de para esa época, olvidada región del sur de Antioquia.

Detalle de la obra en homenaje a los fundadores de Manizales, creación del artista manizalita Guillermo Valencia.

Ahora viene lo interesante y es que adivinen que traían entre sus costales los nuevos colonos… sí señores: café y este fue el inicio de lo que hoy hace de este departamento, el primer productor de café de nuestro país.

No quiero terminar este primer repaso histórico alrededor de nuestra bebida nacional, sin hacer referencia a un detalle sustancial que le daría sepultura final a la bonanza cafetera que alguna vez llegó a ostentar Santander y es que mientras ya finalizada la guerra, el intento por retomar las actividades comerciales, seguía los patrones de transporte haciendo uso de los caminos, en las nacientes ciudades del llamado eje cafetero, surgía con arrollador éxito el uso del cable, como medio para transportar las cargas del grano hacia el río Magdalena.

Efectivo y exitoso; rápido y barato. Mientras una canasta llegaba al río en cuestión de horas, por nuestro terruño era tema de varios días. Nos veremos en una próxima entrega para seguir garlando de café y ya saben, inviten que hay tela para cortar sobre este tema. En la hornilla queda en calentura temas muy cafeteros como la potencialidad de los cafés de origen, donde el de Santander es rey; las aves y el café; los sellos que le dan valores agregados al producto y un largo de etcétera de temas que les trataré más adelante.

Obelisco en homenaje al padre Romero, localizado en el parque que lleva su nombre. Una péguenle una lectura las placas, les va a encantar la historia.

…

*Comunicador Social y fotógrafo.

(Esta es una columna de opinión personal y solo encierra el pensamiento del autor).

You Might Also Like

La juventud agoniza

Una ciudad universitaria

A la cárcel ‘Clan del licor adulterado’ en Norte de Santander y Santander

UIS Barbosa fue epicentro de la Feria Universitaria más grande en la Provincia de Vélez

Rector de las UTS lleva la oferta académica a las provincias de Santander

ETIQUETADO: Café, César Mauricio Olaya Corzo, Equipo de Columnistas, Política, Santander
CORRILLOS marzo 24, 2024 marzo 24, 2024
Compartir Este Artículo
Facebook Twitter Whatsapp Whatsapp Email Print
Artículo Anterior Denuncian invasión de indígenas a hacienda ganadera en Barrancabermeja
Próximo Artículo El Vaper en los establecimientos educativos
Deja un comentario

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Corrillos edición 41

Síguenos

en nuestras redes socilaes
Facebook Like
Twitter Follow
Instagram Follow
Youtube Subscribe
Tiktok Follow

Noticias populares

Opinión

La juventud agoniza

CORRILLOS Por CORRILLOS hace 1 día
Una ciudad universitaria
Ratificado fallo en contra del alcalde de Concepción, Eduard Abril Borrero
Por primera vez, Colombia produce medicamento para tratar la malaria
Consulado de Colombia en Tel Aviv emite recomendaciones ante situación de seguridad en Israel

Las principales noticias de Colombia y el Mundo.

  • Política
  • Economía
  • Nacional
  • Internacional
  • Regional
  • Moda y Estilo
  • Corrillos TV
  • Judicial
  • Capitales
  • Entretenimiento
  • Informe
  • Análisis
  • Tendencias
  • Opinión
  • Tecnología

Siganos en nuestras redes sociales

COPYRIGHT © 2023 CORRILLOS SAS NIT. 901671461-9. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin autorización escrita de su titular.

WhatsApp us

¡Bienvenido de nuevo!

Iniciar sesión en su cuenta

Perdido tu contraseña?