El presidente Juan Manuel Santos, en entrevista con la agencia de noticias EFE, hizo un balance de su gestión como mandatario de Colombia, habló de sus logros, sus temas más complejos como gobernante y de la reciente reunión con el presidente electo Iván Duque.
Estos son los partes más polémicos de la entrevista que ya le da la vuelta al mundo.
Se acaban de celebrar las elecciones presidenciales. ¿Qué opinión le merece la victoria de Duque?
“Quedé muy satisfecho con estas elecciones porque fueron las más tranquilas, seguras, con más garantías y con más participación en la historia reciente o en la historia del país. Dos candidatos que eran de la oposición del Gobierno tuvieron todas las garantías por parte nuestra, o sea que la democracia colombiana se vio fortalecida, ganó el candidato de la derecha en franca lid.
Y también es la primera vez que se ve un resultado de la izquierda con ese volumen de votos. Y otra cosa muy importante: es la primera vez que vota el excomandante de las Farc, como jefe de partido político, la primera vez en su vida que vota, y eso es algo que resume mucho lo que está pasando en este país”.
Las fuerzas «antiuribistas» hablan de una posible situación de inestabilidad, de retroceso en el país. ¿Comparte esa opinión?
“No. El candidato Duque hizo unos pronunciamientos que a la izquierda no le gustan. Sobre eso no voy a opinar porque creo que lo que hay que hacer es construir sobre lo construido. Nosotros estamos entregando una economía mucho más fortalecida, mucho más vigorosa de lo que recibimos hace ocho años, y si usted ve por ejemplo lo que ha pasado con los países que han tenido elecciones en los mercados financieros internacionales, en todos ha habido bastante tormenta.
En el caso colombiano, tranquilidad absoluta. Eso es una demostración de confianza y ojalá que el propio Gobierno construya sobre lo construido, que es lo que se espera”.
Acaba de reunirse con el presidente electo ¿Cómo fue ese primer encuentro? ¿Cómo fue el clima? ¿Qué tal se sintió?
“Yo he trabajado con él mucho tiempo, él comenzó su carrera pública trabajando en la fundación que yo tenía y después me lo llevé al Ministerio de Hacienda y luego lo nombré en el BID, o sea que lo conozco bastante bien, conozco a su familia y el encuentro fue muy amable.
Creo que lo que le conviene al país es una transición tranquila, sin contratiempos, sin dificultades, donde le vamos a dar toda la información al nuevo Gobierno para que tome las decisiones que quiera tomar, pero que las tome con conocimiento de causa, con todas las informaciones de la forma más transparente posible”.
¿Le hizo alguna recomendación especial, en lo personal?
“No, le dije: tiene cuatro años, es poco tiempo. No se enrede en temas que le van a quitar mucho de ese tiempo que le pueden quitar gobernabilidad, escoja sus temas prioritarios y sáquelos adelante. Y le deseé mucha suerte. Si a él le va bien como presidente de Colombia, a todos los colombianos nos irá bien”.
¿Qué impresión le dejó?
“Tiene muchas ganas de trabajar por el país y ojalá tome las decisiones correctas”.
¿Su relación con él cómo será de ahora en adelante?
“Creo que va a ser mínima, porque yo no voy a intervenir en política. Yo soy de los que considero que los presidentes tienen su oportunidad mientras están de presidentes y que los expresidentes, como decía un expresidente español, son como jarrones chinos que no saben dónde ponerlos.
Me voy a dedicar a consentir a mi nieta, fui abuelo por primera vez, a la academia, a escribir, pero no a intervenir ni a interferir en el próximo Gobierno”.
¿O sea que usted no va a ser como Uribe?
“No. Voy a ser más bien como Belisario”.
¿Piensa que Uribe va a condicionar la Presidencia del señor Duque?
“Espero que no, espero que el presidente electo sea quien tome las decisiones, quien gobierne y que no se deje manipular o manosear o influir.
Los presidentes deben ser totalmente autónomos en sus decisiones y que nadie los presione, nadie los obligue a ser una u otra cosa que no sea en plena consciencia del presidente”.
Pero conociendo como conoce usted perfectamente a Álvaro Uribe, ¿cree que él va a mantener una situación de desapego, de distancia?
“No sé realmente a estas alturas qué va a hacer el expresidente Uribe. Esperaría que dejara gobernar al presidente electo sin interferencias. Siento que le conviene al país, le conviene al Gobierno que va a entrar y le conviene a la democracia colombiana”.
¿Va a haber ‘santismo’?
“No, no va a haber santismo porque yo no soy caudillo, no me interesa mantenerme aferrado al poder, no quiero buscar tener un pedacito de poder en el próximo Gobierno y desde ya le digo clara y tajantemente: el santismo no existe ni existirá”.
¿Cuántas veces se ha arrepentido de haber convocado el referendo?
“No me he arrepentido de haberlo convocado en el sentido de que fue una promesa que cumplí. ¿Que si fue una equivocación? Sí, yo creo que me equivoqué. No lo repetiría, es decir, si me tocara volver a tomar la decisión no la tomaría.
Aprendí la lección, los referendos muchas veces no se responden de acuerdo a la pregunta sino de acuerdo a la emoción de la gente en ese momento. Pero paradójicamente también el haber continuado, el haber hecho las reformas que se hicieron a los acuerdos después de haber perdido el referendo, a la larga resultó mejor, porque los acuerdos hoy son mejores a los acuerdos que teníamos antes del referendo”.
Usted dijo que cuando dejara la Presidencia le gustaría ser profesor y ahora también abuelo, evidentemente. En fin, ¿qué va a ser a partir del 8 de agosto?
“Es cierto que soy abuelo y tal vez lo más importante en este momento es ir a cuidar a mi nieta. Se llama Celeste. Es cierto que he tenido muchas ofertas de muchas universidades para dar clases, para dar conferencias.
Es cierto que tengo una oferta muy avanzada de una prestigiosa firma para dar conferencias alrededor del mundo, y lo que también es cierto es que no voy a interferir en el próximo Gobierno”.