El proyecto es liderado por la CDMB, los comités Municipal y Departamental de Cafeteros, y caficultores, para avanzar en la protección, conservación y usos sostenibles de la cuenca del río Tona.
Los filtros verdes que se construyen en las fincas del municipio de Tona para descontaminar el agua usada en el lavado o beneficio del café, se han convertido en una herramienta efectiva para cuidar, proteger y conservar los suelos de las fuentes hídricas que abastecen a las veredas de la zona y hasta al área metropolitana de Bucaramanga.
Así lo expresaron cultivadores de café, funcionarios de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB) y delegados de los comités Municipal y Departamental de Cafeteros, quienes intervienen en la construcción de filtros verdes en 16 fincas cafeteras ubicadas en la unidad hidrográfica de la micro cuenca del río Tona, en la provincia de Soto Norte.
“Se trata de un proyecto de transferencia tecnológica que ha sido investigado, comprobado e implementado por el Comité Departamental de Cafeteros de Santander, para generar un proceso de limpieza de las aguas que se utilizan en el beneficio del café, para generar cero vertimientos y cero emisiones de agua contaminada sobre el suelo y fuentes hídricas alrededor de la finca productora de café”, expresó José Alberto Peña, funcionario de la Subdirección de Gestión del Riesgo y Seguridad Territorial (SURYT) de la CDMB.
Economía circular en fincas cafeteras
Esta iniciativa, que se ha denominado economía circular, permite que el café genere bienes y servicios ambientales en los predios donde se cultiva y se hace el procesamiento inicial. “Es un ejercicio que une esfuerzos institucionales y de los caficultores, para empezar a generar procesos de producción limpia y de economía circular en la marca del café Tona”, agregó José Alberto Peña.
Leonardo Rojas, caficultor de la vereda Vegas, de Tona, manifestó que, “las perspectivas de desarrollo del municipio exigían la adopción de medios de control de las aguas residuales que generan los beneficiaderos de café y con este proyecto se dio esa oportunidad, que es una ayuda muy grande para el mejoramiento del agua, que es lo más importante”.
Por su parte, Luis Hernán Torres García, coordinador seccional de Extensión Rural del Comité Departamental de Cafeteros, explicó que un filtro verde es una parcela o área de terreno cubierta por un techo plástico, donde se construye un sistema compuesto por tubería y geomembrana interna para la circulación del agua y residuos que salen del beneficiadero, y en la superficie se siembra pasto o arbustos que ayudan a la evapotranspiración de esas aguas contaminadas, para así evitar que lleguen a las fuentes hídricas y a los suelos vecinos.
“En el fondo del filtro (que es la parcela) hay una tubería que recoge el agua que pasó por los perfiles del suelo y la lleva a un tanque, de ese tanque el agua regresa al filtro para circular nuevamente y continuar su proceso de evapotranspiración”, dijo Torres García.
Aristóbulo Sepúlveda Tarazona, caficultor de la vereda Babilonia, manifestó: “Es una iniciativa muy importante, porque esas fosas de recirculación del agua contaminada no dejan que llegue esa agua a las cañadas. Así se cuida el medio ambiente”.
