Atribuir una estética específica a las décadas posteriores a 2010 se vuelve cada vez más desafiante. Desde entonces, diversas tendencias han convergido anualmente, creando una amalgama de influencias en la que todo parece encontrar su lugar. Sin embargo, al hablar de 2023 y de las prediccionees de moda para 2024, surge una corriente de estilo que destaca sobre las demás: el girlhood, traducido del inglés como «infancia».
Y es que, que este término ocupe ya titulares guarda sentido en que, al revisar las tendencias más destacadas, encontramos que muchos elementos de la moda infantil que lucíamos de pequeñas (como los lazos, vestidos románticos y bailarinas con calcetines), están en boga hoy tanto en las calles como en las pasarelas entre chicas de la generación Z y millennials.
A continuación detallamos todas las pautas de moda que podríamos rescatar de nuestros álbumes de fotos de la infancia como fuente de inspiración para vestir en la actualidad.
Todo al rosa
Aunque bañada en controversia, la tendencia de vestir de rosa de pies a cabeza ha sido una de las de mayor éxito del último año. Celebrities, firmas de moda y consultoras de estilo del street style nos han enseñado que este color ha pasado de ser un tono relegado a un plano de cursilería, a uno de los más empoderadores de la paleta cromática.
Tras muchos años rechazándolo, ahora ya podemos afirmar que se trata de uno de nuestros colores preferidos. Y sí, ya no nos da vergüenza llevarlo, sino más bien orgullo.
Camisetas con motivos
Con dibujos de personajes de series, de frutas o letras. Las camisetas estampadas con motivos hicieron su entrada triunfal la primavera pasada, y desde entonces se quedaron en nuestro vestuario combinando trazos de la ropa que lucíamos de niñas, con otra más propia de principios de los años 2000, siguiendo las pautas de estilo ‘Y2K’ de las que tanto hemos hablado.
Medias de colores
Es una de las tendencias preppy que vimos en series como en Gossip Girl, pero también una de las que más adoraban nuestras madres para dar un twist a nuestros looks.
Las medias de colores (sobre todo las blancas y las rojas) han vuelto, de manera sorprendente, a ser uno de los complementos favoritos para poner el broche final a cualquier look y lograr un aire original y llamativo.
Faldas de vuelo
De manga corta, entallados en el corpiño, y con faldas de vuelo. Así eran muchos de los uniformes típicos que vestíamos cada día en nuestros primeros años de vida.
Ahora, it-girls y algunos de los looks más aplaudidos de las calles, nos demuestran que esta tipología de falda con movimiento regresa para ponernos en bandeja lucir una pieza diferenciadora, y al mismo tiempo muy cómoda.
Enredaderas de flores
Más allá de en estampados, la aparición de las flores ha sido una de las sorpresas más gratas de 2023. Los diseñadores han mostrado colecciones con ornamentos con las mismas, sobresaliendo en 3D de las prendas, o formando, en sí mismas, collares y detalles de otros complementos como los cinturones.
Una apuesta que muchas llevábamos de pequeñas en figuritas de crochet decorando nuestras chaquetas.
Uniformes de colegio
Muchas los detestábamos, pero después hasta llegamos a extrañarlos. Hace tiempo ya que los uniformes de colegio dejaron de estar solamente relegados al plano escolar.
Desde hace temporadas, prendas como los polos o las faldas de tablas (que tanto llevamos para ir a clase) dieron nombre a la estética college, y nos trajeron a la calle ropa que perfectamente podríamos llevar para ir a clase.
Lazos por doquier
Plataformas como Pinterest han detectado que las búsquedas de lazos han aumentado sus cifras en los últimos meses. Y no nos extraña, pues no dejamos de ver este complemento por todas partes: en el pelo, en la ropa, en el calzado, en los bolsos…
Si bien algunas siempre nos los quitábamos de nuestras coletas cuando éramos niñas, ahora no solo queremos dejarlos, sino que incluso buscamos añadir muchos más en nuestros looks.
Tul en todas las prendas
En nuestra infancia, el tul se erigía como una elección destacada para eventos especiales y festividades. Este tejido desempeñaba un papel central en nuestros vestidos de princesa, disfraces que iban desde el de bailarina hasta el de hada, y faldas tutú que figuraban entre nuestras preferencias favoritas. Ya fueran cortas o largas, estas faldas se combinaban con camisetas, suéteres o blusas, transportándonos al universo de nuestros personajes televisivos favoritos.
En la actualidad, más allá de la icónica presencia del tul en los atuendos de Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York y su continuación en algunas escenas de And Just Like That, observamos un resurgimiento destacado de este tejido de manera elegante en camisetas y, sobre todo, en faldas rectas transparentes.
