Por: Reinaldo Pérez Flórez/ El desarrollo político de la ciudad, se ha llenado de múltiples distractores que nublan el buen juicio que debe tener la ciudadanía, para conocer de los asuntos presupuestales del municipio, el panorama es muy desalentador, las necesidades en la ciudadanía se multiplican y estamos hablando de necesidades básica, no solamente las de repartir mercados; como diría una despistada Secretaria de Hacienda (experta en hacer las cosas bien), “nos faltan brazos”, la caridad hecha con recursos públicos la han sabido capitalizar muy bien ese par de brazos, nos hemos dejado envolver de ese reality show, de celebraciones y de centros estéticos, (poco éticos) que han sabido montar en el quinto piso de la alcaldía, pero es aún más preocupante saber, que existen concejales que secundan y patrocinan esta Dantesca gestión administrativa de Juan Carlos Cárdenas Rey.
El 30 de mayo del presente año, los 19 concejales de la ciudad, aprobaron el proyecto, Ciudad de Oportunidades, que fue la Luz (Verde) a la hoja de ruta presentada por nuestro popular alcalde, experto en hacer brillantes anuncios progresistas, que ayudaran a mitigar el impacto económico generado por el Covid-19 en nuestro municipio, cambiando el uso del suelo en la ciudad, (competencia del concejo municipal) de un solo plumazo, jugando con la necesidad del sector gastronómico y de paso con la bioseguridad ciudadana, sacando los restaurantes a las calles de Bucaramanga; no quiero imaginar qué medidas piensa tomar con el sector de los moteles, con su grupo de asesores de opinión, cualquier cosa puede pasar.
La pregunta es, ¿qué posición asume nuestro concejo con estas decisiones? Para ello solo debemos revisar cual fue el discurso electoral de algunos concejales pro páramo, sobre todo, cuáles fueron las medidas de cuidado, protección y conservación del recurso hídrico en el Plan de Desarrollo, aprobadas el mes anterior donde podemos encontrar, que nuestros mandatarios son expertos en presentar y aprobar estudios millonarios. La Bogotá Humana, hizo una inversión en estudios del metro subterráneo del distrito capital por un valor aproximado de 130 mil millones de pesos, según el hoy congresista Gustavo Petro, “cerebros nacionales e internacionales” hicieron los estudios del metro de la ciudad, estudios desechados por Enrique Peñaloza y la hoy alcaldesa Claudia López, es decir, dineros en estudios tirados a la basura.
Pero si en Bogotá llueve, en la Ciudad Bonita no escampa, en la línea estratégica del Plan de Desarrollo, “Bucaramanga Sostenible” incluyo, (nuevamente) la construcción de una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales – PTAR-, el anterior alcalde también había incluido la construcción de una PTAR en su Plan de Desarrollo, nos quedamos “sin hígados” y sin PTAR; esta vez con una inversión de 15 mil millones de pesos, hasta ahí es entendible necesaria y justificable la inversión, lo preocupante es que este recurso solo garantice los estudios, es decir, el próximo mandatario no garantiza la continuidad de la obra, uno de los proyectos estratégicos de esta administración es hacer esta inversión en tiempos de Covid-19 donde las tasas contributivas y los ingresos corrientes de libre destinación se han reducido más de un 35%, dineros que no van a garantizar la terminación de la obra.
Imaginemos al alcalde Juan Carlos Cárdenas Rey, al final de su cuatrienio (si lo logra completar) entregando uno de sus seis proyectos estratégicos del Plan de Desarrollo de Bucaramanga, un CD, una memoria USB, y una carpeta con unos estudios por valor de 15 mil millones de pesos, faraónica suma para un proyecto que no tiene financiado un solo metro cubico de cemento, ya que al parecer, el cumplimiento de la fase contractual de este contrato, va a ser la elaboración de los estudios; las ambigüedades son el pan de cada día en esta administración, este proceso la página web de la alcaldía lo definió de esta forma, “es un proceso que posiblemente conlleve más de la presente vigencia”.
Esta es la hipocresía ambiental, de un gobierno que busca a toda costa ser popular, donde concejales pro-páramo ven el tema ambiental como electoralmente correcto, han configurado su obra maestra, gracias a la ingenuidad calculada de la ciudadanía, buscando tocar el piso emocional de cada ciudadano, donde todos terminamos exigiendo agua pura y limpia para nuestra Área Metropolitana, discurso popular producto de una lectura social, hecha por jóvenes concejales de doble moral, que no les interesa como le entrega Bucaramanga el agua que consume, al magdalena medio santandereano, arteria fluvial de nuestro país, el 89% del agua que llega al Magdalena son residuales, sin el tratamiento adecuado, es posible que para algunos concejales, garantizar los recursos para la construcción de una PTAR no es electoralmente correcto, territorialmente no cala el discurso.
Este Plan de Desarrollo de Juan Carlos Cárdenas se basa en tres principios, “ética, economía y ecología”, espero equivocarme en mi apreciación, sería lo mejor para la ciudad, pero estos seis primeros meses del año no son el mejor precedente, donde el trato con el adulto mayor de la ciudad, no ha sido para nada ético, el Decreto 121 del 8 de abril del presente año dejo muy mal, a la jefe de la cartera que maneja las finanzas del municipio, no lo digo yo, lo dice el Tribunal Administrativo de Santander, en cuanto a la ecología y el cuidado de los recursos ambientales de la ciudad, los Cerros Orientales son víctimas de la hipocresía ambiental de algunos concejales y mandatarios, desconociendo que este pulmón de la ciudad, hace parte de una cadena de ecosistemas vitales para la conservación del Páramo de Santurbán.
*Abogado, Especialista en Derecho Constitucional y Especialista en Derecho Administrativo.
Correo: reyinaldpf77@gmail.com
Twitter: @reyinaldf77