Por: Jesús Heraldo Rueda Suárez/ Todos hemos vivido momentos difíciles a lo largo de la vida en estos tiempos de pandemia todos los vivimos dado que trajo problemas de salud, económicos, psicológicos, pero a su vez nos dejó enseñanzas que debemos capitalizar, recuerda el inteligente aprende de sus experiencias, el sabio de las experiencias de los demás, de ahí la importancia de conservar, conocer e identificar nuestras fuerzas y energía, para buscar mantenerlas concentradas en el punto más fuerte.
Quiero trasmitir en esta columna la importancia del trabajo constante, serio, con metas, objetivos y sueños definidos, para lograrlos debemos fortalecer e identificar nuestras fuerzas y alinearlas hacia esos proyectos y como al alcanzarlos debemos seguir trabajando para disfrutar de esa felicidad que nos permite ver el mundo desde la cima.
Leyendo el Príncipe, de Nicolás de Maquiavelo podemos extractar algunas ideas o posiciones las cuales a mi juicio son de aplicación, para ser aplicadas en la búsqueda de todo objetivo, teniendo en cuenta que su obra es de amplio debate: “La prudencia conlleva tomar los caminos que han seguido los grandes hombres”, “Los que se benefician menos de la suerte se mantienen más tiempo en el poder”, “Es más seguro ser temido que ser amado. A los hombres les da menos miedo atacar a uno que se hace amar que a uno que se hace temer”, “En las acciones del soberano se tienen que reconocer grandeza, valor, prudencia y fortaleza”, “Un príncipe debe tener dos miedos: uno interno, de sus súbditos, y otro externo, de los extranjeros poderosos, «Triunfa aquel que adapta su forma de proceder a la naturaleza de los tiempos que corren”
Ganamos más descubriendo un rico yacimiento explotándolo en profundidad que pasando de un yacimiento pobre a otro, recordemos que la intensidad siempre triunfa sobre la dispersión, el mundo actual está plagado de divisiones en todos los campos: en los países, en los grupos políticos, en las familias, en las empresas y en los individuos, es decir estamos todos en un estado total de distracción y dispersión, el nivel de conflicto en el mundo moderno es más alto que nunca.
Por ello conságrese en su interior, hacia formas más concentradas de pensar y de actuar, Schopenhauer dijo: “el intelecto es una magnitud de intensidad, no una magnitud de extensión” recordemos que Napoleón, concentró su éxito en las batallas al conocer el punto más débil de su enemigo y toda su fuerza y su mente estaban concentradas de acuerdo a ese punto, de ahí el éxito obtenido en ellas.
La perseverancia y la firmeza de propósito, la total concentración en un objetivo y la utilización de esas cualidades harán que se salga avante en cualquier meta o propósito, si se actúa así, nuestras flechas siempre darán en el blanco, Casanova atribuyó su éxito en la capacidad de concentrarse en un único objetivo y presionar hasta que cedieran a sus deseos.
Si fijas un objetivo, concéntrese en el, en una sola tarea y no cedas hasta alcanzarlo y tenga presente que en el mundo del poder siempre se necesitará de la ayuda de otros, pero no es saltando de personas a personas, pensando que sobrevivirá si se dispersa, se gana más adhiriendo a una sola y adecuada fuente de poder.
Tesla se arruinó al creer que mantendría su independencia si evitaba comprometerse con un único “amo” rechazando incluso a J.P Morgan, Miguel Ángel encontró su libertad con el Papa Julio II, Galileo con los Medici, ahora, es cierto que en una organización es inevitable que un pequeño grupo maneje los hilos del poder, y eso es comprensible así debe ser, pero en el camino de lograr los objetivos, sólo el necio revoletea de lado a lado sin fijarse un objetivo definido.
No se puede dar en dos blancos con una sola flecha, si su actuar y sus pensamientos se distraen, jamás alcanzaras el objetivo que persigues, aprende a valorar más la intensidad que la extensión, la perfección reside en la calidad no en la cantidad, la sola extensión jamás se elevará por encima de lo normal o lo mediocre, tener intereses variados y dispersos hará que quieras meter la cuchara en todos los platos y terminas no metiéndola en ninguno, cuídate de dispersar tus fuerzas, esto hará que seas débil.
Ahora bien hay algo muy importante y es nuestra imagen la cual debemos siempre mantener en alto, nuestro nombre, nuestra imagen debe estar rodeada de firmeza, de poder, ojo no un poder humillante, sino un poder que lo haga dueño de sus emociones y que además de atributos personales y de posición en jerarquía, eso le dará capacidad para influir en las demás, recuerda basta el prestigio para lograrlo, consérvalo y aliméntalo porque una vez que este decae, se hará vulnerable y a su vez será atacado por todos los flancos, convierta su prestigio en una fortaleza inexpugnable y manténgase alerta ante cualquier tipo de ataques potenciales para desbaratarlos antes de que se produzcan.
Recordemos (el síndrome de la amapola alta), esa flor que está más alta, que es más bella, que sobresale del grupo, existe la necesidad de arrancarla y lo hacen únicamente por eso, no hay motivo en general, no hay emociones negativas, sólo por ser diferente hay que arrancarla; o la mentalidad del cangrejo de cuba, si yo no lo puedo tener… tu tampoco, un cangrejo puede salir fácilmente de la cuba pero cada intento es debilitado por los demás cangrejos que lo jalan nuevamente al fondo, debilitándolo en cada intento, con esto aseguran que todo el grupo fracase y ninguno pueda escapar.
La cima es un lugar solitario, a diferencia de cuando uno inicia a escalar la montaña, es sencillo toparse con personas dispuestas a guiarte y escuchar cuando uno se agobia, sin embargo, cuando uno va ascendiendo a la cima, existen menos posibilidades, menos tiempo para tomar decisiones, y menos personas a quien acercarse para pedir ayuda, de ahí la importancia de concentrar e identificar sus fuerzas, así que sigue adelante con la mirada fija en esa meta, en ese objetivo, cuando lo logres y estés en la cima y tienes tu vaca lechera, recuerda que “la Vaca no da leche”.
Sí Sres. La vaca no da leche, uno no va a la vaca y le pide leche, para que la vaca de leche, se debe madrugar, caminar por el corral lleno de excremento, atar las patas y la cola de la vaca, sentarse en el banquito, colocar bien el balde y hacer los movimientos adecuados para obtener la leche, hay quienes piensan que las vacas dan la leche. Que las cosas son automáticas y gratuitas. Pues No. La vida no es cuestión de desear, pedir y obtener. Las cosas que uno recibe son el producto del esfuerzo de lo que uno hace.
Por ello el estar en la cima implica seguir trabajando, concentrarse cada día más, así seguirás siendo ese vencedor, rodeado de poder, alcanzando la felicidad esa felicidad que es el resultado del esfuerzo, porque recuerda la ausencia de esfuerzo genera frustración.
Como bien lo vimos fijarse metas, tener sueños y alcanzarlos produce felicidad, por ello cada vez que veas a alguien luchando por alcanzar una meta, realizando un proyecto por favor apoyémoslo, orientémoslo, ¿qué tal si dejamos de criticar a los que se enfocan más y comenzamos a aplaudirlos en su camino? ¿O empezamos a imitarlos o unirnos a ellos?
…
*Profesional en Mercadeo
Twitter: @heraldoru