Por: Jesús Heraldo Rueda Suárez/ Hago un breve repaso de aquellos años de niñez y juventud, cuando construimos sueños desde lo cotidiano y sencillo; en mi generación tuvimos la fortuna de una niñez y juventud privilegiada, no lo digo por lujos o comodidades, lo contrario, casi todos somos de familias numerosas, trabajábamos de día y estudiábamos de noche, crecimos compartiendo con amigos, juegos sencillos, sin conjuntos cerrados…
Era la cuadra, esa, en donde todos éramos familia, las puertas de las casas estaban abiertas para ver la novela, ver la película del oeste, los vecinos, unos nos regañaban, otros nos daban consejos y con sus hijos fuimos esos primos hermanos que se quieren y comparten todo tipo de experiencias, esto nos permitió soñar con ser grandes, con un carro, una profesión, ir al colegio, a la universidad, viajar, ser futbolista, gerente, dueño de una empresa, con tener hijos, comprar una casa, sueños sencillos, pero eran sueños, que nacían de este vivir:
Jugamos al trompo, intercambiamos matachos, llenamos álbumes, subíamos a los árboles, jugamos fútbol todos los días, crecimos celebrando los 15 años de las vecinas, con bailes en sus casas nada de casa de banquetes, en un barrio donde todos nos conocíamos, todo giraba en torno a la misma escuela, los bailes en las tardes con fresco, las peleas a la salida de clase, las reuniones en la esquina hablando de lloronas y espantos, las maras, las idas al río, las patinetas, las zorras de balines, las canchas de fútbol o los improvisados partidos de banquitas, sacándole el quite a los vehículos, usando cartones para deslizarnos en pendientes de tierra, elevamos cometas, de cualquier manguera tomábamos agua, le dimos palo a una llanta corriendo, sin embargo lo más divertido, salíamos y nuestros padres no sabían donde estábamos, si en la cancha o si nos fuimos al río, eso sí a las cinco de la tarde estábamos en casa, tuvimos raspadas, caídas, brazos enyesados, cortadas, cabezas peladas, tuvimos piojos, pero nadie se quejó solo eran gajes del vivir, estudiamos unos a doble jornada, recorrimos los pasillos de colegios con grandes recuerdos y grandes enseñanzas, puede que hoy en día se vea que fue aburrido, sin celular, sin ipad, sin internet, sin computador, pero vaya que fuimos felices y tuvimos libertad, fracasos, logros, sobre todo deberes que cumplíamos, jamás oímos hablar de psicólogos o bullyng lo más grave era repetir el año y listo, conocimos la chancleta, la correa, el rejo, el tirón de orejas, el pellizco, crecimos felices.
Este relato es para tomarlo como punto de referencia que actividades sencillas nos permitían soñar, y es que dándole palo a una rueda nos imaginábamos conduciendo un carro, o llenar un álbum al pegar el primer matacho ya lo soñábamos lleno, o al iniciar un partido de fútbol ya teníamos presente que ganaríamos y soñábamos con el final ganando y abrazándonos, o de camino al rio soñábamos con ese pozo tirándonos de esa piedra, estos sueños que partieron de actividades sencillas todas en equipo, que forjaron nuestro carácter y fueron fundamentales en la realización de esos sueños.
¿Cuáles son las actividades de nuestros jóvenes de hoy? Entendiendo que todo ha cambiado y que ya no van a ir al río, tienen piscina en el conjunto; ir a buscar una cancha de fútbol, las tienen en cada esquina, ir a una biblioteca, para eso están las redes, e imaginarlos jugar maras o al trompo, por favor, si tienen un Smartphone con la última tecnología que los entretiene.
Estos jóvenes que hoy en día tienen la información del acontecer del mundo viajan con facilidad, cuentan con herramientas para capacitarse, son el futuro del país, en sus manos está el cambiarlo, son la masa mas grande al momento de votar y sí, si ellos lo decidieran podrían elegir presidentes, senadores, congresistas, gobernadores, alcaldes y demás.
Hoy invito a nuestros jóvenes a soñar… Soñar con un país diferente, mas incluyente, sin corrupción, así como nosotros nos veíamos conduciendo un carro al darle palo a una rueda. Los invito a verse en altos cargos públicos dirigiendo los destinos de nuestro amado país.
Colombia requiere un cambio estructural, pero no a través de las marchas que terminan en destrucción y muerte, es en la inteligencia colectiva, en la unión, en el liderazgo de la juventud, son ustedes quienes son el presente y el futuro, son ustedes el mayor recurso humano, el más importante dentro de la sociedad, por ello deben convertirse en agentes del cambio social, del desarrollo económico y del progreso; no sigan dejando el país en manos de quienes lo han gobernado durante los últimos 50 años.
Los jóvenes representan un alto porcentaje de la población total de nuestra Colombia, son ustedes personas preparadas y motivadas, por ello los invito a participar en la construcción del futuro… De ese país que todos soñamos.
Nuestros jóvenes están capacitados, contamos con profesionales en todas las áreas cuentan con herramientas y el conocimiento para competir en un mundo globalizado con mayores exigencias; por favor no permitan más la discriminación que afrontan dado que los empleadores desechan a los solicitantes porque no tienen experiencia y nadie parece querer darles una oportunidad, que contradicción porque si no se les brindan los espacios para que se desarrollen y puedan demostrar sus capacidades, su potencial y lo que le pueden ofrecer al país, entonces como van a adquirir esa experiencia.
Jóvenes de hoy, este es el tiempo de ustedes, cambien el rumbo del país, cuantos se han visto en la necesidad de irse del país por falta de oportunidades, Colombia se ha convertido en un latifundio manejado por unos cuantos donde las oportunidades laborales del Estado, que es el mayor empleador, están escrituradas de acorde con el apellido de los políticos de turno, vale más una recomendación que una profesión. No se ve un crecimiento económico, la falta de gestión y la creciente corrupción, han impedido crear nuevas fuentes de empleo.
El mundo actual demanda países innovadores, para lograrlo se debe contar con personas emprendedoras y proactivas, claves para conformar un país más competitivo, eso solo podemos lograrlo con personas capacitadas, educadas, honestas, los invito a que tomen conciencia de la realidad nacional, el país demanda de su involucramiento y hacer la diferencia, es fundamental que tomen la decisión de participar activamente y asuman estas responsabilidades y tengan un criterio informado.
Tristemente el país ha abandonado a esa generación deseosa de superarse y que algunas veces no cuentan con recursos necesarios para lograrlo, son ustedes los constructores de nuevos horizontes; les corresponde apalancar una dirección y un nuevo rumbo a su patria, ustedes no son el futuro… No, ustedes son el presente y deben intervenir en los asuntos serios del país, basta de ese cuento que debe ser cuando sean adultos, no pospongan la realización de sus sueños, de sus ideales.
La historia ha sido el resultado de la acción de los jóvenes, los creadores de grandes religiones, fundadores de civilizaciones, quienes han conquistado nuevos mundos, forjadores del campo, en el mundo del arte, la ciencia y las invenciones tecnológicas; han sido los jóvenes, donde encontramos cambios, novedades reales, innovaciones significativas, emprendimientos novedosos, es seguro tras ellos encontramos ideas y acciones de los jóvenes creativos.
*Profesional en Mercadeo
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