En medio del debate nacional sobre la nueva reforma tributaria presentada por el Gobierno de Gustavo Petro —que busca recaudar más de 26 billones de pesos mediante la ampliación de la base del IVA y nuevos impuestos sobre combustibles, parqueaderos y servicios no esenciales— el precandidato presidencial Felipe ‘Pipe’ Córdoba ha lanzado una propuesta que ha captado la atención de ciudadanos, empresarios y analistas: reducir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 19% al 7% de manera progresiva.
La reforma oficial ha sido criticada por su impacto potencial en el costo de vida, especialmente en sectores populares que dependen de la gasolina, el transporte informal y la maquinaria agrícola para subsistir.
Córdoba, excontralor general de la República, ha calificado el proyecto como “mentiroso” y “desconectado de la realidad social”, argumentando que “los pobres sí usan gasolina” y que subir su precio golpea directamente el bolsillo de quienes más lo necesitan.
La propuesta de Córdoba: IVA al 7%
‘Pipe’ Córdoba detalló su propuesta tributaria: una reducción progresiva del IVA del 19% al 7%, con el objetivo de dinamizar el consumo, aliviar el costo de los alimentos y estimular la economía desde la base.
Según el precandidato, esta medida permitiría disminuir el precio de productos esenciales, aumentar el poder adquisitivo de los hogares, incentivar el consumo interno, estimular la producción nacional y generar un círculo virtuoso de crecimiento económico.
Sostiene que “la gente necesita tener plata en el bolsillo” y que el Estado debe apostar por políticas que promuevan el consumo, en lugar de restringirlo con impuestos regresivos. En su visión, el IVA actual castiga de forma desproporcionada a los sectores más vulnerables, quienes destinan una mayor proporción de sus ingresos al consumo básico.
La propuesta implicaría una reducción significativa en el recaudo tributario por concepto de IVA. Según sus cálculos, el Estado dejaría de percibir cerca de 30 billones de pesos anuales. Sin embargo, el precandidato plantea que esta pérdida podría compensarse con recortes en el gasto público innecesario, mayor eficiencia administrativa en entidades estatales y estímulo al consumo que aumentaría el recaudo por otras vías (renta, industria, comercio) y la reducción de la evasión fiscal mediante mejor gestión de la DIAN.
Además, Córdoba propone destinar 10 billones de pesos al Fondo de Garantías para facilitar créditos a emprendedores con tasas cercanas al 0%, lo que complementaría su estrategia de reactivación económica desde la base.
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Los desafíos de la propuesta
La iniciativa de ‘Pipe’ ha generado reacciones mixtas. Por un lado, sectores empresariales y gremiales han visto con buenos ojos la idea de reducir el IVA, especialmente en un contexto de inflación y desaceleración económica. Por otro, expertos fiscales advierten que una reducción tan drástica podría poner en riesgo la sostenibilidad financiera del Estado, especialmente en momentos de déficit fiscal y alta deuda pública.
Algunos economistas señalan que el IVA, aunque regresivo, es una fuente estable de ingresos para el país, y que su reducción debe ir acompañada de una reforma estructural del gasto público. Otros advierten que, sin una compensación efectiva, la medida podría afectar programas sociales y la inversión pública en salud, educación e infraestructura.
Mientras Córdoba propone una reducción del IVA para aliviar el costo de vida, el Gobierno Petro ha planteado una ampliación de la base del impuesto, incluyendo nuevos sectores como parqueaderos, cuotas de administración en propiedades comerciales y servicios no esenciales. Además, se contempla un aumento del IVA para vehículos híbridos, lo que ha sido criticado por ir en contravía de la transición energética.
La reforma oficial busca cerrar vacíos fiscales y aumentar el recaudo sin tocar directamente la canasta básica, pero expertos advierten que el impacto indirecto sobre el consumo cotidiano será inevitable. Córdoba, en cambio, plantea que el camino debe ser el contrario: reducir la carga tributaria para estimular el consumo y la producción.
¿Es viable bajar el IVA al 7%?
Desde una perspectiva técnica, reducir el IVA al 7% implicaría una reconfiguración profunda del sistema tributario colombiano. Actualmente, el IVA representa cerca del 40% del recaudo total por impuestos indirectos.
Para que la propuesta de Córdoba sea viable, se requeriría una reforma del gasto público que elimine duplicidades y privilegios, un fortalecimiento de la lucha contra la evasión y el contrabando, un sistema de compensación para garantizar la progresividad del impuesto y una estrategia de transición fiscal que no afecte la inversión social.
Algunos analistas proponen que, en lugar de una reducción generalizada, se podría aplicar una tarifa diferenciada del IVA para productos esenciales, como alimentos, medicamentos y servicios básicos, manteniendo la tarifa actual para bienes suntuarios.
La propuesta de Felipe Córdoba de reducir el IVA al 7% se inscribe como un alivio económico para los sectores populares y de estímulo al consumo como motor de crecimiento. Si bien enfrenta desafíos técnicos y fiscales, plantea una alternativa clara frente a la reforma tributaria del Gobierno Petro, que ha sido percibida por muchos como regresiva y desconectada de las realidades cotidianas.