Por: Raúl Eduardo Barba Rueda/ La estatal petrolera Ecopetrol, como la joya de la corona del gobierno colombiano, padece de un mal endémico y no propiamente por el Covid-19, sino de uno que aqueja a la gran mayoría de las empresas mineras.
Una cosa es lo que dicen en sus papeles, procedimientos, campañas publicitarias, publirreportajes y otra cosa es la realidad operacional y la forma en que Ecopetrol ha venido sorteando en el terreno restricciones ambientales.
Vamos al caso de Santander, más exactamente la antigua concesión De Mares, Bloques Centro y Lizama, donde es famoso el Plan de Manejo Ambiental Integral PMAI de Mares, al cual en una anterior columna hice algunas precisiones.
El PMAI de Mares, es el instrumento que gobierna ambientalmente los campos de: a) La Cira-Infantas, que incluye los campos San Luis, Aguas Blancas, Tenerife, Colorado, Morenas y Mosqueteros 1-7, b) Llanito-Gala-Galán-Cardales, c) Lisama-Nutria-Tesoro-Peroles.
Vamos entonces al portal web de Ecopetrol para revisar el discurso de lo que ellos dicen que hacen, dice la web:
“…La gestión Integral del agua busca incorporar en la cadena de valor de la organización el manejo eficiente del agua como habilitador de proyectos y operaciones, buscando: la sostenibilidad de la empresa; la reducción de impactos ambientales y conflictos asociados al agua, y la seguridad hídrica en el entorno…” (Ver)
Y continúa: “…Planificación hídrica y gobernanza del agua: espera contribuir a la creación de políticas, normas, directrices y otros instrumentos orientados a la gestión integral del agua y del capital natural…” (Ver)
Quiero resaltar la última parte y es donde Ecopetrol contribuye a la creación de políticas, hasta ahí la cosa pinta bien pero como nos recuerda el maestro Alighieri, de buenas intenciones está tapiado el camino al infierno.
Y es que, cuando Ecopetrol se pone en el rol de contribuir a la creación de políticas, normas, directrices y otros instrumentos orientados a la gestión del agua y del capital natural, no lo hace porque tengan un gran sentido de responsabilidad social y ambiental sino porque existe algún interés hidrocarburífero.
Haber seamos claros el capital solo produce capital, una empresa petrolera solo invierta en petróleo o en algo que le permita acceder a reservas petroleras.
Y es que la estrategia ambiental de Ecopetrol para el PMAI De Mares ha sido de tal nivel de perversidad que asombra leer la desfachatez que tiene Ecopetrol al afirmar “…que solo busca aportar en la recuperación de la Ciénaga San Silvestre, y concertar las mejores medidas posibles con los actores presentes en el territorio en un proceso robusto de ordenamiento territorial…” (Ver)
Si ese fuera su interés, ¿por qué Ecopetrol terminó presionando al Consejo Directivo de la Corporación Autónoma de Santander (CAS) para que no aprobara el Plan de Manejo Ambiental para el DRMI de la Ciénaga San Silvestre desarrollado por la consultoría de Soluciones Geomáticas?
Es que resulta que el interés altruista de Ecopetrol en 2013 por supuestamente apoyar los procesos de planificación ambiental desarrollados por la CAS escondía sus reales intereses petroleros en el DRMI Humedal San Silvestre.
El 23 de agosto de 2013, firmaría Ecopetrol y la CAS, el Convenio Marco de Colaboración DHS N°5211802, que en su clausula tercera, en el alcance se propuso realizar el ajuste del Plan de Manejo Ambiental del DRMI Humedal San Silvestre.
Como lo afirmé anteriormente, de primera vista el asunto se ve como acto altruista de Ecopetrol al apoyar actividades “misionales” de la CAS en pro de la planificación ambiental, sin embargo, este convenio nos pone un velo acerca del real intereses de Ecopetrol al apoyar dicha planificación.
Y es que el asunto operacional para Ecopetrol se había complicado desde el año 2011, cuando la CAS a través de los Acuerdos 180 y 181, homologaría los DMI Humedal San Silvestre y DMI Serranía de los Yariguies, como áreas protegidas.
La aparición de estas áreas protegidas generaba restricciones a las operaciones petroleras de Ecopetrol, debido a que el Bloque El Centro tiene áreas operativas superpuestas con el DRMI Humedal San Silvestre y el Bloque Lizama tiene áreas operativas superpuestas con el DRMI Serranía de los Yariguies.
Y es que un monstruo como Ecopetrol siempre va de primero, al percatarse de las restricciones que supondrían estos DRMI para sus operaciones se adelanta a la situación firmando el Convenio DHS N° 5211802 y suscribiendo el Acuerdo de Cooperación N°01 y 02, buscando adelantarse al escenario que sería una realidad el 28 de noviembre de 2013, con la Resolución 1200.
En dicha Resolución 1200, por la cual se modifica el PMA establecido mediante Resolución 1641, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) le informa a Ecopetrol que: “…deberá abstenerse de realizar nuevas actividades en estas áreas” (áreas que hacen parte de los DRMI San Silvestre y DRMI Yariguies, que se superponen con los bloques petroleros), por cuanto la CAS no ha establecido el PMA, que defina la zonificación conforme al régimen de uso.
Es claro para la ANLA que hasta que dichas áreas no tuvieran PMA y su régimen de uso no podían ser intervenidas, a lo cual Ecopetrol hábilmente y encontrándose frente a una autoridad ambiental desfinanciada y corrupta procedió pagando los estudios como ya lo pusimos en evidencia en mi anterior columna.
Lo perverso del asunto es que Ecopetrol se aprovecha de una autoridad ambiental desfinanciada para incidir en sus procesos misionales de planificación ambiental del territorio garantizando de sus intereses petroleros en el DRMI.
Lo anterior sin importarle el evidente conflicto de interés, sobre todo cuando Ecopetrol interviene directamente en aspectos técnicos de las consultorías desarrolladas para el PMA del DRMI San Silvestre, como se evidencia en el acta de reunión del 05 de mayo de 2015. En dicha acta se pone de manifiesto por parte de los asistentes, como existían intereses de no visibilizar especies de faunas catalogadas como de Alto Interés, Especie en Extinción, ya que esto se podía volver: “…un riesgo para el proyecto a realizar…”
Cuando se revisa el proyecto a lo cual hace referencia el acta de la reunión, esta corresponde con la Actualización del PMA DRMI San Silvestre, a lo cual me genera un interrogante: ¿Si el proyecto a realizar era la actualización del PMA de un área protegida porque lo pone en riesgo destacar especies de fauna catalogadas como de alto interés y en peligro de extinción?
O es que acaso el proyecto de Ecopetrol junto con la OXXI al interior del DRMI es otro y nos están metiendo gato por liebre…
*Especialista en Medio Ambiente y Geoinformatica. Experiencia en Gestión Social para el sector Oil & Gas. Director de la Corporación Observatorio de Desarrollo Territorial.
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