Por: Ludwing Mantilla Castro/ La 21ª Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático realizada en el 2015, consistió en la decisión denominada COP21 o “Acuerdo de París”, el cual tiende un puente entre las políticas actuales y la neutralidad climática que debe existir a finales del siglo.
Los Gobiernos acordaron: mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2°C sobre los niveles preindustriales; limitar el aumento a 1,5°C, lo que reducirá considerablemente los riesgos y el impacto del cambio climático; que las emisiones globales alcancen su nivel máximo cuanto antes, y aplicar después rápidas reducciones basadas en los mejores criterios científicos disponibles.
El anterior acuerdo internacional ambiental tuvo una particularidad, y fue la de tener efectos vinculantes para los países firmantes. Desafortunadamente Estados Unidos en junio 01 de 2017, a través de su Presidente Donald Trump, manifestó que el cambio climático es un engaño y mantuvo su intención de dejar de ser parte del Acuerdo de París, afirmando que el pacto afectaría la economía y la soberanía de Estados Unidos, señalamientos que provocaron un rechazo mundial. Y es en noviembre de 2019, el Gobierno de los EE.UU., inicia el proceso formal para retirarse del Acuerdo Climático de París.
Dentro del Acuerdo de París y la Decisión 1ª de la COP 21, se estableció un plan de acción mundial, en busca de minimizar y establecer un límite frente al calentamiento global; estos documentos son de carácter público y pueden ser consultados en diferentes idiomas, a través del sitio web de la UNFCCC.
De manera general, Colombia adquirió compromisos relativos a mitigación, adaptación y medios de implementación, así como obligaciones de reporte ante la Convención. Los Estados partes, siguen cooperando para disminuir el cambio climático, lo cual se ha evidenciado en los informes sobre los Objetivos de París, presentados en noviembre de 2017, en la COP 23, que se celebró en Alemania, dentro de las sesiones de las Naciones Unidas y que se mantuvieron hasta el 2018, fecha que en la cual se celebró la COP24.
La Cumbre del Clima Nº 24 de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (en adelante COP24), se desarrolló en diciembre de 2018 en Polonia; la cual tuvo como temas: El desarrollo sostenible, negociaciones internacionales, adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático.
La agenda de diálogos con otros países, para establecer la forma de implementación de los compromisos que pactaron en el marco del Acuerdo de París y convertirlos en los lineamientos o guías, para que todos los países comiencen la implementación de estos importantes compromisos, para el futuro de la sociedad. (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, 2018)
Determinando de esta forma, el compromiso de Colombia con la mitigación de los efectos de cambio climático; parte de la obligación adquirida desde la COP21 y ratificados en las convenciones siguientes, en relación a la disminución y erradicación de la deforestación de la Amazonia para el año 2030.
A pesar de lo anterior y de los compromisos que se han adquirido, actualmente en Colombia, se aumenta la deforestación en esta parte del país; evidenciando de que más allá de las buenas intenciones en materia ambiental, es necesario contar con políticas de planificación ambiental mundial para dar cumplimiento a los compromisos adquiridos.
Y fue en diciembre de 2019, que se celebró la COP 25 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, realizada en Madrid – España, la cual fue precedida por el Gobierno de Chile; pero en realidad fue una cumbre mundial ambiental más sin efectos vinculantes para los países partes, y deja claro el poco y nulo compromiso de algunas autoridades. Casi 200 países estuvieron pendientes de las conclusiones a favor del clima, del ambiente.
Se realizaron diferentes jornadas de negociaciones, para llegar al acuerdo final, llamado «Tiempo de Actuar». En este documento, se solicita mayor ambición climática y dar cumplimiento al Acuerdo de París para que no se supere la temperatura en 1,5 grados.
La realidad es que no se incluyó la regulación de los mercados de carbono, por falta de consenso y compromiso común de los países. La Cumbre del Clima, no tuvo la importancia, sobre los problemas de asfixia que hoy sufre el planeta Tierra, y que conlleva a enormes consecuencias y el efecto humano y no existe un control mundial vinculante.
Seguimos destruyendo la naturaleza, la aplicación de fertilizantes ha aumentado casi 10 veces más, la deforestación se ha multiplicado, la minería en los páramos es una realidad, las sequías y los incendios arrasan zonas boscosas, el cambio del uso del suelo de áreas protegidas a zonas de producción, es por intereses económicos y “las emisiones de gases de efecto de invernadero aumentaron 1.7% del 2017 al 2018, enviando a la atmósfera 33 mil millones de toneladas producto de la combustión del petróleo, carbón y gas adicionales”.
A esperar la COP 26 que se celebrará en el Reino Unido, y con la esperanza que al año 2050, más de 73 países reduzcan sus emisiones a cero.
Nosotros seguimos actuando, y hoy a través de estas líneas seguimos invitándolos a formar parte de la “Plataforma de Voluntarios a favor de la Vida”. Es muy fácil y sencillo, necesitamos personas que sean capaces de transformar su pensamiento y nos apoyen a llegar a las 500 mil personas que se motiven en esta lucha y firmen el formato de “Tercero Interviniente”, para defender nuestro Páramo de Santurbán (Santander – Colombia).
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