“Los profesores solicitamos una respuesta más rápida por parte de la administración en cuanto a problemas de funcionamiento que afectan el desarrollo de actividades académicas. Siempre habrá dificultades que se pueden solucionar sin tener que llegar a medidas de hecho”, escribieron al final de un comunicado los profesores de la Universidad Industrial de Santander -UIS-.
El párrafo cierra el llamado “Comunicado Asamblea de Profesores de la Universidad Industrial de Santander” en donde hacen referencia a la circunstancia irregular vivida por el rector de la UIS, Hernán Porras Díaz.
El viernes 20 de mayo de 2022, al finalizar la ceremonia de grados del Instituto de Proyección Regional y Educación a Distancia (Ipred), un grupo de individuos, con rostros cubiertos, ingresó al Auditorio Luis A. Calvo de la Universidad Industrial de Santander -UIS-, intimidando a las autoridades académicas, a los miembros del Consejo del Instituto, a los graduandos y a sus familiares, informaron en un comunicado momentos después las directivas académicas integrantes del Consejo Académico de la UIS.
En ese momento los encapuchados habrían intentado retener al Rector de la UIS, quien, según el vídeo, apenas nota la cercanía de los desconocidos se levanta de su asiento y va hacia la parte de atrás del escenario. Dos personas lo quisieron retener. Solo una mujer de las que estaban con Porras Díaz en la tarima pretende en medio del forcejeo que no se lleven al Rector. Las demás personas se quedan mirando sin hacer nada.
El video se corta. Ya más tarde anuncian que los encapuchados no lograron su objetivo de llevarse al Rector de la UIS.
Reseña el comunicado de la Asamblea de Profesores, reunida el 23 de mayo de 2022, que “después de analizar la situación vivida durante las últimas semanas al interior del campus principal de la UIS, se permite comunicar lo siguiente: Unánimemente rechazamos los actos violentos realizados contra el rector, el Consejo Académico, los profesionales recién graduados y sus familias, el pasado 20 de mayo en la ceremonia de grado de los estudiantes del Instituto de Proyección Regional y Educación a Distancia IPRED. Nos solidarizamos por la dignidad de las personas que sufrieron este agravio y lamentamos enormemente que estudiantes y familias que venían de las regiones tuviesen que pasar por esta situación”.
Señalan además que “los profesores manifestamos enorme preocupación en la aceptación de diferentes tipos de violencia, en donde se evidencia una normalización de la presencia de personas encapuchadas, el uso de papas bomba, la salida forzosa de los salones de clase, entre otros. Vemos con desasosiego que pareciera que estamos formando profesionales que piensan que existe violencia justificada, de lo cual nos apartamos completamente y manifestamos que ningún tipo de violencia puede ser aceptada en nuestra alma mater”.
“Evidenciamos -dice el comunicado- la necesidad de crear estrategias que enseñen a nuestros estudiantes cómo resolver conflictos y cómo exigir derechos sin que se afecte el derecho a la educación de muchos y sin que se incurra en detrimento patrimonial al mantener el campus principal en anormalidad académica, en donde no solo se pierden recursos del erario público sino también los recursos de los estudiantes que provienen de otras ciudades. Se propone que la UIS sea un territorio de paz, una idea disruptiva en donde ningún ente armado o violento pueda ejercer presión sobre otros”.
“Invitamos al señor rector a participar de un claustro de profesores ampliado en donde tratemos estas y otras problemáticas mencionadas durante la asamblea”, apunta el comunicado.
Finalmente, “los profesores solicitamos una respuesta más rápida por parte de la administración en cuanto a problemas de funcionamiento que afectan el desarrollo de actividades académicas. Siempre habrá dificultades que se pueden solucionar sin tener que llegar a medidas de hecho”.
Se conoció luego que los encapuchados pretenderían llevarse al Rector de la UIS para leerle un comunicado.
Desde el viernes 13 de mayo inició una asamblea escalonada en la UIS. Dicen los manifestantes que en el año 2021 la UIS ofreció almuerzo a mil estudiantes y el asunto marchaba, sino a la perfección, sin mayores inconvenientes. Por alguna razón loable la UIS abrió la opción para que más estudiantes recibieran el almuerzo en la UIS. Las inscripciones se abrieron y se aceptó la solicitud a dos mil personas.
Mil estudiantes en el 2021. Dos mil estudiante en el 2022. Una diferencia de mil almuerzos sin que los espacios de cocinas se ampliaran, sin que se contratara mayor personal, sin que los espacios de trabajo de cocinas pudieran doblarse, así como se dobló la entrega de almuerzo, de mil pasó a dos mil.
Lo que funcionaba aparentemente bien con mil personas, se volvió un auténtico caos con dos mil personas. La gente de la cocina tuvo que multiplicar su trabajo. La comida empezó a generarse en circunstancias no tan favorables y el resultado dejó ver que ya nada funcionaba igual de bien.
Comida desperdiciada, con animales, vencida, cruda, mal servida, en fin, se generaron todos los problemas posibles. Los estudiantes preguntaron y la respuesta fue simple: Esperan el mismo servicio que se daba a mil estudiantes, con la diferencia es que ahora son dos mil almuerzos.
La cocina trabajaba sin protestar, pero las afectaciones se vieron. Los estudiantes se manifestaron y empezaron las asambleas escalonadas para que se lograran soluciones. Las clases pararon desde el viernes 13 de mayo. Los estudiantes dicen que no están en paro, que son asambleas, finalmente los estudiantes van a la Universidad, pero no a recibir clases.
La administración siguió sus actividades normales. Se programaron los actos de graduación en el auditorio Luis A. Calvo, el principal escenario de la UIS. Los estudiantes seguían en asamblea permanente. El viernes 20 de mayo ya se cumplía una semana completa desde que las clases se paralizaron en la UIS. Al miércoles 25 de mayo sigue la UIS sin dar clases, no están en paro, dicen los estudiantes. Pero no hay clases, porque están en asamblea permanente.
El 20 de mayo los encapuchados habrían querido informarle al Rector de la UIS lo que sucedía con la cocina y con otros asuntos que estarían a la espera de que la administración solucionara. La retención habría sido en ese sentido para leerle el comunicado y pedirle que tomara decisiones, pues ya era una semana completa sin clases.
Sin embargo, la situación se salió de las manos y se generó la noticia de la intención del secuestro del Rector de la UIS. Rechazo total. El Rector fue liberado por la única señora que se levantó a protegerlo y los encapuchados no se lo llevaron, es posible que tampoco le hubiesen leído el comunicado.
La UIS no está en paro, pero ya lleva once sin clases. Los profesores piden soluciones más rápidas, los estudiantes igual, las familias de los estudiantes a la expectativa.