Por: Luis Carlos Heredia Ordóñez/ La falta del criterio profesional en temas ambientales, en especial en la protección de las rondas hídricas en el municipio de Puerto Wilches, ha demostrado la falta de liderazgos oportunos, reales y técnicos en la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS).
La preservación de las rondas hídricas es determinada por la normatividad ambiental establecida en el Decreto 2245 de 2017 y la Resolución 957 de 2008.
Las inundaciones han causado afectaciones negativas que han tenido que soportar de manera histórica los wilchenses, debido a las crecidas del Río Magdalena.
Cabe aclarar que no se trata únicamente de un problema ambiental, es también un problema de planificación urbana y rural, un flagelo que afecta a los productores de palma, a los ganaderos, a los agricultores y a los ciudadanos del sector urbano.
Las inundaciones son generadas por las lluvias y magnificadas en sus efectos de destrucción por la irresponsabilidad en la protección de las fuentes hídricas.
La falta de control de las autoridades ambientales y la inexistencia de una política municipal seria en la gestión del riesgo, ha demostrado una vez más la ausencia criminal de profesionales idóneos y de medidas acertadas y técnicas en la implementación de planes y programas que permitan reducir las afectaciones ambientales a los ciudadanos de Puerto Wilches (Santander).
Pero además debe tenerse en cuenta, que los impactos negativos en la economía, especialmente a la palma africana, que representa uno de los renglones económicos más importantes de la región y su afectación por falta de políticas ambientales tiene graves efectos en el empleo y la generación de oportunidades laborales.
Esto demuestra la necesidad de establecer profesionales ambientales en el desarrollo del ordenamiento territorial, especialmente en un país donde el cambio climático ha iniciado la generación de afectaciones desde hace más de tres décadas.
El problema de las inundaciones pone a Puerto Wilches en un grave riesgo ambiental, por la proliferación de vectores epidemiológicos y la contaminación del agua debido a la colmatación de pozos sépticos.
Además, la mezcla de aguas residuales y sus efectos en la salud, genera una grave problemática social y ambiental en torno al ordenamiento territorial.
Igualmente, la contaminación del agua, en términos de inundaciones a zonas en donde había fertilizantes y pesticidas, que al final contaminan el recurso hídrico.
Teniendo como consecuencia las afectaciones a los recursos naturales más importantes para los wilchenses como lo son el recurso hídrico, la pesca y la calidad de agua para los procesos agrícolas;
Creemos en la necesidad de contratar y tener profesionales ambientales idóneos y que tengan las competencias profesionales, para brindar una solución desde la gestión del riesgo en los municipios.
La gestión del riesgo por fenómenos ambientales, no solamente se debe quedar en documentos burocráticos y discursos para los medios de comunicación, hechos que a la final no brindan una solución a la calidad de vida para los ciudadanos.
Es lamentable que una ciudad tan productiva como Puerto Wilches, en sectores como la agricultura, la ganadería y la industria petrolera; sufra problemas para el desarrollo de procesos logísticos que permitan la dinamización económica.
Cada vez se hace necesario el desarrollo de una verdadera política territorial en Puerto Wilches, que optimicen las potencialidades ambientales de este importante municipio.
Además, que proyecte y promocione la sostenibilidad ambiental; porque no se puede tener a este municipio tan importante, entre las inundaciones, la contaminación con proyectos petroleros cuestionables y polémicos, y la desidia administrativa de autoridades ambientales que deben velar por la calidad de vida y la protección del medio ambiente en este municipio.
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Tecnólogo ambiental, ingeniero ambiental.
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