“Una arañita que teje su telaraña sin tanta bulla, solo resultados”, así se considera Maylin Tatiana Jaramillo Bermúdez, para quien “el principal reconocimiento es recorrer Santander con la frente en alto. Además, el aprecio de la gente, siempre me invitan a compartir con ellos diferentes momentos mágicos, creo que no soy de reconocimiento a pesar de que soy una figura pública”.
Su familia está conformada por mamá, papá y hermana, “somos una familia tradicional, mi padre César Augusto Jaramillo, comerciante, mi mamá Fanny Bermúdez Mosquera, docente y mi hermana abogada. Estoy casada con un super esposo con el que hemos conformado nuestra familia por más de 14 años juntos, no tengo hijos solo tres hermosas gatas. Mi proceso de primaria y bachillerato fue en colegio público, aunque los grados décimo y once en el Santa Teresita debían hacerse en la jornada de la mañana. Siempre fui escogida como la representante de los estudiantes y era la que organizaba en su mayoría los actos extracurriculares del colegio y actividades culturales, recuerdo que avancé en el día de la Colombianidad y ferias de ciencia”.
En ese sentido Maylin Tatiana cuenta que “siempre quise escoger una profesión que me permitiera estar en contacto con las personas, soy ingeniera industrial, de la UPB, especialista en proyectos, de la UIS y candidata a magister en Planificación y Gestión del Turismo, del Externado. Cada lugar en el que me he desempeñado laboralmente me ha permitido ir enfocándome y especializándome en temas específicos. Cuando me especialicé en proyectos, trabajaba en el banco de proyectos de Planeación Barrancabermeja, cuando escogí mi maestría es porque quedé enamorada del turismo”.
“Mi primera experiencia laboral fue en la empresa familiar Alternativas SYP, ahí me formé en servicio al cliente, fotocopiado y comercializar productos, pero la vida me tenía preparada otros roles. Inicié en la vida pública a mis 21 años como CPS en Planeación de Barrancabermeja y aunque no tenía mucha experiencia la palabra planeación siempre me ha gustado. Allí era de “todito”, actualizaba proyectos, solicitaba CDPS, todo lo que se requiere para sacar adelante proyectos, duré cuatro años, aunque al principio tuve que esperar bastante por mi primer contrato, me dediqué a fortalecer mis capacidades y pude ser la mano derecha en proyectos de los secretarios de Planeación”.
La familia y la experiencia que Maylin fue logrando marcaron su camino, “desde pequeña he tenido la fortuna de tener ejemplos como mi papá, que emprendió, a tan solo 19 años, fue el distribuidor de El Espectador en Barrancabermeja. Por ello mi padre es mi mayor inspiración. Fui primero CPS por cinco años en diferentes secretarías: Planeación, Gobierno, Cultura y Turismo. Pero mi primer salto a cargos directivos públicos fue como secretaria de Vivienda Departamental y luego por mis buenos oficios y trabajo en el territorio me convierten en la secretaria de Cultura y Turismo de Santander, y ahora soy la directora de Cultura y Turismo de Bucaramanga. Creo que no hay más importantes cargos que otros, todos tenían que pasar y han sido mi escuela de aprendizaje laboral. Pero siempre lo diré, a mí una fotocopia me cambió la vida”.
Sin duda, Maylin Tatiana tiene que estar en el grupo selecto de las superpoderosas y sin embargo la sorprendió. “La verdad no me esperaba este espacio porque, se quién soy como mujer en mis diferentes roles, y si tengo un super poder es “hacer que las cosas pasen” soy muy insistente y perseverante pero también soy lo más tradicional y convencional en mi tiempo de familia”. Sin embargo, tiene para recomendar a las mujeres que apenas hoy están en ese comienzo que “uno puede perder todo, pero lo único que no se puede agotar son los sueños, creer en ti, en tu talento, en lo que eres es el primer paso”.
Hoy está satisfecha de su experiencia familiar y laboral. “Las cosas buenas y si se hacen correctamente, siempre traen consigo sacrificios en tiempo, en familia, en despegarte de estatus quo que nos rodea, es doloroso, pero uno debe mantener lo disruptivo y las locuras de la vida, eso le dan un sentido diferente”. Llegar al sitial en donde está también la llevó en el camino a dejar algunas costumbres y adquirir otras. Ella nos cuenta que “creo que lo mejor fue dejar de sabotearme, creer que no me podía estar pasando. Descubrí que la vida no tiene casualidades todo es necesario y perfecto. El hábito que arraigué fue el paso a paso de acostarme a dormir, es una terapia conmigo misma que me hace más fuerte y concentrada”.
Para continuar en ese día a día, su “mayor motivación es la satisfacción de saber que con lo que hago puedo contribuir a que toda una ciudad mediante la cultura y el turismo, marque una diferencia y obtenga bienestar. También me motiva que un día pueda contar una historia a mis nietos y que valga la pena contar cada espacio vivido. De igual forma me motiva a seguir, mi familia representada en todas las personas que día a día han puesto su confianza en mí”.