Por: Javier García Gelvez/ Es evidente que con el trasegar del tiempo la sociedad se va adentrando en un mundo globalizado, con una influencia marcada por las herramientas TIC como elemento fundamental en los procesos académicos. En tal virtud las instituciones educativas requieren moldearse a los continuos avances científicos y tecnológicos y a la masiva difusión de la educación sin barreras que propende por la virtualidad como su principal estrategia en su afán por la conquista nuevos mercados.
Si a esto se le adiciona la creciente demanda de contadores en Colombia, que, por su integralidad en el desarrollo de su profesión, junto con los permanentes cambios en la regulación tributaria y aunado a la obligatoriedad en la Internacionalización de la contabilidad; se convierte este programa en uno de los más apetecidos por la comunidad estudiantil por su facilidad de enganche en el entorno laboral.
“Son miles los nuevos profesionales que año tras año salen al mundo laboral. ¿En qué carreras o áreas se formaron? Se destaca que el área de Economía, Administración, Contaduría y afines es la que presenta el mayor número de titulados en la educación superior. Por ejemplo, entre 2011 y 2014, 469.705 personas se graduaron de programas asociados a este campo”. (Observatorio Laboral para la Educación, 2014)
“Durante el primer trimestre de 2017, se inscribieron en la plataforma de la APE un total de 273.572 personas, se publicaron 166.992 vacantes y se lograron colocar 83.652 puestos de trabajo, lo que equivale a una tasa de colocación del 50%.” (Sena – Observatorio Laboral y Ocupacional, 2017)
Hoy por hoy, los programas de contaduría se han venido fortaleciendo con temas que tienen que ver con la economía de lo público, en virtud a que se ha desatado un inusitado interés por la participación de los contadores en cargos públicos a todo nivel, que repercuten con el afianzamiento de materias como las Finanzas Públicas, dentro de los programas académicos para ofrecerlos y estructurar en toda la región profesionales competitivos y sociales para el ejercicio de la función pública.
De allí se desprende que el principal interés de las instituciones educativas, sea la de acercar la educación formal a los estudiantes sin que se constituyan en impedimentos ni la distancia, ni los horarios, ni la condición económica y con una significativa reducción de costos para los estudiantes que garantiza una masiva participación de los mismos.
Por lo anterior se plantea que las TIC se conviertan en la mejor opción para fortalecer y garantizar a los estudiantes el aprendizaje de los aspectos atinentes a la Hacienda Pública, sin limitaciones geográficas y en una forma en donde el componente de autoformación prevalezca y las estrategias pedagógicas soportadas en las plataformas amables y de fácil comprensión para los estudiantes.
La obsolescencia de los conocimientos y habilidades adquiridos para ejercer un oficio o profesión, se convierten en el principal riesgo para las comunidades en el corto plazo, de tal suerte que la demanda de formación se ha incrementado en virtud al ávido deseo que el individuo se capacite de manera permanente a lo largo de su ejercicio profesional.
De otra parte las tecnologías de la información y la comunicación han abierto un mundo de conocimientos casi infinito y los espacios de socialización y aprendizaje han transcendido los muros de la institución educativa tradicional.
Todo esto es incidente en la estructura del Contador que ha visto como dentro del aparato estatal se han venido abriendo espacios laborales, a través de las diferentes convocatorias a los que se puede llegar solamente con unos conocimientos fortalecidos sobre Hacienda Pública, que lo deja en una envidiable posición para el cabal desarrollo de la función pública.
El fortalecimiento de los conocimientos sobre Hacienda Pública a los estudiantes universitarios de Contaduría, amplían el espectro sobre lo que se conocía como la parte de la economía que se ocupa del estudio de la actividad financiera del sector público sino que lo lleva a entender que además le permite tomar decisiones que mitiguen los efectos de las posibles externalidades que se puedan presentar.
“Hacienda pública es el conjunto de bienes de que disponen los que manejan las instituciones públicas para atender las necesidades colectivas”. (Cárdenas, 2015)
Adicionalmente las instituciones educativas se han visto avocadas a fortalecer y diversificar sus programas de contaduría ante la elevada demanda de nuevas alternativas de formación, lo cual conduce a apostarle a la educación virtual como vía para la masificación del programa sin detrimento de la calidad, administración del tiempo, disciplina, responsabilidad, reducción de costos y un aprendizaje adaptado a las necesidades individuales de los estudiantes que exigen cada vez más la influencia de las TIC como herramienta de aprendizaje.
“La aplicación de las TIC motiva al alumnado y capta su atención, convirtiéndose así en uno de los motores de aprendizaje. Pero para poder llevar a cabo un aprendizaje mediante TIC, es imprescindible tener en cuenta la alfabetización digital que tanto profesores como alumnos deben poseer”. (Morales, 2015)
“El programa de la asignatura se orienta y desarrolla de manera que el estudiante aumente su capacidad crítica y comprensión acerca de los condicionantes político-institucionales y estructurales en los que se enmarca la actividad del sector público, lo que le facilitará un mayor aprovechamiento de otras materias incluidas en el programa formativo de Grado en Ciencia Política y Administración Pública”. (Universidad de Salamanca, 2017)
“Los estudiantes de Administración Financiera, se relacionarán con temas financieros del sector público y la política económica, su incidencia en los sistemas económicos, los instrumentos o medios de las finanzas públicas y los propósitos de la hacienda pública”. (Universidad del Quindío, 2017)
Por último, las instituciones educativas cada día están utilizando más las plataformas virtuales como medio de enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje y mejorar la comunicación entre la comunidad académica, por lo cual es pertinente formar docentes capaces de gestionar el conocimiento a través de aulas y plataformas virtuales.
Para llevar a cabo este tipo de modalidad de enseñanza-aprendizaje es vital contar con tutores capacitados en estrategias de enseñanza virtual, que asuman el rol de guía y facilitador, promotor de debates virtuales, que motiven e impulsen a los estudiantes a adquirir nuevos conocimientos y a cumplir con los requisitos de los programas virtuales.
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