Por: Martin Camilo Carvajal Cámaro/ Permítanme en primer lugar, agradecer a la Revista Corrillos y en especial a su Director Juvenal Bolívar, por la oportunidad que me brindan para expresarme en este importante espacio de opinión.
La Ley 2062 de 2020 por medio de la cual la Nación se asocia y rinde homenaje a la ciudad de Bucaramanga con motivo de la celebración de sus 400 años de fundación, es una realidad gracias a la iniciativa legislativa de la Representante a la Cámara, Nubia López Morales.
Como uno de los instrumentos necesarios para el manejo de la crisis que nos ha generado la pandemia, la ley propicia una oportunidad valiosísima, frente a la necesidad imperiosa de reactivar la economía, desde la base misma de la sociedad, es decir, llegando a las finanzas de las familias más pobres, por las oportunidades laborales que deberán generar las obras que se ejecuten por la Nación, Gobernación de Santander, Área Metropolitana y la Alcaldía de Bucaramanga.
Aprovechar esta efeméride, para reimpulsar la economía a través de un nuevo ritmo en el desarrollo de la ciudad, es una responsabilidad histórica que recae sobre nuestros actuales gobernantes, convirtiéndose en una oportunidad para la sumatoria de recursos y elaboración de los proyectos, ampliando de esta forma la capacidad de gestión ante el gobierno nacional, quien deberá disponer, incluir o no las partidas en los presupuestos nacionales anuales, resolviendo problemas sentidos de la comunidad, que la estrechez fiscal de los presupuestos regionales y locales no han permitido realizar.
Atendiendo lo establecido en la Ley Bucaramanga 400 años, se deben presentar los proyectos, requiriendo estos de juiciosos estudios y en algunos casos de planes maestros, que permitirán concretar inversiones en materia de infraestructura educativa y cultural, salud, sostenibilidad ambiental, movilidad y seguridad, las cuales no solamente beneficiaran a los habitantes de Bucaramanga, sino a la totalidad de la población de las cuatro municipalidades que integran el área metropolitana, quienes necesariamente deben ir adoptando desde ya, un mejor modelo de integración, a través de la creación del Distrito, como forma organizacional política y administrativa, que haría posible procesos integrales y coordinados, para los sectores productivos, la empresa privada, sociedad civil y el gobierno.
*Abogado, Especialista en Gerencia Pública.
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