Leonardo Granados/ Hay un dicho popular que dice “la justicia cojea pero llega”, sin embargo en Barrancabermeja está cojeando demasiado y se siente un aire a impunidad con las graves evidencias probatorias de los delitos que se han generado al interior de la empresa Aguas de Barrancabermeja, que tiene a los barranqueños consumiendo agua de pésima calidad.
En el año 2013 la Alcaldía Municipal de Barrancabermeja mediante recursos transferidos por Cormagdalena de Ley 160, celebró el Convenio Interadministrativo N° 0363 de 2013 el cual tenía por objeto “aunar esfuerzos con el fin de realizar obras para la disposición final de residuos sólidos en el Municipio de Barrancabermeja” por un valor de tres mil ochocientos noventa y dos millones sesenta y ocho mil novecientos setenta y siete pesos ($3.892.068.977).
Con estos recursos se realizaría la “ampliación de la capacidad de disposición mediante la construcción de una nueva celda para la disposición de residuos sólidos, la construcción de la planta de lixiviados del relleno La Esmeralda y celdas transitorias y el proceso de clausura y post clausura”, convenio que tenía como duración seis meses a partir de la suscripción del acta de inicio, convenio que inició en mayo de 2013. Con el cual se clausuraría dicho relleno y se evitaría impactos a cuerpos de agua.
Lo que inicialmente en seis meses debía ejecutarse pasaron dos años y no se construyó la planta de lixiviados, ni culminó el proceso de clausura y post clausura de las celdas transitorias y la Contraloría Municipal de Barrancabermeja a través del Dr. Juan Carlos Staper en la auditoría realizada a este convenio identificó hallazgos fiscales, administrativos, disciplinarios y penales. Manifestó que el no haber construido la planta de lixiviados generó una mayor contaminación en el caño costado norte más conocido como caño Las Marías el cual, siendo impactado por los lixiviados, terminó contaminando la quebrada El Zarzal y la ciénaga San Silvestre donde desembocan, es decir, de donde la empresa Aguas de Barrancabermeja capta el agua para el acueducto municipal.
Pues bien, de estos impactos ambientales y actos de corrupción presenté denuncia penal y ya le imputaron cargos al ingeniero Jorge Norberto Ferreira, gerente de la época de Aguas de Barrancabermeja, sin embargo para Elkin David Bueno Altahona, Alcalde de la época y el gerente actual, Sergio Amarís, no fueron suficientes los recursos y solicitaron a Cormagdalena más recursos para culminar las obras pendientes del proceso de clausura y post clausura y la planta de lixiviados, es decir, no les “alcanzaron” los tres mil ochocientos noventa y dos millones sesenta y ocho mil novecientos setenta y siete pesos ($3.892.068.977), para realizar este proyecto que tubo estudios previos y se garantizaba su ejecución a lo presupuestado.
Para el 31 de enero de 2015, el alcalde Elkin Bueno presentó una adición presupuestal por valor de tres mil quinientos millones de pesos ($3.500.000.000), para la “ampliación de la capacidad de disposición mediante la construcción de una nueva celda para la disposición de residuos sólidos, la construcción de la Planta de Lixiviados del relleno La Esmeralda y celdas transitorias y el proceso de clausura y post clausura”, como pueden apreciar, para lo mismo, por ello en el Concejo Municipal de Barrancabermeja hicimos la advertencia que no podían adicionarse dichos recursos a un daño fiscal, por cuanto se incurriría en prevaricato, como adicionar recursos a un convenio de donde se perdieron recursos y no sea ha demostrado en que se invirtieron, pero los 13 concejales del alcalde de la época los aprobaron a ‘pupitrazo’.
Al observar este grave hecho ilícito, presenté denuncia penal el 22 de junio de 2015 contra el alcalde Elkin Bueno, gerentes de Aguas de Barrancabermeja, Secretario de Medio Ambiente de la época y los 13 concejales, bajo el número de noticia criminal N°680816000136201502941 se encuentra en la Fiscalía Delegada para delitos contra la Administración Pública, es inaceptable que se siga dilapidando los recursos públicos por ello debemos luchar en contra de la corrupción.
Como si fuera poco lo anteladamente expuesto, en la ejecución de estos nuevos 3.500 millones de pesos, la Contraloría de Barrancabermeja estableció nuevos hallazgos fiscales, penales y disciplinarios en contra del actual gerente Sergio Amarís, quien presuntamente celebró un contrato de una celda que ya estaba hecha, por ello el hallazgo penal por el delito de peculado, entre otros.
Lo grave de esta situación es que estamos en el 2018, se gastaron $7.392. 068.977 y no se ha construido la piscina de lixiviados, sigue la contaminación, no se ha terminado la clausura y post clausura de las celdas transitorias, estos gobiernos corruptos vienen afectando la ciénaga San Silvestre y se requiere con urgencia que el Fiscal Delegado para delitos contra la Administración Publica cite a audiencia de imputación al exalcalde Elkin Bueno, a Sergio Amarís, los concejales de la época y el Secretario de Medio Ambiente, entre otros.
Existe suficiente material probatorio que sustenta la responsabilidad de estos funcionarios que dilapidaron los recursos públicos con los cuales hoy tendríamos un proceso serio de post clausura, una planta que minimizaría el impacto a la quebrada El Zarzal, hoy le exigimos los barranqueños resultados contundentes a la Fiscalía General de la Nación y a la Procuraduría General de la Nación contra estos funcionarios que actuaron ilícitamente en contra de los recursos públicos y es aquí donde cabe aquella frase del pensador Martin Luther King Jr, “la injusticia en cualquier parte, es una amenaza a la justicia en todas partes”.
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