Por: Jhon Freddy Mieles Rueda/ Con más de 11 millones 260 mil votos, Gustavo Petro, fue elegido por el pueblo colombiano como el nuevo Presidente electo de la República, si bien es un triunfo para la democracia nacional, lo cierto es que a partir del 7 de agosto una vez asuma la Presidencia de Colombia tendrá que afrontar una serie de problemáticas y desafíos que dependiendo como los afronte, definirán nuestro futuro como nación en los próximos años.
Polarización, corrupción, pobreza, inflación, violencia, inseguridad, acuerdo de paz, reforma del sistema de pensiones, salud, inmigración venezolana y medio ambiente son solo algunas de las mayores tareas que el nuevo presidente deberá atender y resolver, o en su defecto, no dejar empeorar.
El primer desafío que enfrentará nuestro nuevo presidente es la polarización que va dificultar la gobernabilidad democrática debido a que el Congreso de la Republica está muy dividido, lo que dificultará la aprobación de los distintos proyectos de ley que presente el gobierno, así mismo la ciudadanía está muy polarizada entre los extremos que representan Gustavo Petro quien ahora será la cabeza del gobierno y la derecha política junto con Rodolfo Hernández que no se sabe si aceptará su curul en el Senado de la Republica y pasará a ser parte de la oposición.
Por ello, ante cualquier error que cometan Gustavo Petro y Francia Márquez una vez comiencen su periodo constitucional, estará propenso a un nuevo estallido social, esta vez promovido por la derecha política dando pie a una serie de bloqueos, protestas y desmanes que también pueden afectar la infraestructura del país.
Por otra parte, la corrupción es uno de los fenómenos más fuertes en la vida diaria de la sociedad colombiana, se dice que cada año se pierden 50 billones de pesos de las arcas del estado a causa de este flagelo, afectando todos los niveles de la institucionalidad y a todas las regiones sin excepción.
Por ello, el nuevo Presidente de la República tendrá que hacer frente a esta problemática entre otras medidas, sabiendo direccionar los recursos públicos y promover una mayor veeduría ciudadana y mayor control financiero, así como promover una reforma a los entes de control e investigar a sus funcionarios ya que muchas veces estos mismos son los que promueven la corrupción en el sector público.
Otra de las problemáticas en Colombia es la pobreza, en total son más de 21,07 millones de personas las que subsisten con menos de $331.688 mensuales, un monto que, según el DANE, es la línea de pobreza en Colombia.
Lo que agrava más la situación es que 7,47 millones de colombianos viven con menos de $145.004 al mes, es decir, viven en condiciones de pobreza extrema y sus ingresos no les alcanzan para consumir las calorías que necesita una persona para tener buenas condiciones de salud y eso sin contar con la inflación que en mayo 2022 se situaba en 9,07% lo que limita el poder adquisitivo principalmente de las familias más vulnerables.
En este campo es necesario que desde la Presidencia de la República se trabaje con las distintas organizaciones tanto públicas como privadas que permitan impulsar la inversión extranjera y poner en macha más proyectos de infraestructura y en el sector agropecuario que permitan crear nuevos puestos de trabajo y poner en marcha un programa de vivienda digna para los más vulnerables en el país.
Por otra parte, en 2018, cuando Iván Duque asumió la presidencia, Colombia registraba la tasa de homicidios más baja de la historia. Todo eso se deterioró en estos cuatro años, en donde el Gobierno ni implementó ni rompió el Acuerdo de Paz, ni tuvo políticas de seguridad claras ni ha sabido manejar la fuerza pública, permitiendo así el surgimiento de nuevas organizaciones armadas como la Nueva Marquetalia, las disidencias de las FARC y el fortalecimiento de las existentes en los territorios como el Clan del Golfo y otras organizaciones herederas del paramilitarismo y el ELN.
Además, que se ha incrementado la delincuencia común y la inseguridad en las calles, por lo que el desafío será retomar una nueva política frente a los cultivos ilícitos, centrada más en la sustitución que en la erradicación forzada.
También hay que implementar integralmente los acuerdos de paz y buscar más activamente una negociación con los actores armados más políticos como el ELN, y un sometimiento a la justicia con los demás, así como una política integral fundamentada en el empleo, el deporte, la cultura, la educación y el desarrollo tecnológico para evitar que los jóvenes caigan en las garras de la delincuencia y el crimen.
Por último, los desafíos ambientales de Colombia bajo la próxima presidencia de Gustavo Petro siguen siendo prácticamente los mismos del comienzo del actual Gobierno: Luchar contra la deforestación y proteger a los líderes ambientales, sociales e indígenas, además Colombia debe dar un paso de la explotación de carbón y petróleo hacia una transición energética a base de energías limpias que puede significar una gran inversión logística y financiera.
En fin, son muchas las problemáticas que acarrea nuestro país y ahora Gustavo Petro junto con el nuevo congreso tienen la misión de hacerles frente, es el momento que Gustavo Petro demuestre su liderazgo y es nuestro deber como ciudadanos independientemente si votamos por él o no, apoyar al nuevo presidente y su equipo de trabajo para facilitar su misión en pro de un mejor país para las generaciones futuras.
…
*Escritor, agroforestal y político local.
Facebook: Jhon F Mieles Rueda
Twitter: @meideijhon
Instagram: jhon_f_mieles