Por: Gustavo Ortiz/ Una cosa es la verosimilitud y otra, la realidad. Quienes consideran la Biblia, un texto literario tienen razones de reescritura suficientes, pero es innegable que se guardan deudas espacio temporales con el tiempo vivido, con el tiempo narrado, con la historia. Y Jesús, no es ajeno a ellas. Quienes consideran un texto de fe la biblia, la “Santa” biblia, están en su derecho.
Los evangelios quedaron reduciendo la vida histórica de Jesús. Jesús, que no fue de Nazareth, si se hace caso a las pruebas arqueológicas e históricas. Jamás existió un lugar así, fue un aporte de algún traductor traidor. Es imposible negar su existencia, la de Jesús, a pesar de esa no ciudad. Si se lee con respeto, la escritura base, lo llamaríamos Nazoreo, secta apartada para una misión especial, referenciados éstos, desde el libro bíblico de Números 6. (¿Tina Zéteite? Apocrítesan autó: Iesún Ton. Nazoráion Juan 18). Jesús movió el espíritu colectivo de la gente no con tanta proyección como el Bautista, en su momento. El Bautista, era el revoltoso de su tiempo.
Si somos, yo como crítico literario, Jesús como personaje, significados por la coyuntura de nuestro tiempo vivido, vale preguntarnos por Israel.
“Jesús, la historia alternativa” escrito por el sociólogo Carlos Uribe Celis, editado por Penguin Random House con un discurso tejido de ironía, un estudio riguroso cotejando fuentes y racionalidad nos muestra detalles como que la religión del pueblo de David no tuvo imágenes sino ya por influencia (dominación territorial) extranjera, la costumbre simbólica de los ángeles y los demonios, la resurrección dentro de su semiesfera cultural vino después del regreso de Babilonia. O sea que una Israel pobre, mal organizada, migrante, vino a necesitar de su heredero davídico para aglutinar algún sentido histórico. Jesús era necesario para Israel.
Pero regresando al papel interpretativo, total todo es lectura, que imponen las Escrituras es minimizar el gran rol espiritual e histórico de Jesús, por ejemplo, desde Roma no lo veían con malos ojos, podría haber llegado a ser un rey asociado y que el cristianismo jamás entendió la situación de Pilato, considerado santo en algunos lugares.
Otro detalle es que la última cena, dada en el Aposento Alto, barrio de los esenios, fue la última porque Jesús buscaba ya liberarse de la “sentencia dispuesta” por los judíos del poder. Regreso un poco al hecho que Pilatos en ciertos lados fue considerado santo, a nivel histórico, ¿entonces preguntemos el porqué?
En este nivel de destejer, una cosa que se aprende es el mal uso del término judío, los judíos solo son una parte del mundo de Israel.
Una reseña, no puede ser un resumen, así que solo puedo invitar a buscar las certezas lectoras de la familia real de Jesús, si pertenece a los Nazareos bien vale pensar que María y José son una familia impostada y su muerte en la cruz verla, dentro de esta investigación del profesor Uribe que duró una década, más allá de los kerigmas populares. Jesús fue el mejor político de su época, entendió que la solidaridad entre hermanos es necesaria.
Dentro de este campo hermoso “lector” vale entregar el año a reconocer los instantes de vida, la hermandad y amor cristianos. De mis cuarenta años, los mejores, vividos en la carrera 3occidente de Bucaramanga. Un abrazo a Alirio, a Norberto, a John, a Luz Estela (todos hermanos).
*Profesional en Estudios Literarios Universidad Nacional de Colombia
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“A la cacería de una imagen crítica” (Lslq)