Durante la entrega de la obra de la calzada Chirajara-Fundadores, que está ubicada en la vía Bogotá – Villavicencio, el empresario Luis Carlos Sarmiento Angulo aprovechó para hablar sobre la coyuntura económica y política que atraviesa el país.
La frase: «aquí no se viene con el cuentico de que vamos a cambiar todo esto y vamos a expropiar a todo el mundo, no señor», expresada por Sarmiento, ocupó todos los titulares y fue tendencia en las redes sociales.
Así mismo, el empresario se refirió a la nueva reforma agraria propuesta por el presidente electo Gustavo Petro, y señaló que se deberá hacer un trabajo con «inteligencia», se deben diseñar los proyectos que se quieren implementar y se tiene que hacer una muy buena inversión de dinero.
Sin embargo, después de una creciente ola de comentarios respecto a lo señalado por Sarmiento, el empresario, a través de un comunicado, aclaró que su frase fue «sacada de contexto» y aseguró que no es oposición al gobierno entrante.
«Lo que yo he propuesto es la elaboración de un Gran Plan Nacional de Desarrollo de los Llanos Orientales de Colombia, aprovechando la construcción de la carretera desde Bogotá a Villavicencio, construida con las mejores especificaciones de una autopista de montaña, que produciría inmensos beneficios para todos los colombianos», dijo.
Y agregó que, para la elaboración de ese plan, considera de elemental justicia proteger los derechos fundamentales de sus actuales propietarios y ocupantes, «que con su trabajo y esfuerzo han conseguido lo que hasta ahora se ha logrado».
Además, el empresario señaló que, respecto al tema de las expropiaciones, «no he hecho otra cosa que recoger las declaraciones y la constancia notarial que el propio Presidente electo consideró conveniente efectuar», según se puede leer en la declaración.
Ante otros aspectos, Sarmiento señaló que en público y en privado ha manifestado su acatamiento a la elección de Gustavo Petro como nuevo jefe de estado y que, además, su propuesta no debería ser considerada como un factor de oposición al nuevo gobierno, sino como «una contribución desinteresada para el éxito del mismo».
«Pido a todos los colombianos que no nos dejemos enredar en discusiones farisaicas, cuyo propósito evidente es el de impedir el análisis y juiciosa consideración de la idea propuesta, que podría traer inmensos e innegables beneficios para todos», concluyó Sarmiento en la misiva.
