Por: José Gabriel Giratá Pico/ El pasado domingo 21 de abril, se vivió en Colombia la marcha más grande realizada contra el gobierno, sus reformas y su forma poco eficiente de gobernar. Aunque el mismo gobierno quiso reducir las cifras, los medios y diversas fuentes le apunta a medio millón de personas que salieron a las calles en todo el país.
Aunque muchos sectores visibles de la oposición la promovieron, lo cierto es que la gran mayoría de manifestantes fueron espontáneos, lejos de las hipótesis del gobierno quien para acrecentar la lucha de clases, dijo que pertenecían a las élites, a los grupos económicos y a la derecha. A la marcha salieron políticos de la oposición, militares retirados, empresarios, pero también fueron visibles personas de a pie, trabajadores, empleados, independientes, personas que incluso le votaron en las urnas a Petro convencidas de sus propuestas de cambio y decepcionadas a esta altura de su mandato.
Las marchas fueron pacíficas, organizadas, lejos de los disturbios a los que nos tenían acostumbrados las marchas de la primera línea contra gobiernos anteriores. El gobierno dice eso obedece a las garantías y la seguridad prestada por el establecimiento, pero la realidad es que eso obedece es a la misma gente que salió a las marchas, con civismo, cultura, respeto y con la intención legítima de alzar la voz para que el gobierno terco escuche y tenga en cuenta todas las inconformidades.
Sin duda, todas esas imágenes de gente llenando plazas y avenidas en las grandes ciudades demuestran el descontento generalizado y mayoritario que valida lo que muestran las encuestas que ubican en un 60% de desfavorabilidad al presidente Petro.
Días antes, el mismo Petro decía que el constituyente primario era el pueblo y que éste era el que se convocaba así mismo. Pues gran parte de ese pueblo se convocó ese domingo, y el presidente lo que hizo fue reducir la marcha a lo mismo de siempre, que es un golpe blanco, que o quieren derrocar, que son intereses de las elites, sin reconocer que sí hay fallas de gobernabilidad y que muchos problemas estructurales se están agravando más y lo peor, parece que hizo oídos sordos.
A la gente de a pie, que vive del diario, que no tiene privilegios económicos, también le preocupa la seguridad, la falta de empleo, de oportunidades, la deficiente prestación de los servicios de salud, en fin; pero sobre todo, en dos años del Gobierno del Cambio, tampoco se ve que el país avance hacia las transformaciones sociales y económicas prometidas.
El gobierno parece que quiere seguir en campaña, le cuesta gobernar y ejecutar, y sobre todo le falta escuchar y llegar a consensos, acrecentado la lucha de clases, polarizando el país y así no vamos a avanzar. El gobierno parece que solo quiere marchar y no avanzar.
En su cuenta de X, el presidente Petro les solicitó a los trabajadores salir a marchar este primero de mayo y adicionalmente que le permitan hablar en su tribuna de la plaza de Bolívar, diciendo además que irá como antes, caminando, para que todo el país lo acompañe.
Dentro de su arsenal de promesas para mover las masas en el Día del Trabajador están, la dignidad laboral, el derecho a la pensión con un mejor salario, créditos baratos para la economía popular, la reforma agraria, por la educación superior gratuita, invitando a jóvenes y a la ciudadanía a la movilización, refiriendo nuevamente que “el poder constituyente que es el poder del pueblo”.
Lo que pareciera es que el mismo Petro quiere hacerse contar en la plaza de nuevo para comparar y volver a desmeritar la marcha contra su gobierno. Seguramente muchos saldrán a marchar por sus derechos laborales así sea contra el mismo gobierno pero ya el mismo presidente se la arrebató, se anticipó y la hizo propia. Ahora la marcha que era de los trabajadores es del gobierno.
Y así seguiremos, marchas a favor del gobierno, marchas en contra de gobierno, un juego peligroso que aumentará la polarización, que no dejará avanzar y ni buscar consensos y que seguramente se pasaran estos dos años que quedan al compás de estas. La política, de cara a 2026 vuelve a las calles, entre petristas y antipetristas.
El 21 de abril la cifra fue de más de 500 mil personas en todo el país. ¿Cuánta será la cifra del primero de mayo? ¿Cuándo será nuevamente la próxima marcha contra el gobierno?
Marchar y no avanzar, esa parece es la consigna.
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*Exalcalde de Encino. Conductor del Programa de José Gabriel de Corrillos.