A partir de las alarmantes premisas que definen el mercurio como un metal pesado y natural altamente tóxico que supone una amenaza mundial para el medio ambiente y la salud humana, especialmente la de mujeres embarazadas, fetos y niños, quienes resultan los más vulnerables y sensibles; la Universidad Industrial de Santander y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible hicieron un llamado a la comunidad universitaria para generar acciones que permitan mitigar el uso y la propagación del Mercurio en la región y el mundo.
“Por una mala información se puede generar problemas y pánico social. Desde la universidad podemos manejar la información y trabajar en datos de manera que se permita profundizar en el tema del mercurio y apropiar a la comunidad para garantizar una mejor gestión”, comentó el geólogo, Elías Pinto Martínez, representante del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Según el Convenio Minamata, el primer y nuevo convenio sobre medio ambiente y salud que se concierta en casi una década, los países necesitan unir esfuerzos y generar estrategias que desde diferentes ámbitos permitan controlar los efectos fronterizos del mercurio que se transporta a través del medio ambiente, y que tiene una serie de graves efectos en la salud como daños en el sistema nervioso central, tiroides, riñones, pulmones, sistema inmunológico, ojos, encías y piel.
Desde el Gobierno Nacional se viene desarrollando iniciativas de fortalecimiento, gestión y evaluación, que, a través de la alianza y los esfuerzos de siete ministerios nacionales, permitirán lograr la reducción y eliminación progresiva del uso del mercurio en todo el territorio nacional, con el objetivo de proteger la salud humana y preservar los recursos naturales renovables y el ambiente.
A 2023, de acuerdo a lo propuesto en el actual Plan Nacional de Desarrollo y con el apoyo de las instituciones especialmente de las universidades, se espera la eliminación del uso de mercurio en minería e industria, brindando un mejor manejo y disposición final segura de desechos con mercurio, y la reducción de emisiones y liberación de este componente.
Además de conocer y apropiarse mejor en el tema, los colombianos deben comprometerse con evitar el consumo de productos que contengan mercurio, como es el caso del termómetro y bombillas, barómetros y baterías, para remplazarlos por otros productos más responsables con el medio ambiente y la salud.
“El problema del mercurio no es solamente de la minería, el mercurio está presente en muchas cosas incluso en algunos productos que llegan al país. Todavía estamos a tiempo, pero necesitamos sumar esfuerzos para construir un mejor país, el apoyo de los profesores y estudiantes para poner en marcha nuestro plan. Las baterías de botón y las de óxido de mercurio son utilizadas en relojes, juguetes, auriculares y otros pequeños aparatos. Cuando se dejan en rellenos sanitarios el mercurio se libera”, así lo aseguró durante su presentación el ponente invitado.
Durante este espacio participaron también profesores de la UIS dando a conocer aportes significativos de proyectos de investigación, relacionados con el tema del mercurio y especialmente en sus efectos en la región.
“La Universidad está involucrada desde diferentes frentes, pero sobretodo en el análisis del contenido del mercurio en diferentes fuentes. Debemos apropiarnos más del tema y comprometernos con la recuperación del mercurio, especialmente en las zonas mineras, pese a lo difícil que es el sector”, comentó el profesor Dionisio Antonio Laverde Cataño, decano de la Facultad de Ingenieras Fisicoquímicas.