La Organización Mundial de Comercio (OMC) autorizó el viernes a Pekín para que imponga aranceles contra Estados Unidos por valor de 3.600 millones de dólares al año, en un litigio sobre medidas antidumping que adoptó Washington y que se prolonga desde hace seis años.
Es la primera vez que la OMC autoriza a China a sancionar productos estadounidenses. Pekín había solicitado un monto de posibles represalias de 7.000 millones de dólares anuales.
Estados Unidos ya no puede apelar esta decisión; y China puede, por su parte, aplicar total o parcialmente el monto de 3.600 millones.
Washington se mostró «decepcionado» por la decisión de la OMC. «La administración va a consultar con el gobierno y las partes implicadas sobre la manera de responder» a esta decisión, dijeron los servicios del Representante del Comercio estadounidense (USTR), en un comunicado.
El USTR añadió que el resultado de esta disputa «no tendrá ningún impacto en las discusiones comerciales que continúan entre Estados Unidos y China».
El litigio se remonta a diciembre de 2013, cuando China presentó una demanda ante la OMC por la forma en como Washington determina si las exportaciones que llegan al mercado estadounidense tienen un precio abusivamente bajo, lo que constituye dumping.
Los aranceles antidumping son autorizados por la OMC, pero están sometidos a ciertas condiciones y a menudo son contestados por los países afectados.
En su demanda, China acusó a Washington de aplicar un método según el cual el precio de las importaciones es calculado a partir de su valor habitual en Estados Unidos.
El 19 de octubre de 2016, un panel (tribunal de expertos) de la OMC dio razón a Pekín en ciertos puntos, en particular sobre ese método conocido como «reducción a cero».
Estados Unidos, que ya ha perdido ante otros países sobre este mismo contencioso, contestó en junio de 2017 que aceptaba el veredicto, pero pidió un «plazo razonable».
La OMC le dio hasta el 22 de agosto de 2018. Pocos días después, China advirtió a la OMC que Washington no había cumplido con la decisión, y le pidió poder tomar represalias por valor de 7.000 millones de dólares, un monto que finalmente la OMC consideró demasiado elevado.