El reporte realizado por monitores de sanciones independientes detalla que, en 2020, Corea del Norte “produjo material fisionable, mantuvo instalaciones nucleares y mejoró su infraestructura de misiles balísticos”. Para lograrlo, el país habría usado recursos de hasta 300 millones de dólares robados a través de hackers. Además, el informe indica que el país liderado por Kim Jong Un habría recurrido a socios internacionales para acceder a materiales y tecnología.
El informe hace parte del reporte anual al Comité de Sanciones a Corea del Norte del Consejo de Seguridad de la ONU y se conoce pocas semanas después de la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca.
EE.UU. busca un giro en su política con Corea del Norte
Entre 2018 y 2019, el entonces presidente estadounidense Donald Trump se reunió tres veces con el líder norcoreano Kim Jong Un, con el ánimo de detener las intenciones de este último de avanzar en su programa nuclear. Los avances de Trump fracasaron y los acercamientos se enfriaron en 2020.
En una entrevista en mayo de 2019, el hoy secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que hasta ese momento “la diplomacia había sido errática” porque Trump había puesto la presidencia de su país al nivel del liderazgo de Corea del Norte, de modo que el presidente republicano había ofrecido mucho en las primeras reuniones sin recibir nada a cambio.
Este lunes, un vocero del Departamento de Estado dijo que la administración estaba planeando una nueva aproximación hacia Corea del Norte, incluyendo una revisión plena con sus aliados “sobre opciones de presión en curso y el potencial para cualquier diplomacia futura”.
Según el reporte para el Consejo de Seguridad de la ONU filtrado a Reuters, un estado miembro asegura que, a partir del tamaño de los misiles que se han conocido de Corea del Norte, “es altamente probable que un dispositivo nuclear” pueda ser instalado en los misiles balísticos de corto, mediano y largo alcance.
“El estado miembro, no obstante, estableció que es incierto si la DPRK (siglas en inglés para la República Popular Democrática de Corea, el nombre oficial de Corea del Norte) ha desarrollado misiles balísticos que resistan el calor generado durante el reingreso” a la atmósfera, dice el reporte.
Durante los últimos años, Corea del Norte ha insistido en que no detendrá su programa nuclear hasta que no se levanten las sanciones en su contra. Un discurso que tiene eco en Irán.
Cooperación entre Irán y Corea del Norte
El reporte conocido por la agencia Reuters establece que, según un país no identificado, Corea del Norte e Irán han restablecido su cooperación en proyectos para el desarrollo de misiles de largo alcance. Esto incluye la transferencia de componentes críticos y el envío más reciente se realizó el año pasado, dice el monitor independiente.
El embajador de Irán ante las Naciones Unidas, Majid Takht Ravanchi, dirigió una carta a los realizadores del informe en diciembre en la que afirma que, a partir de una revisión preliminar de su reporte pudo establecer que se habría usado “información falsa y datos fabricados” en la investigación del reporte.
El papel de Irán en el desarrollo de armas nucleares ha sido objeto de particular atención desde que, en 2018, Donald Trump retiró unilateralmente a Estados Unidos del Acuerdo Nuclear alcanzado con ese país en 2015. Ahora que la administración Biden reevalúa sus relaciones con Medio Oriente, Irán insiste en que no volverá a acogerse al pacto hasta que Estados Unidos levante las sanciones que el Gobierno Trump endureció durante estos años.
Corea del Norte ha sido objeto de sanciones desde 2006, las cuales han sido respaldadas y endurecidas por los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU con el ánimo de recortar las fuentes de financiación del programa nuclear y balístico de Pyongyang. Entre otras, el país no tiene permitido exportar carbón, pero en 2019 los monitores independientes reportaron que el país generó 370 millones de dólares en ese sector, aunque en 2020 los cargamentos se redujeron significativamente a partir de julio.
Los monitores de las sanciones también indican que los hackers vinculados a Pyongyang han “continuado conduciendo operaciones en contra de instituciones financieras y casas de cambio virtuales para generar ingresos”. El informe dice que, en 2020, estas actividades generaron cerca de 316,4 millones de dólares que habrían sido destinados a financiar los programas nucleares y balísticos de Kim.
Corea del Norte detonó los túneles hacia su principal sitio de investigación nuclear, Punggye-ri, en 2018. Con esto pretendía mostrar su compromiso para detener su programa nuclear, pero el reporte indica que un Estado no identificado les indicó a los monitores que en el sitio todavía hay personal y que no está abandonado.
Según el informe, el año pasado el país exhibió en desfiles militares misiles de corto y mediano alcance, además de proyectiles submarinos e intercontinentales.