El equipo del líder opositor Juan Guaidó emprenderá acciones legales para que se declare inválido un bono de deuda de Venezuela que tiene como garantía la mitad de las acciones de Citgo, filial de la petrolera estatal PDVSA en Estados Unidos.
La junta de PDVSA ad hoc designada por Guaidó anunció la decisión al no haber logrado un «arreglo razonable con los tenedores de los bonos 2020», durante «negociaciones de buena fe» que tuvieron lugar hasta el pasado jueves.
Por ello, la administradora «ejercerá acciones legales orientadas a la protección de sus derechos basada en la invalidez» de los títulos, señaló en un comunicado difundido este lunes en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, la junta no precisó ante qué instancias pedirá la nulidad de los papeles, sobre los cuales PDVSA debía pagar este lunes 913 millones de dólares en capital e intereses.
Medios locales señalan la posibilidad de que los representantes de Guaidó -reconocido como presidente encargado por medio centenar de países- acudan a una corte estadounidense.
El opositor asegura que la emisión de los bonos -resultado de un canje de deuda por parte del gobierno de Nicolás Maduro- es ilegal al no haber contado con el aval del Parlamento de mayoría opositora, que él preside.
En garantía de pago de los bonos 2020, Maduro otorgó el 50,1% de las acciones del refinador Citgo.
El 2016, el Legislativo declaró que esa operación había violado la Constitución venezolana, pese a lo cual el equipo de Guaidó pagó este año 71 millones de dólares en intereses.
Estados Unidos otorgó el control de Citgo al jefe parlamentario después de que éste invocó artículos constitucionales para proclamarse mandatario interino, el pasado 23 de enero.
El jueves último, el Departamento del Tesoro suspendió hasta el próximo 22 de enero una licencia que permite a los tenedores del PDVSA 2020 tomar acciones de Citgo para cobrar su dinero.
Venezuela está hundida en la peor crisis económica de su historia moderna, con una contracción del PIB de 50% en los últimos seis años, una inflación proyectada por el FMI en 200.000% para 2019 y un derrumbe de su vital producción de crudo, de 3,2 millones de barriles por día hace diez años a menos de un millón de barriles por día actualmente.