Por: Raúl Eduardo Barba Rueda/ Se preguntará el lector que significa eso del PMAI de Mares, dicha sigla resume el nombre de: “Plan de Manejo Ambiental Integral”, que es el instrumento que gobierna ambientalmente los campos petroleros de la Superintendencia de Mares, operados por Ecopetrol junto a sus socios la Oxyandina y Parex Resources.
Los campos de la superintendencia son: a) La Cira-Infantas, que incluye los campos San Luis, Aguas Blancas, Tenerife, Colorado, Morenas y Mosqueteros 1-7, b) Llanito-Gala-Galán-Cardales, c) Lisama-Nutria-Tesoro-Peroles.
Estos campos petroleros se ubican en las jurisdicciones de los municipios de Barrancabermeja, San Vicente de Chucurí, El Carmen y Simacota.
El PMAI de Mares integra alrededor de un solo instrumento el manejo y control ambiental de las distintas actividades de explotación de hidrocarburos de la empresa Ecopetrol y sus socios en estas áreas.
Esta “Integralidad” es bastante peculiar, aunque en esta columna no me detendré en esta discusión, si me parece importante señalar que a través de este PMAI se acumularon cuatro expedientes en torno a la explotación de hidrocarburos (2248, 1705, 1691 y 2249).
Dicha acumulación de expedientes se produce en su momento ya que se observa por la autoridad ambiental que la explotación de todos los campos de la superintendencia de Mares es adelantada por un solo usuario (Ecopetrol), aunque hoy la realidad es otra.
Es así como el 07 de septiembre de 2007, a través de la Resolución 1641 del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, se revocan unas resoluciones previas; se acumulan unos expedientes, estableciendo un Plan de Manejo Ambiental.
Cabe la pena recordar que las explotaciones petroleras de la Superintendencia de Mares iniciaron desde el año 1915, con la Concesión de Mares, que revirtió a la nación en cabeza de Ecopetrol.
Estos campos operan bajo la figura de un “régimen de transición eternizado” que por haber entrado en explotación previo a la Ley 99 de 1993, no requieren de licenciamiento ambiental.
Finalizada la década de los 90´s, Ecopetrol desarrolló una política de abandono de los llamados campos viejos, en nuestro caso, los campos de la Cira-Infantas, llevándolo a producir 5.500 barriles diarios, sin embargo, con el nuevo milenio emergería una tendencia a mirar nuevamente los campos maduros.
La Concesión de Mares, a principios del milenio ya había generado más de 800 millones de barriles de petróleo desde su descubrimiento, para 2004 existían 471 pozos productores de petróleo y 123 inyectores de agua de 1718 perforados en el Campo Cira Infantas.
Los pozos productores aportan una producción promedio de 5.418 barriles por día (promedio del año 2004). Para un promedio de producción por pozo de 11,5 barriles por día. La producción acumulada a diciembre de 2004 es de 731,55 millones de barriles.
El volumen de petróleo de estos campos es cercano a 5 mil millones de barriles, sin embargo, el factor de recobro o lo que se ha podido extraer de los campos es muy poco, se calcula que, a 2004 de cada diez barriles en el subsuelo de la Concesión, solo dos se han extraído.
Para 2005, Ecopetrol informó que suscribió un contrato de colaboración empresarial con la OXY, con el cual se buscaba incrementar la producción a mas de 40 mil barriles diarios para 2015.
Bajo una figura denominada “Contrato de Colaboración Empresarial” que termina siendo una figura disfrazada para un contrato actividades conjuntas de explotación y exploración de hidrocarburos entre Ecopetrol y Oxyandina.
La reactivación de los campos de la Superintendencia Mares que implicó el “Contrato de Colaboración Empresarial”, generó rechazo de la comunidad del corregimiento El Centro y una importante movilización en contra del proyecto que se materializó en un proceso de audiencia pública ambiental realizada el 10 de noviembre de 2006.
Las ponencias presentadas durante la Audiencia Pública se agruparon en cuatro ejes problemáticos:
1- Conflictos en cuanto a la tenencia de la tierra
2- Conflictos en cuanto al Uso del suelo
3- Conflictos en cuanto a la presión de servicios sociales y públicos
4- Conflicto en cuanto a la relación con las comunidades
Ante el abandono inicial de las operaciones de Ecopetrol en los campos, la dinámica de las comunidades del Centro había transformado sus actividades transitando hacia actividades agropecuarias y piscícolas.
La dinámica rural del ordenamiento territorial de Barrancabermeja definida por el Plan de Ordenamiento Territorial del Acuerdo 018 de 2002, proyectaba sectores de los campos de Mares para el desarrollo de vivienda campestre y actividades agropecuarias.
Lo anterior, reñía con la reactivación del campo propuesta por ECP-OXY, sin embargo, como la historia lo demostraría ninguna de estas variables fue obstáculo para la reactivación del proyecto petrolero.
Para 2015, Ecopetrol firmaría una extensión del acuerdo hasta el limite del campo, una especie de Concesión perpetua a su socio Oxyandina, hoy en graves problemas por la crisis de los precios producto del Covid-19.
Hoy asistimos nuevamente a una nueva modificación del PMAI y de la Resolución 1641, anteriormente modificada ya por la Resolución 1200 de 2013 y por la 1136 de 2016, es decir, estamos antes la tercera modificación de dicho instrumento ambiental.
En esta ocasión, los nuevos afectados frente a las actividades petroleras serán las comunidades de El Llanito, corregimiento pesquero del Puerto Petrolero y la ciénaga El Llanito, hogar del Manatí especie protegida a nivel internacional.
Preocupa la manera como Ecopetrol viene desarrollando este nuevo proceso de modificación del PMAI, cuando hoy las comunidades sufren de las consecuencias de las anteriores modificaciones muchas veces aprobadas sin que la comunidad conozca al detalle de las actividades del proyecto.
Hoy las comunidades de El Llanito se enfrentan a la imposición de locaciones petroleras cerca de las rondas hídricas y los llamados Zodmes, estas actividades fueron aprobadas en la anterior modificación del PMAI descritas en la Resolución 1136 de 2016.
Se hace importante y urgente que la ciudadanía afectada por esta nueva modificación del PMAI de Mares sumemos fuerzas para poner de manifiesto los graves cuestionamientos ambientales que tienen las operaciones petroleras que se enmarcan bajo este instrumento.
Se hace necesario que las fuerzas vivas de Barrancabermeja se unan en la convocatoria de una nueva Audiencia Publica Ambiental que permita evaluar el estado real y el cumplimiento de las acciones del PMAI de Mares.
Se hace urgente introducir en la zonificación del PMAI de Mares con criterios de sensibilidad y restricción alta las actividades petroleras en torno a las ciénagas San Silvestre y El Llanito, hogar del Manatí Antillano.
*Especialista en Medio Ambiente y Geoinformatica. Experiencia en Gestión Social para el sector Oil & Gas. Director de la Corporación Observatorio de Desarrollo Territorial.
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