Por: Andrea Guerrero/ “Todo el mundo debería aprender a programar, porque te enseña a pensar”: Steve Jobs.
Últimamente he pensado acerca de cuáles habilidades me serían útiles aprender, ya sea como hobby o para no quedarme atrás en el salvaje mercado laboral. Resulta que opté por la programación. Junto con un amigo nos inscribimos en un curso de R, puesto que es una herramienta bastante útil de análisis estadístico de datos y, en general, para nuestra carrera. El curso terminó siendo un ladrillo. A pesar del sin sabor de esas horas programando en R, continuamos con la intención de aprender a programar.
Nuestro segundo intento fue con Matlab, plataforma que se centra en la manipulación de matrices – tal y como su nombre lo indica Matrix Laboratory –, y fue un proceso de aprendizaje mucho más ameno y satisfactorio que el anterior. Sin embargo, nosotros tuvimos acceso a ese curso y a esa plataforma gracias a que estudiamos en una universidad que nos facilita su uso. De modo que Matlab está en desventaja con R cuando hablamos de precios.
Finalmente, retorné a R. Principalmente por una corazonada que me indica que lo esencial en el momento es aprender a utilizar aquel lenguaje.
Ahora bien, hay una cantidad considerable de artículos que hablan acerca de los beneficios de aprender a programar, bondades que destacan no solo una ventaja en el mercado laboral, sino también en capacidades como la lógica, la atención y concentración, la tolerancia a la frustración- puesto que no es raro quedarse atascado-, el pensamiento crítico, y… ¿por qué no? el inglés.
Sin embargo, me interesa centrarme en mi perspectiva, más allá de los estudios que pueda haber acerca de estos beneficios. Bajo mi experiencia, aprender a programar es lo mismo que aprender un idioma. Básicamente, al comienzo no entiendes nada, luego poco te vas familiarizando con los conceptos como tipos de datos, operadores, vectores, matrices, variables, etc… No falta siquiera ser un avanzado programador para disfrutar de la programación, porque en páginas como Codingbat puedes resolver problemas sencillos, ideales para el principiante.
Finalmente, he descubierto en la programación una herramienta para construir y materializar ideas, lo cual resulta atractivo. La programación es creación. Inclusive, mediante la programación se crean comunidades. Por ejemplo, en R necesitas de paquetes creados por otros usuarios, de lo contrario, tendrías que empezar de 0 siempre. De seguro, ustedes encontrarán más pretextos que yo para comenzar a programar, pero siento que no necesito de muchas más razones para hacerlo, mientras que lo disfrute como lo hago ahora.
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*Estudiante
Instagram: @andreagguer