Por: Luis Eduardo Jaimes Bautista (J.B.) / Hacer tiempo pasó la jornada electoral, como lo manda los cánones de la Constitución Política, en este Estado Social de Derecho, defensora de la democracia en nuestro azotado país Colombia por las mentiras y la corrupción. No todos piensan en que llevamos 200 años de una historia independentista, dependiente de los mismos padres de la patria que tienen una herencia o karma en su ADN de múltiples colores.
La literatura, como el periodismo, nos da los medios para colocar la imaginación y la realidad al servicio de la humanidad, (la polis, el pueblo o la ciudadanía). Los resultados que nos mostró la Registraduría Nacional, fue un vuelto total de ya caducas generaciones a las nuevas que se empoderan de la política comarcana. Bucaramanga, como sus municipios del Área Metropolitana, los Concejos están renovados con un ingreso de los partidos minoritarios y Alcaldes jóvenes que posiblemente, quieren transformar sus estilos de gobierno. Con un nuevo discurso.
Este breve relato-columna que expongo ante usted, crítico, ávido lector o politiquero de la universidad de la calle. Mostrar en palabras lo que los ojos no ven quienes van a ocupar los escaños del poder. Una ciudad olvidada en gobernanza, pobreza y descomposición social.
El Municipio de Bucaramanga, su y mi Ciudad Bonita, la Cordial de Colombia, pasa y pasa en cada año con cantos de cigarras. Llega el juernes, viernes y sin de semana de parranda –días oficiales de los accidentes vehiculares, riñas, atracos y crecimiento de los expendios de droga en todos los sitios críticos. La policía, tránsito, organismos de seguridad, llena las bitácoras de las cosas desagradables que son noticia para el pueblo y que difunden los diferentes medios.
Empezando la semana, con pico y placa, crece el caos vehicular, se están arreglando las vías, los desplazamientos desde los diferentes barrios y municipios para llegar a la capital santandereana es un complique, crece el número de motos, carros viejos piratas. Los buses de Metrolínea, no dan abasto, muchos se muestran viejos y deteriorados. En los buses de transporte urbano van llenos como sardinas; no falta el vendedor informal que monta en estos vehículos para ganarse la vida echando su discurso, para vender sus galletas y dulces. Es algo incómodo, pero la gente los soporta. Se lleva un pueblo de sobrevivientes y mendigos. El olor a dolor queda en las paradas hasta que se llega, con los pocos que tienen un trabajo, no muy bien remunerado porque los impuestos se los come y los gastos más para sostener las familias.
Qué bueno que este nuevo concejo, en vez de estar haciendo alianzas para tener el poder mayoritario de gobernar, montara en los buses, se parara en las esquinas y terminales de los piratas, observar las esquinas sin semáforos, o aquellos que se llenar cuando están en rojo con niños pidiendo limosna o jóvenes con agua y jabón limpiando los parabrisas de los vehículos; la invasión de andenes; la circulación de drogadictos y habitantes de calle, no se ignorara esa otra Bucaramanga, que jamás la han gobernado.
Sentarse en un parque para ver los desempleados, las prostitutas, los niños de la calle. Visitar las EPS, IPS, los Centros de Salud, las Clínicas, los Hospitales, las plazas de mercado y muchos sitios donde se ven las necesidades. Los vendedores ambulantes con su poca mercancía al hombro, colocada por un distribuidor.
De ahí que en esto soy un espectador anónimo de ciudad. Me involucro en un infierno o purgatorio para terminar un día más como los que se vienen, en una ciudad triste por los fantasmas de la noche.
Ser la junta directiva de una ciudad, es no llegar a repartir puestos, ni seguir con los discursos de la corrupción y las demandas. Es llegar con inteligencia a planear y planificar una ciudad para el progreso y el desarrollo. Los Nuevos Concejales, tienen ese reto, trabajar con el Alcalde libre de ataduras de los mentores, sino con mente propositiva sembrando la cultura ciudadana, mirando que se cumpla las metas del Plan de Desarrollo, trabajar con la comunidad en sus necesidades sentidas para solucionarlas con la verdad, no con promesas y mentiras, dejando a los quemados tranquilos.
Twitter: @LuisEduardoJB1